Sara Mago vive, la lucha de Esperanza Aguirre sigue

'tierra trágame'

La escritora que nunca existió salvo como leyenda urbana para denigrar a la ex ministra de Cultura resucita en un concurso televisivo

La insólita respuesta de un concursante sobre la primera escritora española candidata al Nobel

Momento en el que el concursant de 'Atrápame si puedes' responde al rótulo aBC

Como diría Goebbels en un podcast de emprendedores pubescentes, «no dejen que una ridícula verdad arruine tremenda 'fake new'». O algo así. Estamos en Televisión de Castilla-La Mancha, horario 'access' (la historia no empieza mal, convendrán). Justo después de 'Ancha es Castilla-La ... Mancha', el programa que divulga las fiestas y tradiciones de la región, llega de lunes a jueves a las 21.45 horas 'Atrápame si puedes', concurso presentado por Frank Blanco, que hace poco vivió una jornada legendaria.

En este programa, Blanco pone a prueba a los concursantes con preguntas, retos y presunta diversión para conseguir un bote final que aumenta cada día. En este caso, nuestro protagonista se jugaba 25.100 euros. Y el presentador le formuló: ¿quién fue la primera escritora española en ser candidata al premio Nobel de Literatura? «Estoy dudando entre tres o cuatro», expresó el participante, dejando caer una posible erudición enciclopédica. Su respuesta final desmiente este respecto.

El agobio del hombre era palpable, no tenía ni pajolera como ninguno de nosotros. Y es entonces cuando ni Salvador Dalí de LSD hubiera sido tan desconcertante. «Te diría… Sara Mago». Y el silencio cuántico típico de este tipo de programas, su rostro preocupado en primer plano. ¿Qué sucederá ahora? El presentador no hizo sangre y sólo dijo: «Esa es tu respuesta». Como sabrán, incorrecta. Sara Mago es una invención burlesca y Saramago, si tal, es hombre y portugués. Las redes gozándosela, que si descartó a 'Eva Cuada' o 'Ana Bolizante'. Pero habría que verse en una así, yo igual salgo con Ana Rosa Quintana.

La historia de Sara Mago es un monstruo del Lago Ness socialista. Le atribuyen a Esperanza Aguirre, del 96-99 como ministra de Cultura y objeto de mofa de 'Caiga Quien Caiga', que un mal día respondió al ser preguntada en la Feria del Libro: «¿Le gusta Sara Mago?». «Sí. Sara Mago, gran pintora». Otra versión dice que dijo que «no había leído a Sara Mago». Es una anécdota apócrifa, leyenda urbana sin certificar aunque muchos perjuran haberlo visto o alucinar con que no sea así, y en la sección de Cultura de este periódico se recuerda como su jefe de gabinete llamó para desmentirlo tajantemente, tal fue el ciclón ahora resucitado y que se da ya por bueno en alguna prensa digital. Sara Mago existe, son los periodistas.

Y Concha Espina, esa era la respuesta correcta. En 1926 rozó la gloria, y 1929 y 1931 también fue la candidata española al Nobel, una pregunta fastidiada quizá también por ser una figura olvidada por franquista, según Juan Manuel de Prada, estación de metro en la capital mediante. En su libro 'Raros como yo', glosa: «En vida, la tropa vil de la Real Academia se negó a apoyar su candidatura al premio del dinamitero sueco. Y, una vez muerta, los sexadores de la amnesia histórica se despepitan por quitar su nombre a las calles que perpetúan su memoria. Pero, ¿cómo va a celebrar esta época canallesca a una mujer que se pone guapa antes de reunirse con Dios?». Y, mientras, Sara Mago más viva que nunca. Aunque sin parada de metro... de momento. Tiembla Cervantes.

PS: En octubre de 2003, Esperanza Aguirre envió una carta a este diario para enmendar la plana al propio Juan Manuel de Prada por «dar pábulo a una vieja falacia». «En el número de anteayer de su periódico, su colaborador habitual Juan Manuel de Prada da pábulo a una vieja falacia inventada por los adversarios políticos del Partido Popular acerca de unos inexistentes comentarios que jamás he hecho sobre un escritor portugués. Llevo más de siete años retando a que alguien me demuestre que yo he hecho alguna vez esos comentarios y nadie ha podido demostrarlo. Creo que para los lectores de ABC tiene que quedar definitivamente claro que jamás han salido de mi boca las palabras que se me atribuyen sobre José Saramago».

Pero como le decía C. Tangana el otro día a Jordi Évole, las coplas más exitosas son aquellas de las que se olvida la autoría (y que vuelan libres y virales por platós de Castilla-La Mancha y el imaginario popular, cabría añadir y desmentir. Sara Mago vive, la lucha de Esperanza Aguirre sigue).

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