Un juez prohíbe las corridas de toros en la segunda plaza más importante de México

El Juez Decimonoveno de Distrito, Luis Alberto Márquez, comunicó al ayuntamiento de Guadalajara la suspensión provisional. A las pocas horas el alcalde interino, Francisco Ramírez Salcido, aseguró que se ejecutará la notificación.

Guadalajara es históricamente una ciudad central para la cultura taurina mexicana. La Plaza Nuevo Progreso, ahora suspendida, tiene capacidad para 16 mil personas. En el estado de Jalisco, cuya capital es Guadalajara, existen 36 ganaderías de toro de lidia registradas.

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En junio del año pasado un juez federal prohibió definitivamente las corridas en la Ciudad de México. En su fallo consideró que estas violentan el medio ambiente y que además constituyen un trato degradante a los animales. De ese modo quedó clausurada la Plaza México, el recinto taurino más grande del mundo.

El administrador de Plaza México, Mario Zulaica, apeló contra la medida judicial y recordó que la fiesta taurina está reconocida en la Constitución mexicana y que además ha sido declarada en varios estados del país como patrimonio cultural. Pero de momento los toros no han regresado a la capital mexicana.

Con este panorama, en México ya solo queda Monterrey como una gran metrópoli donde se permiten las corridas. Aunque allí también se registra una intensa actividad de grupos ambientalistas y de defensa de los animales que litigan para suspenderlas.

El Gobierno mexicano no tiene una postura demasiado precisa sobre el debate, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador habla durante dos o tres horas a diario en sus conferencias de prensa matutinas. En 2019 dijo que haría una consulta para que la sociedad decidiera el futuro de las corridas pero ese referéndum nunca sucedió.

En junio del 2022 un periodista le preguntó por la consulta y López Obrador evadió el tema. «No me acordaba, por cierto, ayer se cayó una tribuna en una corrida en Colombia. ¿Hay vídeo? Pónganlo. Muy mal, no hay que ser descuidados», replicó para luego emitir el video de un accidente en una plaza de toros de Sudamérica y ya no volver a hablar del tema.

Más cerca en el tiempo, en febrero de este año hubo una polémica en el estado de Veracruz, en el Golfo de México, por una corrida de toros en la cual participaron niños como asistentes. Al ser consultado por el tema, López Obrador se desligó y dijo que la decisión correspondía a la alcaldesa de La Perla, municipio veracruzano donde se desarrollaba la corrida.

La palabra final la tendrá a Corte Suprema mexicana, que ya tiene expedientes bajo su análisis sobre las fiestas taurinas. El eje del debate, como en otras latitudes, es sobre si el toro de lidia es un animal sintiente ya que, de ser considerado así, el máximo tribunal estaría obligado, por su propia jurisprudencia, a protegerlo.