El cambio de modelo del Betis: contención, estadio y más cantera

Hubo medio centenar de intervenciones de béticos que trataron temas como el nuevo estadio Benito Villamarín, la sanción a los jugadores del Sevilla por la bandera, la devolución de las cesiones de asientos, los accesos al Villamarín y la Cartuja, la planificación deportiva, el rendimiento en Europa, el Betis de los béticos, el proceso de la ampliación de capital, la necesidad de contar con metro para llegar a Heliópolis, la bandera de la Cruz de Borgoña... En definitiva, una plaza pública, una asamblea, en la que los béticos hablaron del Betis sin las tensiones de otro tiempo, sino buscando que el consejo atendiera sus necesidades desde la estabilidad que confiere su posición y el crecimiento experimentado en los últimos años. Eso sí, los trece puntos del orden del día dieron de sí y la asamblea se prolongó durante varias horas con respeto general y bastante crítica constructiva. Además, se aprobó la reelección del consejero Rafael Muela por cinco años más, dado que expiraba su mandato.

Más allá de todo eso, el consejo refrendó su nuevo plan de presente y futuro teniendo en cuenta el contexto actual. Haro avanzaba el descenso en los ingresos de televisión, el tope en la venta de abonos y entradas y el estancamiento del mercado de ventas de jugadores como elementos que hacen que el Betis tenga que buscar ingresos en otras partidas como las comerciales o las que llegarán a través del nuevo estadio, que debe dar su propio rendimiento. El Betis vendió futbolistas por 45 millones de euros en el último ejercicio y sólo ha obtenido 321.000 euros de beneficio y eso hace que la entidad se replantee esta fórmula de negocio. Por lo pronto la entidad confirmó que está en un proceso de ajuste en los gastos de personal no deportivo pero también se apretará el cinturón en la plantilla. Porque el club insiste en su apuestas por bajar la inversión en el equipo sin que suponga una merma deportiva. Y para ello se anuncia que habrá más valores de cantera subiendo a las órdenes de Pellegrini y que se buscarán jugadores jóvenes que puedan dar una plusvalía en poco tiempo con su rendimiento. «Hemos hecho una gran inversión en cantera y ha llegado el momento de rentabilizarla», afirmaba Haro durante su intervención principal. «No entrar en Europa sería un arma de doble filo. Para poder mantener el nivel de la plantilla hemos tenido que hacer la ampliación de capital. No podemos pensar en incorporaciones sin tener en cuenta salidas. A corto plazo tendremos plantillas cortas, máximas de 22 jugadores de plantilla más canteranos», decía el presidente bético.

«No vamos a cambiar teniendo el 1, el 10 ó el 19 por ciento, ya nos conocéis. Llevamos diez años aquí y vamos a seguir trabajando para hacer más grande al Betis», señalaba López Catalán en una de sus intervenciones para calmar las inquietudes de algunso accionistas con la concentración de poder en el consejo y abriendo la mano para seguir escuchando a los béticos aunque ahora las juntas tengan menos emoción por la consolidación de la mayoría accionarial. «Estamos abochornados del partido en Moldavia, somos los primeros críticos pero queremos recordar que es nuestra cuarta temporada seguida en Europa», señalaba el vicepresidente.

La junta aprobó que el presupuesto no pase por una junta atendiendo a la demanda de LaLiga de elaborarlo antes del final de la temporada en anterior pero sí se dejó claro que se informará en las asambleas para que los accionistas conozcan sus detalles. El consejero José María Pagola, el encargado de explicar las cuentas, valoraba que «en los dos años fuera de nuestro estadio la previsión es que no tendremos mayores ingresos y gastos, vamos a terminar empatados. El presupuesto es de 183 millones, que consume todo el gasto y da un resultado de casi cero. En el importe de la cifra de negocio sí recuperamos la pérdida del año anterior y pasamos de 138 a 145, aumentando los ingresos en todas las partidas».

La amplia reforma estatutaria acaparó el tramo final de la junta. Se aprobó sin debate que se permita la constitución de nuevas secciones deportivas tras las experiencias en féminas, fútbol sala, baloncesto o genuine. El aaccionista Fernando Gamero expresó el «miedo» de muchos béticos a la posible entrada de capital extranjero con la supresión del artículo 8 de los estatutos y pedía un compromiso por parte del consejo. «No tenemos la potestad de ir contra la legislación vigente. La norma de no permitir la adquisición de acciones por extranjeros es ilegal, no tenemos la facultad de prohibirlo. Hay adquirientes extranjeros desde hace muchos años. No podemos tener una normativa que contraviene la legalidad vigente», señalaba el consejero Carlos González de Castro. «Los estatutos no protegen la entrada de un fondo de ningún tipo para la compra de acciones. Se puede hacer fácilmente a través de una filial. Yo soy de los pocos accionistas que digo junta tras junta que mi intención es no vender las acciones, sino que mis hijos las hereden. Los que siempre se quejan de que nosotros las vamos a vender son los que terminan vendiendo. Y se lo digo porque nos las venden a nosotros», respondía contundente Haro en esta cuestión. Y se aprobaron el resto de cambios en los estatutos para actualizarlos o corregir errores de redacción. Y finalizó así antes de la medianoche una junta con mucho contenido, con bastante debate y sin emoción en las votaciones.