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Paco Sanz, el arenero que se vuelve a los pinceles

CUÉNTAME, BÚFALO

Muy cerca del ruedo y de su próxima jubilación, el trabajador de la plaza reflexiona sobre el futuro y aquellos momentos que aún tiene grabados en el alma

Justo Algaba, cuando la inspiración es la soledad

Paco Sanz bajo la estatua del Yiyo TANIA SIEIRA
Jesús Nieto Jurado

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Paco Sanz Jiménez es memoria viva de La Ventas, en la temporada de su jubilación (49 temporadas, y dos, «sin remuneración abriendo la capilla») porta una sonrisa, camisa abierta, y un físico como para debutar con picadores, que se ve que mantener el ruedo ... rozando la perfección es todo un mundo. Se le posa (sic) bajo el monumento al Yiyo o, en puridad, no se le posa, pero su envergadura atlética no pasa desapercibida. En el mundillo se conocen todos, y bajo la mirada de búhos ajenos de los reventas, se mantiene una amistosa charla con él.

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