Luis Reina reaparece a los 65 años: «Me daría más vértigo montar en globo o nadar en una jaula de tiburones que torear»
Referente en Extremadura, el maestro de la Escuela taurina de Badajoz vuelve por un día en una corrida extraordinaria en Almendralejo acompañado de Alejandro Talavante y Emilio de Justo
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Luis Reina, en la sastrería de Justo Algaba
Luis Reina reaparece este sábado con 65 años. Toreará con Alejandro Talavante y Emilio de Justo un encierro de Juan Pedro Domecq en una corrida goyesca que conmemora tanto el cumpleaños del torero como el 180 aniversario de la plaza de Almendralejo. Un ... acontecimiento histórico organizado por Tauroemoción.
—¿Cómo se encuentra de cara a la reaparición?
—Estoy bastante animado porque es un regalo que me ha caído. Es una alegría inmensa y llevo una preparación muy a tono con las circunstancias de mi edad, del tiempo que llevaba sin torear, y paulatinamente he ido progresando. He ido notando la evolución que hace falta para afrontar este reto.
—¿Le da vértigo torear a su edad (65 años)?
—Como no lo he hecho nunca, no sé (ríe). Me da responsabilidad, por supuesto. Quiera o no quiera los años no perdonan. Pero como al día siguiente no me tengo que ganar la corrida para que me repitan, voy a intentar poner todos los conocimientos que tengo y las facultades físicas que he seguido mantenido en estos últimos meses. Y espero me respondan para yo poder disfrutar con las embestidas de los toros. Y si todo va bien, me daría más vértigo hacer algo que no he hecho nunca, como montar en globo o nadar en una jaula con tiburones. Pero esto es nuestro mundo, y la responsabilidad sana que tenemos la suplimos con la sapiencia de los años.
—¿Qué supone reaparecer con dos figuras?
—Es una de las cosas que me animó a hacerlo. La proposición de torear una corrida de toros vino después; yo al principio creí que era un festival celebrando mi cumpleaños y el 180 aniversario de la plaza; pero cuando me dijeron que lo mejor, si me apetecía, era una corrida, y que ellos estaban por la labor, para mí fue un orgullo. El torear con una figura del toreo como es Alejandro Talavante, que lo he tenido de alumno en la escuela cuando tenía 10 o 12 años, es una satisfacción y un sueño; cuántos matadores querrían estar en mi lugar. Y compartir cartel con Emilio de Justo, que es el Ave Fénix del toreo, que ha dado un ejemplo de superación, de orgullo torero y de no haber tirado la toalla es un premio. Me siento agradecido y espero, no estar a la altura de ellos, sino que ellos valoren lo que yo voy a hacer.
«Es muy difícil hacer afición con las grandes ferias. Donde se crea afición es en los pueblos y con los festejos menores»
—¿Cómo ve el toreo actualmente?
—La tauromaquia no deja de ser reflejo de la sociedad que vivimos y de los tiempos. Pero sí puedo decir que yo, que me muevo en la tercera división del toreo por las Escuelas Taurinas, veo que la juventud está muy por la labor. Lo que tenemos que hacer es ponerles los medios más asequibles para que vayan, organizando festejos menores, que es como se crea afición. A los chavales hay que llevarles a sitios donde vean gente de su edad, y que no vean un animal antediluviano. Es muy difícil hacer afición con las grandes ferias. Donde se crea afición es en los pueblos y con los festejos menores. Y en esa labor estamos las Escuelas Taurinas, yo creo que haciendo un buen trabajo.
—Justamente le iba hablar de su labor en la Escuela Taurina de Badajoz. Háblame de ello.
—Llevo 25 años de director de la Escuela. Si empiezo a pormenorizar la de años y cosas que han pasado, la gente que ha pasado, toreros que han pasado, han salido, y han dado sus primeros pasos y sus primeros pases con nosotros… Estamos más que orgullosos. Ni soñando que nos iba a ir bien pensaríamos en esto. Lo que al principio parecía una quimera -el hacer una Escuela Taurina en Extremadura-, ahora es una realidad y somos unos referentes para muchos sitios. Hay un antes y un después del Patronato de Tauromaquia en nuestra zona. Hay una actividad taurina que generó sin duda la aparición del Patronato y de sus grandes toreros, que salieron de aquí al principio, que son reflejo y espejo de otros muchos que quieren emularlos, y esperemos que dure mucho. Aquí en Extremadura, y concretamente en la provincia de Badajoz, gozamos de una buena salud. Siempre respaldados por la Diputación Provincial, que es la que lógicamente se echó al frente en aquellos años del proyecto, y si fue difícil hacerlo en aquellos tiempos, ahora es más difícil mantenerlo. Pero de momento no se ha dado un paso para atrás.
«Hay que buscar otro tipo de ingresos. Y sobre todo publicitarlo, porque no tenemos que esconder nada del mundo del toro»
—¿Actualmente ve promesas en la Escuela?
—Siempre. Este año han debutado dos novilleros con caballos en la Feria de Olivenza, como son Tristán Barroso y Sergio Sánchez, y tienen un futuro muy bueno con buenas cualidades. Y hay gente que ha puesto ya sus miras en ellos, gentes del toro y gente profesional que son los que pueden desatascarles. Cuando salen de las Escuelas Taurinas empiezan la etapa de novilleros con caballos, que ahí se atrancan los críos. Si no hay novillada con picadores luego, difícil que haya luego promesas. Pero de momento hay chavales con cualidades. Hemos debutado dos, ahora va a debutar otro, Sergio Domínguez, y todos los años uno o dos sacamos de la cantera para el escalafón de novilleros con picadores.
—Usted ha sido de los pocos toreros que ha toreado con publicidad. ¿Cómo ve la relación del toreo con la publicidad en estos momentos?
—El torero no deja de ser un espectáculo, y los espectáculos son acontecimientos de masas, y a la masa hay que llegarle de una manera o de otra. Yo fui un pionero en aquella época, y quizás no se le sacó el partido que se le tenía que sacar al proyecto y a la idea. Ahora nos va a costar más trabajo, pero como espectáculo de masas tiene que vivir no solo de taquilla. Hay que buscar ingresos colaterales para que se puedan dar más festejos y se puedan abaratar los costes de producción. Hay que buscar otro tipo de ingresos. Y sobre todo publicitarlo, porque no tenemos que esconder nada del mundo del toro. Hay que enseñarlo, y hay muchos modos de hacerlo. Con las nuevas herramientas de publicidad que hay hoy, con los medios de difusión que hay, tiene que tener una cabida como corresponde al segundo espectáculo de masas, como es el toro en España.