El exquisito toreo de Juan Mora, el poderío de Paco Ureña y la inspirada personalidad de David Galván triunfan en Chinchón
El murciano y el gaditano desorejan a sus novillos, mientras el extremeño corta una al primero de la tarde
Victorino Martín y Emilio de Justo: da igual cuando lea esto
Con los tendidos llenos en la plaza mayor de Chinchón convertida en una bonita y original plaza de toros comenzó el tradicional festival que no pudo tener mejor inicio: Juan Mora, Paco Ureña y David Galván estuvieron sensacionales con los tres primeros novillos, ... a la larga, los mejores.
El extremeño decidió parar el tiempo desde que recibió al de Cayetano Muñoz a la verónica. Si buenas fueron las primeras, las del quite fueron mejores aún. El inicio rodilla en tierra fue de aquella manera. ¡Qué torería y qué sabor añejo en aquellos pases por bajos del maestro! Basó la faena al buen, repetidor y noble novillo al natural con muletazos eternos, que provocaban la sonrisa de satisfacción en quienes los disfrutaron. Eso es el toreo.
Buena fue también la media que le recetó Ureña al segundo, que brindó a Juan Mora. Este novillo, más fuerte de hechuras, iba largo y con trasmisión, y metía bien la cara, pero había que templarlo mucho, porque se descomponía si tocaba la muleta, como les pasa a los animales bravos. Con mérito, temple y echándole la franela abajo logró sacarle muletazos limpios que conectaron rápidamente con el tendido. Un bonito muletazo de remate rodilla en tierra puso a la gente en pie. Pese a que se tiró a matarlo muy recto, la espada cayó traserita y un pelín desprendida, pero mató al de José Vázquez en cuestión de segundos.
Si Emilio de Justo es considerado actualmente el rey de los pases de pecho, David Galván puede ser el príncipe. A la hombrera contraria, largos, profundos, templados… Uno fue prácticamente circular. Una barbaridad. Como la media inicial y una verónica anterior, despaciosa a más no poder. El inicio, por doblones tan del torero, fue precioso. Así continuó en una bonita faena fruto de la improvisación, finalizada con poncinas. Una pena que el novillo de Domingo Hernández estuviera justito de casta, intentando rajarse cada vez que veía oportunidad. Muy parado estaba ya cuando entró a matar David que, con mucho mérito, dejó un estoconazo.
Poca suerte tuvo Alejandro Mora. El novillo fue noble, y le dejó mostrar buenas maneras y clásicas formas, pero le costaba al animal mantenerse en pie. Tampoco terminó el joven torero de entender la distancia que requería un animal nada fácil para alguien tan bisoño. Se pasó un poquito de faena, por lo que el victoriano no ayudó con la espada, fallando varias veces.
Tampoco estuvo muy sobrado de fuerza el quinto, que se pegó una costalada en el quite por gaoneras de Aitor Fernández. Pero el novillo era tan bravo que, pese a un volteretón adicional al principio de la faena, seguía yendo largo y muy, muy humillado -lo que, unido a la falta de fuerza, provocaba que clavara los pitones en la arena en reiteradas ocasiones-. Aseado y clásico estuvo el novillero, que alargó en exceso la faena. Terminó con buenas luquecinas, pero su fallo con la espada dejó todo en una vuelta aplaudida por sus paisanos.
Cerró la tarde un novillo de Jandilla muy brusco y deslucido. Con ganas estuvo Álvaro de Chinchón, que intentó buscarle las vueltas al animal, pero no había material.
FESTIVAL DE CHICHÓN
- Plaza de toros de Chinchón (Madrid). Sábado, 19 de octubre de 2024. Casi lleno. Novillos de Cayetano Muñoz (1º), José Vázquez (2º) premiado con la vuelta al ruedo, Domingo Hernández (3º), Victoriano del Río (4º), Ginés Bartolomé (5º) y Jandilla (6º).
- Juan Mora, pinchazo y estocada (oreja).
- Paco Ureña, estocada desprendidita (dos orejas).
- David Galván, estoconazo (dos orejas).
- Alejandro Mora, dos pinchazos y estocada baja (saludos).
- Aitor Fernández, pinchazo, media perpendicular y atravesada y descabellos (vuelta).
- Álvaro de Chinchón, dos pinchazos y estocada (saludos).
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