FESTIVAL EN SANLÚCAR PARA 'MI SOBRINO MANUEL'
Puerta grande para la solidaridad de los toros: Sanlúcar de Barrameda se llenó con 'Mi Sobrino Manuel'
El festival benéfico logró su principal objetivo con una plaza de toros prácticamente llena en una jornada que jamás olvidarán los familiares de este pequeño de Coria del Río
El festival de Manuel, el niño sevillano que ha conquistado al mundo de los toros

Pasadas las cinco de la tarde ponía sus pies sobre el ruedo el risueño Manuel de la mano de Enrique Ponce, la gran figura valenciana recién despedida de su imperio mexicano que hacía este benéfico paseíllo, como todos sus compañeros y participantes, a favor de la Asociación Mi Sobrino Manuel, entidad que está canalizando la recogida de fondos para la investigación de la enfermedades raras que padece este pequeño de Coria del Río: síndrome de Dandy-Walker y mutación del gen RAC1. Se trata de una captación de fondos tan generosa que en lugar de destinarse a sufragar los elevados costes de manutención del pequeño se centra en la contratación de una investigación para posibles casos similares. Que el ejemplo de Manuel y la generosidad del mundo de los toros sirvan para el día de mañana.
Se llenó la plaza sanluqueña como principal triunfo de un festejo en el que sólo falló el toro, pues, entre otros muchos defectos, la gran mayoría de los animales llegaron huérfanos de entrega y estilo. Dicen que «a caballo regalado, no le mires el diente», pero hay ocasiones en las que los regalos conviene que al menos vengan medianamente envueltos. No le pondremos pegas a toros como los que mandaron Fermín Bohórquez, La Palmosilla, Ave María o Torrehandilla, pese a que éste último distó en su comportamiento de la bravura que seguramente busca el criador, pues tuvieron la elegancia de mandar novillos bien rematados; pero hay otros ganaderos que, si no tenían nada mejor que regalar, mejor que hubieran declinado la invitación a participar este festejo porque ni una plaza llena con cinco mil aficionados ni una figura del toreo merecen encontrarse con becerros recién sacados de la pradera. Si a los toreros les exigimos un mínimo de preparación, a los animales también, por favor. Conste que desde esta tribuna siempre se valora la generosidad de quienes participan en estas causas y pocas veces se enjuicia con severidad sus actuaciones, pero es una pena que después de un día tan bonito como el de ayer los aficionados apenas puedan recordar momentos artísticos reseñables.
Pongamos que recordarán la disposición sin ambages de un Borja Jiménez que aterrizó horas antes procedente de México para encontrarse en Sanlúcar de Barrameda con el verdadero picante, el que traía el serio y exigente novillo de La Palmosilla que tantas veces lo puso a prueba y con el que jamás entregó la cuchara. Si hay algo que este cronista especialmente recordará de él será su estocada, por lo bien que ejecutó la suerte y por la esperanza de que no sea casualidad y por fin recobre la seguridad con la espada.
También habrá que recordar la majestuosidad de un Enrique Ponce que mantiene, ya retirado oficialmente, la figura de un adolescente y que supo encelar y tapar todos los defectos de un animal falto de entrega al que terminó metiendo en su canasto. Tuvo buenos momentos Manzanares con el novillo de Álvaro Núñez, pero tenía éste tan poca presencia como informalidad en su aniñada embestida. Un novillo con matices importantes que no debía haberse lidiado de esa manera, pues no cabe duda de que con otro remate hubiera embestido con más formalidad, aplomo y, por lo tanto, profundidad.
Muy tarde se apretó Pablo Aguado con el incierto animal de Ave María, que embistió en la muleta con los mismos gestos que había anunciado durante su salida al ruedo al 'rematar' en el burladero, buscando primero las alturas de las tablas y después el palillo de la muleta. En ese tramo final fue cuando el sevillano más se comprometió, armándose de confianza para extraer dos meritorias series por ambas manos. Al torero local Germán Vidal 'El Melli' hay que reconocerle su inagotable esfuerzo en una faena llena de entrega, así como el estilo del novillero Aarón Palacio ante un 'tren bala' de Fuente Ymbro y el mérito de Martín Morilla ante la poca raza y nulo estilo de su fuertote novillo.
Al final sacaron a Manuel a hombros, que era lo importante. Puerta grande a la generosidad del toreo.
FESTIVAL 'MI SOBRINO MANUEL'
- Plaza de toros de Sanlúcar de Barrameda. Domingo, 16 de febrero de 2024. Festival con picadores a beneficio de la asociación 'Mi Sobrino Manuel'. Casi lleno en los tendidos. Dos horas y cincuenta minutos de festejo. Se lidiaron toros de Fermín Bohórquez (encastado y sin entrega), Álvaro Núñez (mal presentado; informal en su mansedumbre aunque con matices de interés), La Palmosilla (exigente, sin clase ni entrega), Ave María (incierto y poco humillador), Virgen María (bravo y con irrregular movilidad), Fuente Ymbro (eléctrico y masno) y Torrehandilla (bruto y de mal estilo).
- Enrique Ponce. Estocada y descabello (oreja).
- José María Manzanares. Dos pinchazos y estocada (ovación).
- Borja Jiménez. Estocada (dos orejas).
- Pablo Aguado. Estocada (oreja).
- Germán Vidal 'El Melli'. Estocada (dos orejas).
- Aarón Palacio. Estocada y estocada caída (oreja).
- Martín Morilla. Pinchazo y estocada (ovación).
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete