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El último baile de Ray Lewis

A sus 37 años, uno de los jugadores más polémicos y carismáticos de la NFL, dice adiós después de ganar su segunda Super Bowl

El último baile de Ray Lewis EFE

víctor pérez

Nadie como Ray Lewis para describir a los Ravens, triunfadores en una trepidante XLVII Super Bowl marcada por el apagón del Superdome . Luces y sombras que se cruzan también en la carrera de Lewis, diecisiete temporadas en la NFL, considerado uno de los mejores linebackers de toda la historia, envuelto en mil escándalos hasta la penúltima noche, dividido el país entre admiradores y detractores. El rey de Baltimore.

Sonaba por última vez «Hot in Herre» del rapero Nelly en el M&T Bank Stadium de Baltimore, convertido en himno por Ray Lewis gracias a sus extravagantes bailes que han precedido durante años los partidos del equipo. Ray salió el último de todos, justo después de Joe Flacco, quarterback y figura en la Super Bowl, relegado otra vez al segundo plano. Era la noche de Lewis, colofon increíble para una trayectoria irrepetible. Aterrizó en 1996, por medio del «draft» en Baltimore para jugar en la nueva franquicia bautizada por un poema de Edgar Allan Poe, el reconocido escritor de cuentos de terror. Alrededor de un joven Lewis se forjó una defensa que intimidaba a cualquiera. Un equipo en auge a finales de los noventa en el que cayó como una bomba la implicación de Ray Lewis en un homicidio durante la XXXIV Super Bowl disputada en Atlanta entre Rams y Titans.

Un turbulento asesinato

El jugador de los Ravens se vio envuelto en una pelea que acabó con la muerte de Jacinth Baker y Richard Lollar. Lewis fue acusado, junto a los dos hombres que le acompañaban esa noche, por la policía de Atlanta, de asesinato y asalto con agravantes. Jamás se encontró el traje que llevaba aquella noche Lewis, que tras hablar con sus abogados negoció un acuerdo de inculpación por obstrucción a la justicia a la vez que rectificó su declaración para testificar contra sus dos acompañantes, Reginald Oakley y Joseph Sweeting. Lewis fue condenado a un año de libertad condicional y tuvo que pagar una multa de 250.000 dólares a la NFL, la mayor sanción no relacionada con el consumo de sustancias prohibidas. Desde entonces, el mundo se divide entre los que creen la versión de Lewis y los que no.

Marcado hasta el día de su muerte. «Vivo con ello todos los días de mi vida», explica Lewis, que regresó a los campos la temporada siguiente con un ritmo demoledor. Los Ravens conquistaron aquella Super Bowl gracias a una espectacular defensa considerada por varios especialistas como la mejor de toda la historia. Lewis fue nombrado el mejor jugador de aquella cita. La redención soñada.

Despedida en la cumbre

Doce años después, marcada en el calendario su jubilación, Lewis se plantó otra vez en la Super Bowl. Los titulares hablaban ahora sobre la despedida del auténtico líder del vestuario de los Ravens, una figura única en toda la NFL. El mismísimo «Mufasa», apodo con el que le llamaba el running back del equipo, Ray Rice. Antes de la cita de Nueva Orleans un reportaje de Sports Illustrated aseguraba que Lewis había utilizado un factor de crecimiento insulínico para recuperarse de una lesión que amenazó con poner fin a su carrera. Ante el escándalo, Lewis rechazó tajantemente las acusaciones.

Sobre el verde su actuación fue muy limitada, reflejo de la factura de la edad. Pero su papel como motivador fue indiscutible durante el gran partido del año, igual que en el resto de la temporada. Y los Ravens se alzaron con el Vince Lombardi con una acción defensiva sobre la línea, la mejor manera de despedirse para Lewis.

Una personalidad magnética, arrogante para muchos, diseccionado por la sociedad durante años, ahora se enfrenta a una vida sin fútbol. «Mi familia y mis hijos lo han sacrificado todo por mí, ahora tengo la oportunidad de sacrificarme por ellos», explicaba Lewis, devoto cristiano y padre de seis niños con cuatro mujeres diferentes. «Creo que nadie, honestamente, vive una vida perfecta», explica. Nadie como Ray Lewis.

El último baile de Ray Lewis

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