El exilio taurino de Manuel Martín Morilla
El novillero de Morón de la Frontera se ha inscrito en la escuela de Arlés (Francia) en busca de nuevas oportunidades
Manuel Martín junto a la estatua de Joselito el Gallo en la Macarena
En Sevilla lo conocen por ser el hijo del escultor Manuel Martín Nieto, de cuya obra sobresale popularmente, entre numerosas imágenes representativas de la Semana Santa, el monumento a Joselito 'El Gallo' de la Plaza de la Esperanza Macarena. En Morón de la ... Frontera hablan de él como el nieto del que fuera alcalde de la localidad, empresario taurino, propietario de la plaza de toros y apoderado Manolo Morilla, figura destacada de los años noventa que protagonizó un controvertido tándem junto al Jesulín de Ubrique más mediático. Y en función al brillo que desprendan las lentejuelas de su traje de luces se podrá reconsiderar ese tratamiento hacia el artista y el taurino como los «padre» y «abuelo» de un incipiente torero.
Manuel Martín Morilla se presentará como novillero en su tierra en la eósfora de su mayoría de edad. Lo hará el próximo 18 de marzo desde el centro del paseíllo, con Manuel Díaz 'El Cordobés' a su izquierda y Cayetano Rivera Ordóñez a su derecha. Será en la plaza de toros que lleva el nombre de su abuelo, con el que parece mantener distancia profesional: «Cuando decidí ser torero, él ya no tenía ninguna vinculación con este mundo. Está muy mayor». En casa del herrero, cuchara de palo. Y pese a contar con un tío suyo que sí ejerce como apoderado —hijo del conocido empresario—, le ha entregado las riendas de su carrera a Antonio Garzón, hermano de Luis y José María, y al empresario Julián Sánchez.
La relación profesional con el pequeño de los hermanos Garzón mantiene un halo de romanticismo. «Yo entiendo el apoderamiento como se hacía antiguamente. Hablamos a diario, salimos a pasear durante horas, buscamos tentaderos, novilladas… Sólo a través de la intimidad y la transparencia se puede con construir un proyecto así», explica Antonio.
Martín Morilla fue una de las grandes sorpresas que deparó la pasada temporada el ciclo de novilladas de promoción de Andalucía. Las cámaras de Canal Sur lo proyectaron como una de las nuevas esperanzas del toreo sevillano, al igual que Manuel Luque 'El Exquisito', Manuel Jesús Carrión y Javier Zulueta. Paradójicamente, no estará en la próxima edición. La falta de oportunidades que aquí se le ofrecen ha motivado que haga las maletas y emigre, taurinamente hablando, a Francia. Se ha inscrito como alumno de la escuela taurina de Arlés, donde le aseguran mayor bagaje. De momento, estará el 26 de marzo en el 'Trofeo Sebastián Castella' de Bellegarde (Francia), el 8 de abril en Arlés en la matinal que precederá al mano a mano de Sebastián Castella y Roca Rey con los toros de La Quinta y el 29 de mayo en Vic-Fezensac.
En la primera 'Taurina de ABC' que se publicó en el mes de noviembre se recogía la denuncia de Morante de la Puebla sobre ese «monopolio» de las novilladas organizadas por las escuelas taurinas de Andalucía que sólo admiten a los alumnos de sus propias estructuras. Esta controvertida norma impedirá ahora que Martín Morilla, pese a ser una de las grandes revelaciones del 2022, participe en el próximo ciclo de promoción. Es decir, que mientras que Francia le abre todas sus puertas a un novillero con condiciones para ser torero, Andalucía se las cierra. Tan evidente el despropósito normativo como el acierto en la decisión: en primavera tiene firmados casi tantos festejos como a los que aquí optaría durante toda la temporada en el caso de ser uno de los grandes triunfadores.
Tanto el novillero como su apoderado reconocen la decepción que les ha supuesto tener que optar por una u otra opción: «Cuando se nos presentó la oportunidad de Francia sabíamos que no podíamos dejarla escapar. Es la única manera de torear un número importante de novilladas y llegar con ambiente y bagaje al siguiente escalafón. Todo dependerá de lo que ocurra en el ruedo, que ya de por sí es un éxito».