El desafío a la muerte de un imponente Roca Rey, cogido por sus dos toros
El mandamás peruano corta tres orejas y vuelve a nacer: prendido por su primer toro, pasa a la enfermería y sale para dar cuenta del último, que lo estampa contra las tablas y coge también a Cayetano
Apabullante gobierno de Luque en una corrida vacía
![Roca Rey, a merced del segundo toro de Bañuelos](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/07/25/roca-rey-U501618580855V8G-R4nc04F8TZdE15XgQxQwQMO-1200x840@abc.jpg)
No habrán visto los ojos de Cuatro Caminos escena más pavorosa. Como si todas las veredas condujesen al horror. Un recuerdo para todos, para los aficionados y para los indeseables animalistas que soñaban con la muerte de los toreros en los aledaños de la plaza. ... Sí, los toros cogen. Los toros matan. A Roca Rey se lo recordaron por partida doble: los dos de su lote tatuaron medallas de sangre y honor en su piel. Porque cuando un hombre pisa los terrenos del fuego, los pitones queman. Y ante la furia peruana abrasan.
Salía el héroe de la enfermería después de una durísima cogida en su primero para dar cuenta del otro. Era el último de la tarde, de nombre Almibarado. ¿Almibarado? Sus muertos. Un manso con dos escopetas cargadas que no perdonó en el primer muletazo a pies juntos. Directo se fue a su cuerpo, como para partirlo en dos. Hasta estamparlo contra las tablas en la imagen más horrible de la temporada, con signos de extremaunción. Los dedos que se deslizaban deprisa sobre el teclado por la premura del cierre temblaban entonces. Como el corazón de toda la plaza. Se llevaba el gentío las manos a la cabeza, algunos se tapaban la mirada para no ver tanta crudeza. No sólo quien esto firma sintió que la hora final se acercaba. Pero habría más terror. Mientras el torero de burdeos y azabache -con el terno 'in memoriam' por el Yiyo- se encontraba a merced del destino, el director de lidia se fue hacia Almibarado, perdió pie y el de Bañuelos le propinó un escalofriante volteretón. El parte de guerra se extendía...
![Violenta cogida de Roca en el sexto](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/07/25/roca5-U35020452802czp-624x350@abc.jpg)
Desde el palco, sin más cámaras que los propios ojos, sin repeticiones ni vídeos, el miedo se acrecentaba. Los de derecha e izquierda tartamudeaban. Temblorosos... Con la fe depositada en Santiago Apóstol: sus estampitas besaban dos señoras cuando ambos toreros se incorporaron. El 25 de julio no era un buen día para morir. King Roca no se amilanó, todo lo contrario: encajó los derrotes del toro como Alí el martilleo de Foreman. Mientras en los tendidos de los mortales se digerían aún las cogidas, el peruano mantenía la claridad mental con un valor que atravesaba cualquier barrera atmosférica. Abisal y épico. Atónitos asistíamos todos a la autoridad que imponía Andrés, que devoró con su soberbia ambición y su condición de número uno al toro que le había querido devorar. Su Almibarado nombre era lo único cursi de aquella faena de torero macho. Por lo civil o por lo criminal, el toreo está en sus manos. Dos orejas de ley se ganó.
Entraba de nuevo Roca al ring para dar cuenta del tal sexto después de la tremenda cogida que había sufrido con Extraordinario, lo opuesto a su bautismo. Pronto cantó la gallina de su mansedumbre. Y de su genio. Miraba, radiografiaba al matador y se vencía. Un listo, que no hay tarde sin listo, saltó con la cantinela del pico. A un tío que estaba con un aplomo bestial frente a un marrajo. De dramática manera lo prendió en un pase de pecho. Con las piernas entrelazadas al pitón cayó en la arena mientras Cayetano, que se jugó la vida por dos veces para salvar la de Roca, salía a cuerpo limpio a hacer el quite y agarraba los cuernos para zafar a su compañero. Un capote cubriría luego la silueta de Roca mientras las dagas la rozaban. Interminables los segundos de angustia.
![Cayetano, cogido también por el sexto toro al intentar hacer el quite a Roca](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/07/25/cayetano-U62783842313FIG-624x350@abc.jpg)
Con el orgullo crecido se incorporó y se marchó hacia el toro, que se había pirado a los terrenos del 6. Allí plantó Roca Rey sus bemoles frente al bañuelos. Hundidas sus raíces y descosidos los machos. Miraba el Jaguar del Perú al público, que rugía ante tanta firmeza. Apabullante por delante y por detrás. De otro mundo el torero de 26 años al que coreaban. «¡Roca Rey, Roca Rey!», un estribillo que unía con Pamplona. Derecho y despacito se tiró a matar hasta pasear una oreja con petición de otra. No caería la segunda, pero sí el gallo al peruano de los espolones afilados. Suya fue la puerta grande, aunque no pudo cruzarla: le esperaba la de la enfermería, donde le atendieron de varias contusiones. Un milagro para lo que pudo ser.
Feria de Santander
- Plaza de toros de Cuatro Caminos. Martes, 25 de julio de 2023. Tercera corrida, festividad de Santiago. Lleno. Corrida de Antonio Bañuelos, la más seria de lo que va de feria, mansos; destacó el 3º.
- Cayetano, de azul Soraya y oro. Estocada corta tendida (silencio). En el cuarto, estocada tendida (silencio).
- Roca Rey, de burdeos y azabache. Estocada desprendida (oreja con petición de otra). Pasa a la enfermería. En el sexto, pinchazo y estocada (dos orejas). Pasa a la enfermería con diversas contusiones.
- Aguado, de catafalco y plata. Dos pinchazos y estocada tendida (saludos). En el quinto, estocada y dos descabellos (silencio).
Como milagroso fue que Cayetano se marchara por su propio pie después de jugarse la vida literalmente por un compañero. En deuda está Roca con él. Con todo lo vivido, al fondo quedaba el sirimiri de torería de Aguado al toro de más calidad -al que no logró cuajar- de una mansa y compleja corrida. Fue la tarde de Roca Rey, el 25J en el que volvió a nacer.
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