Otro fracaso en Europa (1-1)

Una caída tremenda que es un golpe a la línea de flotación económica y deportiva de este equipo. Sus derrotas en Praga y ante el Rangers se unieron al tropiezo en la ida ante el Dinamo y a este empate demoledor. Acaba el Betis fuera de Europa en febrero y en la tercera competición continental. Y le queda enderezarse en LaLiga para conseguir otro billete que al menos renueve las ganas de alcanzar rondas superiores porque hasta ahora ha demostrado que su talla no es europea, indudablemente. Le queda para alcanzar ese nivel porque tropieza una y otra vez con la misma piedra y eso genera frustración porque no se ve solución al laberinto.

Lo positivo, si se puede sacar algo, fue ver que Bakambu genera peligro nada más saltar al césped. Lo definía bien Manu Fajardo: «Genera incertidumbre en los rivales». Tiene las piernas de Ricardo Oliveira y genera los espacios del mejor Borja Iglesias. Y se sacó de la manga, o del tacón, un golazo al primer palo. Para eso ha venido al Betis y para eso fue inscrito en la Conference League por delante de otros compañeros como Fornals o Chimy Ávila. Necesitaba el Betis un nueve y fue a por un fiable veterano, a por un jugador curtido en mil batallas que respondió en su primera titularidad. La pena es que sólo duró la primera mitad. Y sueña con reverdecer aquella enorme temporada en Villarreal. Eso será o no pero mientras se entretuvo en desatascar a un Betis que no tenía del todo claro cómo meterle mano al Dinamo de Zagreb en la primera parte. Con el viento en contra todo se fiaba a la velocidad por las bandas de Aitor y Assane, por la derecha, y de Abde, por la izquierda. Pero esta ilusión iba a durar lo justo porque al caer Bakambu en el descanso ya no hubo apenas más peligro.

Fue elcitado Abde el más incisivo en los compases iniciales porque el sinónimo de peligro estaba en sus carreras vertiginosas. Bakambu reclama penalti de Theophile en el minuto uno pero el balón le da la espalda al zaguero del equipo croata. Perkovic, el lateral, debe tener amistad con Schnyder, el árbitro, porque le perdona la amarilla en tres acciones casi consecutivas en las que podría habérsela mostrado. O por reiteración. Al Betis le cuesta circular la pelota porque los dos centrales son zurdos y porque Cardoso y Carvalho están bien sujetos. Tiene que bajar Fekir a recibir y los extremos abrirse mucho para ofrecerse en largo, muchas veces sin acierto y en otras sin tino porque se fue Assane pero su pase va demasiado atrás en la carrera de Bakambu. Sucic también le debe agradecimiento al colegiado cuando su zancadilla a Abde es sólo falta y no tarjeta. El Betis amaga pero no aprieta en esta fase.

Y el Dinamo avisa de que está en el partido. Replegado pero cuando sale mira a Rui Silva de cerca. Todo pasa por Petkovic, un incordio. Una falta lejana que el meta bético desvía con una mano y un disparo desde cerca que sale tras tocar en el poste. Luego Ristovski también avisa en una internada. El duelo está para interpretarlo y en el Betis necesitan una marcha más para que su dominio tenga sentido y reflejo en el marcador. Aitor percute y busca a Bakambu, en una acción que luego se repetirá con éxito. Pero es un partido de controles sucios, de pases poco acertados y hambriento de calidad que no aparece del todo. Fekir busca a Bakambu por alto pero su remate no es bueno. Y sí llegará el congoleño cuando Aitor aproveche un fallo de la zaga croata y se interne hasta la línea de fondo levantando la cabeza para un pase atrás que fue al primer palo, donde Bakambu remató de tacón para alojar la pelota donde todos querían: 0-1.

Llegó la acción que igualaba la eliminatoria justo antes del descanso. Al Dinamo le faltaba el aire y las ideas y quería ya el intermedio. Petkovic, su delantero, cometió una dura falta sobre Marc Roca y vio la amarilla. En la sala de máquinas tocaba reflexión. Pellegrini no tenía mucho con lo que retocar al bloque dado que de la primera plantilla sólo tenía en el banquillo a Bravo, Bellerín, Rodri y Willian José. Y es el brasileño el que sale porque Bakambu estaba tocado. A la mala noticia le respondía la primera jugada tras el intermedio con un pase atrás de Abde al que Fekir llegó mal a pocos segundos de ponerse el balón en movimiento de nuevo. Y lo enlaza el brasileño con una asistencia de Assane que no acaba de rematar.

Es un Betis que toca un poco más rápido buscando los huecos de un Dinamo cómodo en su campo, que cierra espacios hasta que a la hora de partido en una acción aislada es Hoxha, una pesadilla, quien encara a Chadi Riad, se marcha y la pone rasa para que entre Marc Roca, Rui Silva y Miranda observen con la casa sin barrer cómo Kaneko anota el 1-1 dentro del área pequeña. El golpe lo acusa el grupo verdiblanco, que a partir de ahí no es el mismo. Pellegrini reacciona sacando a Bellerín en el lugar de Assane pero Aitor ya tiene amarilla y luego será sustitido por Rodri.

Un susto llega en el minuto 77 cuando en un contragolpe local es Bellerín quien se lanza ante Hoxha tocando antes el balón y recibiendo la patada del atacante pero el árbitro pita penalti. El VAR corrige su errónea percepción y la jugada queda en nada, sólo en algo más de tiempo de descuento. Miranda está tocado en el tobillo y pide el cambio, lo que motiva el estreno del canterano Pleguezuelo, una opción para el domingo dado que el de Olivares no estará por sanción y Abner sigue lesionado. Un disparo de falta lejano de Fekir buscando la portería fue bien atajado por el meta croata justo cuando el partido entraba en el minuto 90. O iba a la tremenda o estaba ya eliminado de la Conference. Y así fue, otro fracaso en Europa.

Pero el resultado responde a una actuación general de suspenso. William Carvalho no está para estos niveles en el momento actual, Rodri nunca es revulsivo, Abde propone pero no concluye, Willian José anda despistado siempre en el área, Aitor es demasiado fácil de superar por los rivales, Miranda estuvo que ni fu ni fa, Rui Silva se quedó estático en el gol... Y muchas cuestiones más. Porque el periplo europeo ha sido una concatenación de errores. Nació mal con la confección de la lista y el fallo de no meter a Chadi cuando Luiz Felipe estaba ya vendido. Y de aquellos polvos, estos lodos que convierten en un nuevo fracaso, como sucedió en la Copa con el Alavés, esta corta historia de la temporada actual.