Sparta Praga - Betis
El Betis pierde el tiempo en Praga y demora el pase a octavos (1-0)
Crónica
Inoperante actuación de los verdiblancos ante el Sparta, pues tenían a mano la opción de sellar su plaza y ahora se jugarán su clasificación a una carta en el Benito Villamarín
Sparta Praga - Betis, las estadísticas del partido
![Haraslin efectúa el remate del gol del Sparta ante la presión de Aitor Ruibal](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/11/30/gol-sparta-afp-Rgp96nCon08wWgUYTZ2drTJ-1200x840@abc.jpg)
Freno seco y doloroso del Betis en la Europa League tras sufrir la segunda derrota de la fase de grupos del torneo continental merced a un improductivo duelo en el que los verdiblancos acusaron la falta de posesión en el primer tercio del encuentro, ... la ausencia de contundencia en todas las líneas en el segundo, y la falta de acierto cuando el choque se ponía ya con el 1-0 con el que acabaría concluyendo, fruto entre otras cosas de la preclara incapacidad de materializar sus ocasiones. El gol checo de Haraslin obliga a los de Pellegrini a aplazar su pase a los octavos de final, y aunque siguen dependiendo de sí mismos para pasar, debían estar pendientes de lo que sucediera en el Rangers - Aris Limassol (1-1) para conocer con qué cuota de confianza se medirá al equipo escocés en el Villamarín, donde de momento deberá ganar para asegurar su primera plaza. Empatar ante el Rangers en Sevilla garantiza que pase al menos a dieciseisavos. También quedaría primero el Betis de igualar ante el cuadro escocés, siempre que el Sparta Praga no gane en su cita en Chipre ante el Aris Limassol por tres o más goles de diferencia.
Praga es ya un nuevo destino dentro del plan estratégico por Europa en el que el Betis pretende hacer de todo menos turismo. Porque la ocasión de la cita y teniendo los octavos de final en juego ante el Sparta, el escenario invitaba a mostrarse serio y contundente pese al frío que arreciaba sobre la capital de la República Checa, donde es más que famoso el reloj astronómico medieval que se construyó en el siglo XV por las manos de un maestro que bien pudo tener el mismo talento que rodean los dos pies de Fekir. Cual si fuera una dolorosa que encuentra los orígenes de su propio linaje por ayuda del carbono 14, el fútbol del Betis se le atribuye directamente a los gubiazos de la zurda que de momento imagina el mago francés, con permiso de un malagueño, al que no cegaron como sí ocurrió con Hanus, que fue el artista que erigió el reloj, para que no hiciese una copia del mismo. Lo que ocurre con el de Lyon es que si hiciera falta podría jugar a este deporte con los ojos cerrados y sin cordones.
No hay copia posible que imite la incidencia en el juego que absorbe Fekir con su mera presencia, por más que no consiguiese impeler al equipo como sí hizo ante Las Palmas. Tuvo que ser Assane quien caído a banda en un principio, y luego buscando su centro, como dice la soleá, rompió la presión baja que planteó Pellegrini en el Generali Arena frente a un plantel que necesitaba ganar para seguir vivo, o al menos sentirse como tal. Notable la movilidad heliopolitana aun sin relevantes ocasiones, fue el hispano-senegalés quien representó la quinta animación de ese reloj praguense que han podido disfrutar 1.500 béticos en las últimas horas: la vanidad, la avaricia, la muerte y la lujuria son las cuatro primeras figuras. Puede añadir Chequia la voluntad de un Assane que fue probando a Vindahl con el paso de los minutos antes de que también Guido participase en la nómina de ocasiones. Igual sucedió con un tiro de Borja Iglesias al que le sigue condenando el miedo psicológico a cualquier error, por pequeño que sea. Porque el peor enemigo del Panda sigue siendo su ineludible terror escénico.
Iba abriendo las líneas el Betis conforme se iba ensanchando el minutero del encuentro, y conducía Assane para hilvanar una contra con la que percutía Fekir, pero el francés sacaba un disparo exterior sin apenas potencia que obligaba al despeje del meta danés. Haraslin, el travieso 22 del Sparta, era quien más peligro llevaba a la sombra de un Aitor Ruibal profundamente desubicado a nivel defensivo, y servía de prueba de esa amenaza un disparo primero, y una amarilla después que vio el catalán, pobre propuesta de lateral por parte de Pellegrini. La más clara vuelve a detener el segundero del infortunio por las botas de Borja Iglesias, que se encierra de nuevo en sí mismo tras una brillante acción de Assane, desdoblando en primer lugar y posteriormente creando el espacio que no lidiaba su compañero. Pero el gallego está que nunca atina a tiempo. Sí Guido con un gesto de superclase antes del descanso, y ya van tantos que cada uno son ya odas a la nostalgia por no saber si serán los últimos. El suyo con un amago al aire fue un detalle no para renovarlo, sino para secuestrarlo hasta 2030.
Y le dieron las diez, y las once...
Tras la reanudación, Pellegrini dio descanso a Fekir tras un golpe en la cadera que no reviste gravedad e introdujo a Isco para ganar presencia en la mediapunta. Y con Isco vestido de verdiblanco apuntaba a pasar lo que con los mejores ilusionistas: que no hay bolsillos suficientes para esconder tanto talento delante de los ojos de tanta gente. Era momento para ser más fuerte que cualquier proposición del adversario y en esa misión que gobernaba el de Arroyo de la Miel no estuvo a la altura ninguna línea del Betis, que perdió sobremanera los duelos individuales en el segundo acto y sobre todo se despegó del balón. Se olvidó de tocar y fabricar. Y el Betis de Pellegrini sin criterio con balón es a todas luces un equipo, pero no el Betis de Pellegrini.
Fue el Haraslin quien acabaría haciendo el daño que venía avisando, por la banda que se venía avisando, sobre la meta de Rui Silva, cuando de un saque de banda no exento de picardía, los de Brian Priske aprovechan la cobertura mal entendida de Aitor, y es el atacante local quien con un chut con el interior bate a Rui Silva, que puede hacer más para salvar la diana, porque no va ni excesivamente colocada ni es un tiro extremadamente imparable. Responde ágil el Betis con una buena combinación por el carril diestro en la que Assane brinda una pelota de gol a Isco, que se precipita en el remate a su llegada en la segunda línea, quizá asegurando en demasía, repeliendo la tentativa la acertada defensa del Sparta.
Igual de lejos se marchó la pelota tras un buen lanzamiento de Guido, donde el argentino resume la desesperación de las ocasiones ocasiones indefectiblemente desordenadas y yendo a remolque por la desventaja. Ayoze y Luiz Henrique ingresaron en el campo y el Betis volvería a aparecer en la zona de tres cuartos del equipo checo, pero ni la suerte acompañaba en un centro chut muy claro de Isco que pasó por milímetros de la portería del Sparta. La más clara, al final. Dentro y a la vez fuera de tiempo. Ya lo advirtió Planes en la previa, que en estos duelos en Europa hace falta una pizca de suerte que los verdiblancos esta vez no merecieron. Y casi pedía la hora un Betis que vio casi Zeleny hacía el segundo para los locales. Al final, perdían los verdiblancos un tiempo de oro para sellar su pase y todas las miradas pasaban por Escocia, donde el Aris igualó al Rangers (1-1), antes de que el equipo escocés visite el Villamarín. El pase a octavos, de momento, tendrá que esperar. Más vale tarde que nunca.
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