La Taurina de ABC
El Cid: «Soy torero, he reaparecido y quiero seguir toreando»
El paradójico caso del torero de Salteras es chirriante: pese a reaparecer con creces en la pasada Feria de Abril no tiene corridas contratadas
Victorino le devuelve la categoría a la Maestranza y el crédito a los toreros con una corrida histórica
Manuel Jesús 'El Cid' cortó una oreja, que pudieron ser dos, en su regreso a los ruedos
Los triunfos, que siempre se miden a través de la intensidad y sugestión del momento, convienen ser calibrados bajo la reposada perspectiva del tiempo. Despojarlos del instinto natural de la emoción para segregarlos de los inevitables sentimentalismos. Que son dos de las cualidades que ... impregnaron la 'efímera' –ahora explicaremos por qué– reaparición de Manuel Jesús 'El Cid', aunque no fuesen las únicas. Ahí siguen imborrables la huella de su toreo al natural, su poso inveterado y su magisterio lidiador. Casi tres lustros sin que Sevilla se entregara con el de Salteras, que en una especie de secuela de aquel Rocky Balboa, que tras veinte años de retiro reapareció para enfrentarse al campeón de los pesos pesados, también tenía ánimos e impulso para la última épica de su carrera. Con toros de Victorino y en la Maestranza.
Y es por eso por lo que resulta incomprensible que Manuel Jesús 'El Cid' no tenga una sola fecha apuntada en la agenda de su «efímera» –ahora sí– temporada. Ni tenía corridas contratadas antes de reaparecer en la Maestranza ni las ha logrado tras hacerlo. Es inevitable recordar lo que se le preguntó en aquella entrevista publicada el pasado mes de diciembre en este periódico con motivo de su regreso: «¿Sería una decepción verse fuera de las ferias? Ni una decepción ni un fracaso. Ni sé dónde voy a empezar ni sé dónde voy a terminar». Eso decía con la prudencia del momento, con la temporada aún en la cocina. Finalmente empezó en Sevilla, pero ¿dónde terminará? No debe ser plato de buen gusto para un maestro que, en la rampa de los 50 años, y tras el esfuerzo personal y profesional, no logra la más mínima atención del empresariado. Sobre eso responde nuevamente, aunque de un modo lógicamente desilusionado: «Siendo sincero, pensé que iba a tener mayor repercusión y que me vería anunciado en otros sitios».
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ContinuarNo tiene nada concretado, aunque sí «hay cosas en el aire». Sus apoderados, Santiago Ellauri y Pedro Rodríguez Tamayo, que también representan a Álvaro Lorenzo y Adrián de Torres, permanecen a la espera. El de Salteras no se impacienta: «Ni le echo las culpas a los empresarios ni se la puedo echar a mis apoderados. El sistema lleva mucho tiempo así montado, y entiendo que haya toreros con mayor interés». Ya avisó en su momento que no se planteaba torear «cincuenta corridas de toros», pero sí hubiera agradecido una campaña más justa con él. «Hay ferias en las que me hubiera gustado estar, como Santander o Valencia, que han salido después». Se define como una persona «muy cerebral», que no se deja llevar por las emociones. «Intento no hacerlo para que no me afecte, aunque es algo que tengo ahí dentro».
Pese a la contrariedad, no tira la toalla, aunque es consciente empieza a ser difícil que surjan muchas más corridas: «Soy torero, he reaparecido y quiero torear. No voy a cambiar nada ni pretendo quitarle el sitio a nadie. Es la situación que me ha tocado vivir y la respeto, aunque esto me motiva para que a la mínima oportunidad que me vuelvan a dar tenga la necesidad de dar otro toque de atención».
Durante la conversación con este periódico se le insiste por la posibilidad de que al concluir la temporada decida regresar al tendido: «Seguiré en activo mientras el físico aguante y tenga ilusión. Sé que posiblemente dentro de dos años no pueda más y me tenga que ir, porque mi concepto poderoso y las corridas tan exigentes que toreo piden mucho de mí. Y sólo ante esa impotencia tomaré la decisión de marcharme. Mientras tanto, me ilusiona seguir preparándome. Es mi motor de vida. Tengo ilusión por hacer disfrutar a la gente, que es lo único que está en mi mano». Por el momento, lo único que parece seguro, en vista de los resultados, es que volverá a repetir el próximo año en la Maestranza, que es la única plaza que en 2023 ha querido contar con él. «Ramón –Valencia– nunca dudó en ponerme, cuando otros sí parecen haber dudado».