TOROS EN LAS COLOMBINAS DE HUELVA 2024
David de Miranda sueña despierto con la tarde de su vida: del indulto a Barba Verde a la categoría de Fandango
Corta siete orejas –dos de ellas simbólicas–, deja cinco estocadas, indulta un toro y cuaja sus cotas más altas como torero en su primera encerrona en las Colombinas
Zulueta se apropia del cheque al portador de Las Colombinas: Dosjaleos, el novillo que rozó la excelencia
![David de Miranda indultó al bravo Barba Verde, de José Luis Pereda](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/08/01/david-miranda-indulto-RvlEGsMgpKmEh4jA7HBzBnL-1200x840@diario_abc.jpeg)
Le dio la alternativa José Tomás, abrió la puerta grande de Las Ventas y le cortó las dos orejas al sublime Tabarro. Los tres hitos de su carrera –junto a la triste voltereta que a punto estuvo de robarle el derecho a caminar–, ahora por ... debajo de su culmen artístico. El de la encerrona en su plaza, cuando logró torear como jamás había toreado: entregado en una suerte liberación de aquel corsé mental que tanto lo aprisionaba estéticamente. Especialmente lento y reunido en un concepto consolidado sobre un valor descomunal. Por todo ello, además de por las siete orejas, cinco estocadas y el toro indultado, fue ésta la tarde de su vida.
Cuando a las ocho y media dobló las manos Valiente, David de Miranda ya había teñido el blanco de su vestido en sangre de toro y plata. El tinte del compromiso como prueba del pañuelo de quien venía a vaciarse en cada oportunidad que le brindasen. Como con este Valiente, el primero de Santiago Domecq, la ganadería que lo bendijo la pasada Feria de Abril, un toro bastito en sus casi seis años que despertó clase, codicia y ritmo por el pitón derecho, el más impresentable de sus dos indecorosos cuernos. ¡Ay, el veedor! Se entendió con él Miranda, menos rígido en su manera de alargar por bajo cada muletazo. Fue en un cambio de manos sacado por detrás cuando el toro lo descubrió en el hueco ofrecido y se lo subió sobre sus lomos, sin poder con la voluntad de un torero desatado.
A las nueve de la noche, cuando Fandango –qué nombre más bien tirado– iba arrastrado por las mulillas, ya no quedaba blanco en las taleguillas. Un tintura que entonces apareció en los tendidos, donde gritaban «¡torero, torero!» tras el alarde de valor y capacidad de Miranda, que iba escalando sobre su propio Everest. Con cinco años cumplidos, mucha categoría en su estampa y el aval de la víspera en Azpeitia –la triple puerta grande sevillana– hacía este Fandango el debut de Loreto Charro en las Colombinas. Un toro tremendamente serio, aunque muy armónico en todo su conjunto. Desde sus largos y acucharados pitones hasta el remate en sus cuartos traseros. Que tuvo ese punto picante que le daba aún más seriedad a todo lo que le hicieran, como ese explosivo final cuadrado frente a las dagas de este excepcional animal que por entonces ya había perdido su punto de celo.
Y a las nueve y media de la noche entregaba Miranda los trastos del protagonismo a Barba Verde, un toro nacido para ser recordado aunque en su timidez inaugural escondiera un talentoso estilo que sólo frente a la muleta destapó: tantas revoluciones como transmisión y calidad. Un toro fuerte, un punto basto bajo su burraca capa, que empezó con genio en los capotes y terminó rebosando entrega. Sonó 'Mi Amargura', que no fue la única marcha de palio interpretada –después llegó 'Callejuela de la O'–, en la faena más emocionante de la tarde; redondo el torero en cada remate, especialmente en los pases de pecho. El toro regresará a La Dehesilla por aclamación popular. Larga vida al rey del campo.
Fue el cuarto, de Victorino, el punto de inflexión con su descastado estilo, que marcó una inercia descendiente algo suavizada con la firmeza del torero ante la falta de empuje del quinto, de Villamarta, y la escasez de entrega del sexto, de Domínguez Camacho, que suplió a medias ese defecto con un potente motor. A las once menos diez de la noche marchaba David de Miranda sobre los hombros de sus paisanos, de sus familiares y de sus partidarios. Un final, como todo su conjunto, que jamás olvidará.
Feria de Las Colombinas
- Plaza de Toros de La Merced de Huelva. Jueves, 1 de agosto de 2024. Media plaza. Dos horas y cincuenta minutos de festejo. Dos tercios de plaza. Se lidiaron toros de Santiago Domecq (con codicia y ritmo aunque indecorosamente presentado), Loreto Charro (vibrante, aunque venido a menos), José Luis Pereda (indultado por bravo), Victorino Martín (sin raza), Villamarta (falto de empuje) y Domínguez Camacho (con motor aunque sin entrega).
- David de Miranda, de blanco y plata. Estocada (oreja); estocada (dos orejas); suerte simulada tras el indulto (dos orejas simbólicas); estocada tendida (ovación); estocada (oreja); estocada delantera y tendida (oreja).
- Incidencias: debutó como presidente de La Merced el crítico taurino onubense Pepe Ruciero. Actuaron como sobresalientes Enrique Martínez 'Chapurra' y Alejandro Parralo. Se indultó a Barba Verde, de José Luis Pereda. Destacaron en banderillas Curro Robles y Fernando Sánchez.
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