hockey hielo
La familia de Derek Boogaard demanda a la NHL por homicidio involuntario

Derek Boogaard , reconocido jugador de la liga nacional de hockey (NHL) sobre hielo, uno de los campeonatos más populares en Estados Unidos , murió a los 28 años víctima de una sobredosis involuntaria de analgésicos y alcohol cuando todavía estaba en la plantilla de los New York Rangers . Dos años después de aquella tragedia la familia Boogaard ha decidido presentar una demanda contra la NHL , a la que acusa de homicidio involuntario como responsable de los daños cerebrales que sufrió el jugador en la cancha, punto de partida de su adicción a los calmantes.
La muerte estremeció al deporte estadounidense en mayo de 2011. Boogaard tenía apenas 28 años, contaba con contrato en vigor con los Rangers y aparecía entre las figuras más reconocibles del hockey sobre hielo gracias a su papel como «enforcer» , el tipo más duro del equipo que suele protagonizar las peleas sobre la cancha. Esas batallas a puñetazo limpio , junto los golpes sufridos en partidos y entrenamientos, magullaron su cerebro, víctima del traumatismo cranoencefálico crónico (CTE, por sus siglas en inglés) que amenaza el futuro de la NFL de fútbol americano , pasatiempo nacional en Estados Unidos.
La familia de Boogaard señala a la NHL como responsable directa de su muerte por ese daño que presentaba el jugador en su cerebro , nada que ver con el de un joven de 28 años, y por su adicción a los calmantes por esa trayectoria de seis temporadas como «enforcer» en los que protagonizó varias peleas brutales sobre el hielo. «Para resumirlo en una frase tienes a un joven que queda expuesto a los golpes, le recetas píldoras para calmar su dolor , se vuelve adicto a las pastillas, te comprometes a tratar su adicción y no lo consigues», explica a The New York Times William Gibbs, abogado de la familia.
De las conmociones a los calmantes
Según el periódico estadounidense, que ha tenido acceso a la demanda presentada por la familia, el escrito de acusación no solicita una compensación económica determinada a la NHL, sino que pide un jurado sea el que determine la suma para cada uno de los ocho cargos presentados. La familia de Boogaard detalla que al jugador, involucrado en al menos 66 peleas , «se le proporcionó una gran cantidad de analgésicos, pastillas contra el insomnio e inyecciones con calmantes» para aliviar su dolor durante su carrera.
La demanda describe una cultura salvaje en la que todo valía para que las estrellas se mantuviesen sobre la pista. Por ejemplo, la demanda asegura que Boogaard recibió al menos 13 inyecciones del polémico Toradol en los dos últimos años de su carrera y que le llegaron a recetar más de 1.000 pastillas durante una temporada con los Minnesota Wild. Todo aquello desembocó en la adicción de Boogaard a los analgésicos que los equipos prometieron tratar, pero nunca llegaron a conseguir.
«En numerosas ocasiones, después de sufrir una conmoción , la NHL permitió a Boogaard regresar a jugar y combatir en el mismo partido o entrenamiento», señala la familia en la demanda, que critica la negligencia de la liga respecto a la gravedad de los repetidos golpes en la cabeza que sufren los jugadores, lo que ha derivado en cerca de 4.000 demandas presentadas contra la NFL de fútbol americano. Por el momento, ha declinado realizar comentarios al respecto.
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