El nuevo Villamarín sólo tendrá un seis por ciento de asientos VIP

Por lo pronto, Haro dejó claro un asunto que había sido polémico días atrás con las encuestas a los socios sobre la zona VIP y premium en el estadio. Entonces se movió la indignación en redes sociales planteando que el club quería «hacer negocio» con la reforma del Villamarín para apartar a los socios con los precios más baratos y aumentar de forma significativa la presencia de zonas exclusivas mucho más caras. Y el presidente verdiblanco se comprometió a que no sería así.

«Con las encuestas nuestra obligación es hacer un estudio de mercado para conocer los niveles de inversión. Tendrá un 6 por ciento de asientos Premium, que generará un 20 por ciento de los ingresos y eso permitirá tener precios bajos en el resto. Los 56.400 restantes tendrán un estadio más cómodo. Se ha hecho pensando en el Betis y los béticos», señalaba durante una de sus intervenciones en la junta.

Y es que el Betis proyecta un nuevo Villamarín de 60.000 espectadores para la vuelta del exilio en el estadio de la Cartuja durante dos temporadas. La idea es que se puedan incrementar los ingresos de forma significativa con el rendimiento que dé el coliseo heliopolitano pero tratando de sostener la política de precios ajustados que el club ha defendido desde la entrada de Haro y Catalán en el consejo de administración, con muchos tipos de abonos bonificados.

Cabe recordar que otros clubes que han realizado o han proyectado reformas en sus estadios en este tiempo han reservado muchas más plazas de esta catalogación VIP o Premium en sus recintos. El Atlético tiene 6.020 de las 70.000 en el Metropolitano, el Sevilla ha señalado que en el nuevo Sánchez-Pizjuán prevé tener un 10 por ciento de asientos de este estilo con una capacidad inferior al Villamarín, mientras que en el Camp Nou habrá hasta 7.000 de casi 100.000 localidades.