Marc, portentoso, deja en coma a sus rivales
El español realizó una exhibición de rally de velocidad y endosó 41 minutos a Despres, mientras Sainz era segundo en coches
Estaban escondidos como hormiguitas y cuando han pisado el acelerador enseñaron su verdadera tez. Decía Coma que él no era el favorito en el nuevo raid, porque su moto KTM había cambiado de neumáticos (de Michelin a Pirelli) y lo acusó en alguna carrera. Advertía Carlos Sainz que no podía decir que el trazado suramericano le beneficiaba, pues nunca había recorrido estos lares con un coche. Eran palabras de cocodrilo ante este periódico. De cocodrilos excelentemente preparados para comerse el primer raid del cono sur.
Marc ofreció una lección magistral de pilotaje en un terreno duro y se adjudicó la primera etapa, 371 kilómetros entre Buenos Aires y Santa Rosa, con una superioridad desbordante.
Sobre cuatro ruedas, Sainz (VW) era segundo después de aplicar un fuerte ritmo con suma inteligencia. Arriesgó sin jugársela al máximo y sólo fue vencido por el qatarí Al Attiyah (BMW). Las cosas comienzan bien para la «Armada».
Marc impuso un ritmo infernal, incluso en las múltiples curvas de noventa grados, y se escapó rápidamente en una jornada que auguraba «difícil», por la incógnita del estado y la resistencia de las ruedas.
«Me puede pasar lo que a Cyril»
Temía el barcelonés que los Pirelli le jugaran otra mala pasada. Era la preocupación que también manifestaba el gran favorito, Cyril Despres. Los dos, pilotos oficiales de KTM, saben que las nuevas gomas están menos desarrrolladas técnicamente y ofrecen menos garantías. A la hora de la verdad, el miedo se hizo realidad. Despres y Viladoms lo sufrieron en sus carnes. Pincharon y no pudieron remontar. Perdieron 41 y 40 minutos ante el ganador.
«No lanzo campanas al vuelo, a mí me puede pasar lo mismo», decía el catalán. «Lo importante, ahora, es no cometer errores». En efecto. Lleva 22 minutos de ventaja sobre el segundo clasificado, el polaco Czachor, y ha dado un golpe de mano para conquistar su segundo Dakar. Debe guardar la ropa. Y los Pirelli.
Carlos, el primer Volkswagen
Muchos menos, dos minutos y diecisiete segundos, necesita Sainz para enjugar la ventaja de Al Attiyah. Escuchaba Carlos, en la guerra psicológica previa, que Mitsubishi únicamente pensaba en un enemigo de Volkswagen, De Villiers, y el madrileño ha contestado en la pista como el mejor VW.
El león del desierto, Peterhansel, era quinto, a casi cinco minutos, en una etapa de mucha vigilancia entre los candidatos a la corona, como también confirmó Roma, octavo, que solamente perdió diecisiete segundos respecto al francés. Si en motos las cartas están descubiertas sobre el tapete, en coches siguen tapadas.
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