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Fútbol Sala

El «abuelo» que sostiene el milagro del Peñíscola

Copa de España | Murcia 2025

Tras su reciente debut con la selección, Gustavo Pérez Segura, 'Gus', es una pieza clave del actual líder de la liga de fútbol sala e insospechado favorito en la Copa de España. A sus 45 años

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Gus, durante un partido del Peñíscola esta temporada Peñíscola FS
Miguel Zarza

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En la Copa de España de fútbol sala no es fácil apuntar el foco a uno solo de los equipos participantes, pues los ocho ofrecen alicientes de sobra para atraer la atención de los aficionados. Unos, los grandes, por que son eternos favoritos en cualquier torneo que disputen; otros, los aspirantes, por su etiqueta de alternativas al poder establecido, y los menos por presentarse por sorpresa en el gran escaparate de este deporte. Sin embargo, el Servigroup Peñíscola es el protagonista indiscutible este año, pues acapara las miradas por los tres factores citados: es a la vez sorpresa, aspirante y favorito.

El equipo de la pequeña localidad costera del norte de la Comunidad Valenciana está siendo uno de los más brillantes de la temporada, líder de la liga y habiéndose clasificado también para la Final Four de la Copa del Rey, con un estilo de juego dinámico y atractivo en el que tienen mucho que decir su técnico, Santi Valladares, viejo zorro de este deporte, y el buen momento que atraviesan sus jugadores, que forman una plantilla que mezcla acertadamente juventud y veteranía. Entre ellos destacan sobre todo dos, Francisco Paniagua 'Pani', desequilibrante y goleador como demuestran sus más de 20 goles en lo que va de Liga, y Gustavo Pérez Segura 'Gus', que a sus 45 años vive uno de los mejores momentos de su carrera y acaba de debutar con la selección absoluta.

Natural de Lillo, Toledo, Gus está viviendo esta vida extra «superfeliz, en una nube». Antes de saltar a la pista en esta Copa de España ha disfrutado al máximo su primera convocatoria con España, una recompensa a la constancia de todo el año, a su buen momento personal y al de su equipo. «Al llegar a Las Rozas Jesús Velasco me dijo que me había llamado por mi trabajo, no como premio a mi carrera ni nada de eso». El toledano acumula 24 años de fútbol sala en los que ha recorrido buena parte de la geografía patria, pasando además de por Peñíscola por Ocaña, Guadalajara, Pinto, Zamora, Benicarló, Gran Canaria, Navarra y Leganés. «He sido feliz en todos los sitios donde he estado, no me saltaría ningúno. ¿Podría haber jugado en equipos mejores? Sí. ¿Haber ido a la selección antes? También. Pero si hubiera cambiado cosas a lo mejor no no estaría jugando con 45 años y me habría retirado a los 38... o no habría conocido a mi mujer».

Lo más curioso es que su relación con el fútbol sala profesional comenzó de forma casual. «El segundo portero de Ocaña tenía una boda, yo conocía a amigos en el equipo y me llamaron a ver si me podía acercar a un partido amistoso que tenían, por si pasaba algo. Se dio la circunstancia de que el entrenador, Enrique González me dio 12 minutos, di dos pases de gol y antes de irme llegó el presidente y me dijo que me querían para para jugar en División de Plata». No era su primer contacto con este deporte pero acabó marcando su carrera profesional. «Lo llevaba en vena. Me aferré y mira, 24 años después sigo jugando».

De otra boda, la suya, salió el fichaje para su actual etapa en Peñíscola. «Me fui a Leganés desde Tudela para estar cerca de la familia, porque había fallecido mi padre. Me casé y a Manuel Sierra, el presidente, que había venido a la boda, le dije en broma que si quería volver a ascender me tenía que fichar. Por circunstancias acabé volviendo para una segunda etapa y lo que iba para un año, subir al equipo y ya, han sido dos años en Primera».

Revelación del curso

Ni por asomo se imaginó Gus que hoy estaría líder en la liga, en la Copa de España y metido en la Final Four de la Copa del Rey. «Está claro que es un año buenísimo en el que estamos rindiendo a un gran nivel, pero yo sigo diciendo que somos una sorpresa. Debemos intentar seguir haciendo el juego que estamos haciendo». Para el meta el secreto de este gran rendimiento es «el trabajo y la constancia del equipo durante los cuarenta minutos». «Luego es trabajar y entrenar mucho, y a partir de ahí tener a gente que meta goles, gente que defienda… y eso está pasando este año. Pani está metiendo goles, Lucho, los pívots están muy bien, en defensa se está sacrificando todo el mundo y eso ayuda. Luego los resultados también, porque si los tienes positivos incluso en algún partido que juegas mal eso contribuye a estar más tranquilos y jugar mejor. Es mucho más fácil jugar así que cuando tienes la presión de estar abajo».

Quizás por exceso de humildad, el portero no se incluye entre los puntos fuertes del equipo, y si al final lo hace es restándose importancia. «Todo el mundo dice que la portería es lo más importante en este deporte, pero ya te digo yo que si el equipo no está, por muy bien que esté el portero no estaríamos donde estamos. Yo estoy para parar, pero mis compañeros reciben pelotazos por no encajar, presionan bien y meten goles... y si no metes no ganas».

Con sus piezas afinadas Peñíscola espera avanzar en esta Copa llena de retos. El primero es un Jimbee Cartagena que empezó a engrosar su palmarés hace apenas dos años y que ganó su primera liga el pasado curso. «No nos cerramos a nada. Sabemos que en eliminatorias a un partido puedes ganar a cualquiera, como ganaron Antequera o Betis la Final Four. Sabemos que el partido será difícil, que ellos son favoritos ya solo por presupuesto, pero hay que jugarlo. Si estamos como hasta ahora sabemos que vamos a competir hasta el final. Y luego más allá de este partido no se puede pensar».

Pase lo que pase en Murcia, en la liga o en la Copa del Rey, Gus aún tiene cuerda para rato. «No estoy cansado de jugar ni de entrenar, ambas cosas me encantan. Si hubiese visto que no me merece la pena o me da igual ya lo habría dejado. Otra cosa son los viajes… porque son 24 años haciendo muchos, algunos muy largos, y cada vez con menos descanso. Creo que jugaré otro año en Peñíscola y a partir de ahí veremos cómo va la temporada. No solo depende de mí, también del club, del entrenador o de las lesiones».

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