Victoria Federica, imagen del cartel de San Isidro: «Si mi abuelo estuviese aquí, estaría muy orgulloso»

Los sueños se acrecentaban en cada mirada de luces, que hoy lo eran de paisano. Y también los miedos: «Solo pisar este escenario para esta bonita gala ya me genera presión», decía Emilio de Justo, a quien le aguarda un triplete.

Detrás del torero cacereño llegaba Tana Rivera, imagen de un cartel que este año copa Victoria Federica, a la que rodeaba una nube de cámaras cuando posó en el photocall de Plaza 1, con detalles de claveles rojos y blanco. Blancas y negras las flores del 'terno' de la hija de la Infanta Elena, con un guiño taurino, como ella misma comentó. La firma: Inés Domecq. «Estoy muy contenta, tengo muchas ganas de ver el cartel. Me emociono porque es algo que llevo en la sangre, inculcado desde la cuna», decía en alusión a una afición heredada de su madre, de Don Juan Carlos y de Doña María. «Solo quiero dar las gracias a todos. Me siento orgullosa por ser reconocida por mi apoyo y admiración a este mundo maravillo; muchas gracias a todos y a mi familia por transmitirme esta maravillosa herencia. Si mi abuelo estuviera aquí, estaría muy orgulloso», dijo en medio de una fuerte ovación del público.

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Rosario Pérez

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Toreramente remató Isabel Díaz Ayuso: «A tu abuelo se le echa mucho de menos en esta plaza y en Madrid se le quiere mucho». La presidenta accedió a la Monumental entre vítores a las siete y veintisiete en una imagen captada por las cámaras de Telemadrid. «La feria va a ser retransmitida en su totalidad», confirmó Ayuso en medio de los aplausos. Y alabó la labor de la empresa: «Siempre va a más». También agradeció a Miguel Abellán sus años como director gerente del Centro Taurino. «Gracias por haber contribuido de manera decisiva a todos los éxitos», señaló. Los éxitos que deseó a Miguel Martín, el nuevo director gerente, en una etapa «llena de responsabilidad». La presidenta ocupó una 'barrera' acompañada por Rafael García Garrido y Albert Serra, que se sumó a los aplausos a Ayuso. El cineasta recogió el premio El Mundo por su película 'Tardes de soledad' y calificó el toreo como «un canto a la vida».

Precisamente, el protagonista del documental, Andrés Roca Rey, había sido galardonado con el trofeo a mejor temporada. Dijo Ramontxu que perdió el avión desde México y recogió el trofeo en su nombre su amigo Tomás Páramo. «Andrés ha puesto la tauromaquia en el centro de conversaciones», señaló tras hablar, en su nombre.

Conducida por Ramón García y Benedice Lobatón, la gala tuvo varios momentos con nombre de mujer: Olga Casado, la novillera que cortó un rabo en el festival de Vistalegre, recogió el trofeo Mujer y Tauromaquia de manos de Victoria Federica y Simón Casas. «Recojo un premio que nunca creí alcanzar. Supone un compromiso como mujer y como torero». Y lanzó un mensaje a todas las chicas que sueñan con ser toreras: «No tengáis miedos, el miedo es la cárcel de la libertad. Todo es posible sin atajo ni privilegio alguno», como zasca.

El latido de Madrid continuó en el discurso de Rafael García Garrido, en ese 'Madrid por montera'. En su conquista de la juventud se centró: »Hemos alcanzado el cambio generacional, una realidad palpable. Hemos sabido hablar a los jóvenes en su mismo idioma«, comentó a la par que hablaba de la necesidad de liderazgo y del no a los victimismos. De fondo, una letra de Mecano: «Decimos adiós y pedimos a Dios a ver si en lugar de un millón pueden se dos», como broche en alusión al número de espectadores para la temporada.

Carlos Domecq recogió el premio Juventud y Tauromaquia en nombre de todos los jóvenes ganaderos de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia. Por partida doble los premios que recogió de manos de Tana Rivera, pues para su ganadería, Santiago Domecq, fue el de la mejor de la temporada.

También el alcalde, José Luis Martínez Almeida, mostró el orgullo de Madrid por ser capital del toro. «Es una de nuestras grandes señas de identidad, que brilla especialmente durante San Isidro». Felicitaban las gentes al futuro papá. Y que nadie lo dudé: llevará a su «chulapín» a los toros. Durante la bienvenida a los cientos de invitados, subrayó el medio millón de personas que pasaron por la feria el pasado año, elogió el trabajo de Plaza 1 y lamentó la censura de algunos políticos. «Frente al sectarismo, está la libertad; frente a su faena de aliño, está la puerta grande».

Como embajador de la tauromaquia, el periodista deportivo Roberto Gómez, cuyo premio entregó Enrique Cerezo. «Ser embajador de Las Ventas es lo más fácil del mundo», comentó antes de pedir un aplauso a Luis de la Fuente, el seleccionador español que no esconde su afición.