Faena de rabo de un imbatible Diego Ventura en Palencia
El caballero de La Puebla deslumbra, corta cinco trofeos y abre la puerta grandes
Juan Ortega se sabe el toreo y lo canta en la séptima de Pablo
![Diego Ventura pasea las dos orejas y el rabo del quinto toro de Guiomar](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/09/01/diego7-RtRN8CZPD2DFjovLmJhQWJL-1200x840@diario_abc.jpg)
Inconmensurable Diego Ventura. Arrebatado, desatado y en maestro. Sin enemigo que le haga sombra, aunque traten de oscurecer su carrera por los celos y vetos más absurdos y dañinos de la historia del arte de Marialva. Aunque se empeñen en que el tráiler de su ... cuadra marque el kilómetro cero en el norte, no hay rejoneador que desencadene tantas emociones. Su apellido se sucedía desde la mañana: Ventura, Ventura... Multipliquen por miles. En los aledaños de la Iglesia de San Pablo, en el parque Isla Dos Aguas, en el túnel de la estación de tren... Todos se subían al vagón del caballero de La Puebla del Río, que congregó a más de tres cuartas partes de los tendidos en una de las mejores entradas de la temporada de verano (con permiso de Roca) y la más abultada de lo que va de feria.
Qué pelotazo la corrida de rejones al reclamo del centauro más taquillero. Gente del sur y, sobre todo, gente del norte. En la conciencia quede de quien lo teme, como en la de quienes desprecian un espectáculo que el público demanda. Sólo había que mirar ayer el sol y la sombra, la sombra y el sol, enfervorizados con su raza de figura y con esa manera de llenar el escenario, un don al alcance de tan pocos.
Si ya su primera faena fue una lección de toreo a caballo, deslumbrante nació, se desarrolló y murió la del quinto. Sobre la montura de Guadalquivir, la máxima belleza alazana, apareció Diego mientras cantaban el 'Rey' en una bofetada a Pamplona. Más de 622 kilos tenía este Ratinha de un desigual conjunto de Guiomar, que colaboró para la gloria de un centauro que expuso hasta el último cairel. Con una torería que embelesaba ya sólo con ese modo de caer en la montura. Auténticos muletazos eran sus cites y encuentros a lomos del fino Nómada, de tan inmenso corazón.
Pero el Lío se formó con un corcel de tal bautismo: soberbia su doma, con un 'passage' de altísima escuela, antes de las banderillas al quiebro. Toreramente colocaba a Ratinha –qué importante es el sitio también en el toreo a caballo– y desde la otra punta lo citaba en quiebros de plaza en pie. Puro arrebato Ventura: desatado, desataba pasiones nunca vistas. Ahí quedaron las piruetas en la cara, el desplante de rodillas y las rosas antes de que subiera la factura del teléfono. ¡Menuda conferencia! La hora final acercó más la apoteosis: después de enterrar un rejón, el propio caballero quiso apuntillarlo. «¡Torero, torero!», gritaban. Tres pañuelos blancos y dos orejas y rabo inapelables.
Feria de Palencia
- Coso de Cuatro Caminos. Domingo, 1 de septiembre de 2024. Cuarta corrida. Tres cuartos largos de entrada. Toros de María Guiomar Cortés de Moura, desiguales de presencia y de juego variado, buenos en conjunto.
- Sergio Galán, de azul: rejón (oreja); pinchazo, rejón bajo, trasero y contrario y descabello (saludos).
- Diego Ventura, de gris: rejón y dos descabellos (dos orejas); rejonazo (dos orejas y rabo). A hombros.
- Léa Vicens, de burdeos: rejón (oreja); rejón trasero contrario y seis descabellos (silencio).
Antes, Diego había desorejado a su primero tras las fantasías de Fabuloso, Nivaldo –con un quiebro en terrenos ojedistas– y un molinete a pie que despertó un «ooole» de roncas gargantas. Inolvidable su tarde, la antítesis de sus colegas de cartel: Ventura no tiene rival.
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