Rui Costa amarga el doblete de los españoles

Fascinante como siempre el Mundial de ciclismo, siete horas y cuarto los corredores sobre la bicicleta a bordo de una lluvia pertinaz, fatiga extenuante en cuerpos ateridos y consumidos, el título se resolvió por sangre fría, cálculo y pulsaciones bajo control. El portugués Rui Costa, el de los etapas en el pasado Tour, conquistó el oro en Florencia en un final vibrante, magnífico y de amarga resolución para la selección española. Purito, inmenso en su plan de ataque después de 272 kilómetros, se quedó con la plata y las lágrimas en el podio, superado por Rui Costa en el sprint. Valverde, otra vez medalla, la quinta, se quedó con el bronce y serio como una pasa al recibirla. Hubo cuatro mosqueteros en la última vuelta preparados para ganar y dos eran españoles, pero ninguno lo hizo. [Así lo hemos contado]

El Mundial entregó una secuencia maravillosa bajo la lluvia . Ese aroma que desprende esta carrera, seductora y competitiva, alegre y por países, no por equipos, los ciclistas medio irreconocibles por el agua y la camiseta de su nación. Fue así desde las diez de la mañana a las cinco y cuarto de la tarde, una trituradora sobre la intensidad del agua y el gobierno de la selección italiana, empeñada en martirizar a los favoritos, Sagan, Cancellara, Valverde, por encima de cualquier ritmo.

El impulso de los italianos y luego los belgas machacó a los últimos ganadores del Tour ( Wiggins y Froome abandonaron pronto ), también a Nairo Quintana. La carrera fue lanzada a ritmo vertiginoso al paso por las cotas, un pequeño Angliru de 600 metros, y un puerto de cuatro kilómetros en un circuito de 16.

Italia tenía a Nibali, que cayó a dos vueltas del final y perdió un minuto con un pelotón de lobos empujando hacia la meta. Pero Nibali se recuperó entre coches y por su amor propio. Orgullo italiano. [Las mejores imágenes de la prueba]

En la última vuelta, el pelotón agotado, los alemanes tratando de reventar al grupo, los belgas protegiendo a su líder Gilbert y los españoles mirando sin mostrarse en ningún momento, saltó Purito Rodríguez. El catalán destrozó el grupo con un derrote severo, al que solo respondió en igualdad Nibali redivido.

Se formó un grupo de cuatro con la meta a la vista. Purito, Valverde, Nibali y Rui Costa . Cuatro latinos , esencia del ciclismo. Nibali lo dio todo generoso, persiguiendo a Purito, llevando al grupo, Rui Costa se escondió tunante a rebufo de las cámaras, y Valverde midió a destiempo sus esfuerzos. Protegió muy bien a Purito cuando estuvo escapado unos segundos y se cortó las venas cuando, pasmado, no siguió a Rui Costa en su ataque del puente. Quiso que lo hiciera Nibali y eso ya era mucho.

Se montaron dos dúos a un kilómetro de la meta. Purito y Rui Costa por delante, Valverde y Nibali, unos segundos por detrás. En el sprint, Rui Costa le sacó de punto a Purito, que purgó su plata con un llanto desconsolado. Lo tuvo ahí. Valverde volvió a ganar el bronce en el duelo con Nibali, pero el doblete supo a poco después de atisbar en el horizonte un oro mundial sin Óscar Freire.