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ABC Cultural

El Supremo de EE.UU. detona una bomba contra Andy Warhol

Una sentencia afecta a uno de los genios de la utilización de imágenes creadas por otros

Warhol totalmente expuesto

El retrato fotográfico de Prince y la versión de Warhol Lynn Goldsmith; Andy Warhol Foundation
Javier Ansorena

Javier Ansorena

Corresponsal en Nueva York

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La copia, el plagio, la inspiración en otras obras creadas están en el centro de la creación artística. Ayer, el Tribunal Supremo de EE.UU. detonó una bomba en el centro del mundo del arte, con una sentencia que afecta a uno de los genios de la utilización de imágenes creadas por otros: Andy Warhol. Desde las latas de sopa Campbell hasta fotografías icónicas –realizadas por otros– de Marilyn Monroe o Elvis Presley, su obra está basada en el uso transformado de imágenes ajenas.

Lo que puede ser de verdad transformador es el impacto de la decisión del Supremo: limita de una manera nunca vista hasta ahora el llamado 'uso justo' de las obras de otros para la creación artística propia. El caso tiene que ver con una imagen del cantante Prince, un retrato tomado en 1981 por Lynn Goldsmith, una célebre fotógrafa del mundo del rock. Tres años después, la revista 'Vanity Fair' contrató a Warhol para que hiciera una de sus transformaciones de celebridades para un artículo sobre el músico cuando este publicó uno de sus mejores álbumes, 'Purple Rain'. La revista pagó 400 dólares a Goldsmith para utilizar su retrato como una «referencia del artista», con el compromiso de darle crédito y y utilizarla solo en ese número.

Warhol hizo una serie de 16 serigrafías de la imagen de Prince y 'Vanity Fair' usó una de ellas. Cuando Prince murió en 2016 por una sobredosis, la revista utilizó otra de imagen de esa serie y compensó a la Andy Warhol Foundation –propietaria de su obra tras su fallecimiento en 1987– con 10.250 dólares. Goldsmith no vio esta vez ni un duro ni su nombre asociado a la fotografía que tomó. Demandó y la batalla judicial ha acabado ahora en el Supremo, que se ha puesto de su parte, con siete magistrados a favor y dos en contra, y ha determinado que se violaron sus derechos de autor. En el fondo del asunto estaba decidir si lo que hizo Warhol es «uso justo» de la imagen de otro. El Supremo ha interpretado hasta ahora que sí lo es cuando la obra resultante es «transformadora», es decir, si «añade algo nuevo, alterando la primera con una expresión, significado o mensaje nuevos».

REPERCUSIONES

Artistas contemporáneos como Jeff Koons o Richard Prince dormirán hoy peor

Para la mayoría de jueces del Supremo, esa condición no se cumplía porque ambas obras tenían un objetivo comercial similar. «Defender lo contrario podría autorizar un amplio rango de copias comerciales de fotografía, usadas para propósitos sustancialmente iguales a los de las originales», explica la encargada de redactar la sentencia. Los magistrados discrepantes mostraron una preocupación: «Ahogará todo tipo de creatividad», «impedirá que se cree nuevo arte, música o literatura». Las repercusiones en la creación artística pueden ser enormes e imprevisibles. De lo que no hay duda es de que artistas contemporáneos como Jeff Koons o Richard Prince dormirán hoy peor.

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