LAS VENTAS
Diez toros saltaron, pero el que embistió fue Juan de Castilla
El colombiano da otro toque de atención en una tarde de más toreros que toros
Rafael de Julia, la más brava izquierda de la corrida concurso en Las Ventas
El amo de la tarde fue Juan de Castilla: sensacional estuvo en sus dos toros y puso Madrid en pie cuando tuvo que ejercer de director de lidia. Tras cuatro sobreros y otros tantos toros («Vendo mechero para las 12», decía un aficionado), ... salió un quinto de Couto de Fornilhos que huía de su sombra, para desesperación de cuadrillas y público. Como había que hacer algo, Juan de Castilla se plantó y con un par de narices le echó los vuelos del capote a una fiera descompuesta y le hizo embestir, llegándole hasta extremos temerarios, y también lo puso en el caballo con maestría. De lo más importante que se ha visto esta temporada en la Monumental venteña. La faena de Fonseca pasó sin pena ni gloria con el toro derrumbándose, sin poder ni casta, aunque lo intentó el torero; al igual que con el 2º tris de Montalvo, un desclasado animal en el que lo bordaron Curro Javier y Juan Carlos Rey en el segundo tercio.
Abrió plaza un imponente toro de Bañuelos que daba miedo verlo, pero era todo fachada: a regañadientes fue en el primer tercio, esperó mucho en banderillas y llegó a la muleta incierto y zorrón. Juan de Castilla estuvo valentísimo, toreándole como si de un toro bravo se tratara, bajándole la mano imponiéndose al animal. Le aguantó miradas y paraditas en las que no se sabía si iba a elegir por el torero o por el trapo, de esas que se escapan al gran público, pero que hacen pasar miedo de verdad. En una de esas miradas por poco se lo lleva por delante, recibiendo un golpe en el pecho -aún tiene reciente una lesión en las costillas que sufrió el sábado pasado-. El de Bañuelos cantó la gallina en cuanto se vio podido y huyó hacia tablas. Intentó sostenerlo para continuar con el toreo en redondo, pero el toro ya no pasaba y se quedaba debajo. Dejó un estoconazo que bien valía una oreja.
Al segundo sobrero, un animal de Las Ramblas, lo cuidaron mucho durante la lidia, ante su evidente falta de energía. Cadencia y templanza le imprimió en excelentes derechazos De Castilla. El animal no humilló ni una sola vez, pero la nobleza que tuvo compensó su poca clase. Construyó un trasteo muy meritorio, estando muy por encima de las condiciones de su oponente. Ante algún pitito injusto -contra el toro, se supone-, que enfriaba el ambiente, se hincó de rodillas para recetarle unas manoletinas comprometidísimas, jugándosela. Para broche, otra gran estocada, aunque necesitó de dos golpes de descabello. Por lo hecho toda la tarde, dio una merecidísima vuelta al ruedo tras petición.
La diosa Fortuna no suele sonreír a Molina. Recibió al tercero con suaves verónicas. El toro no parecía nada del otro mundo, distraído, sin fuerza y venciéndose por el izquierdo, pero lo metió en el canasto tras un inteligente y torero inicio de faena suave por bajo. Por desgracia, el toro se partió la mano derecha, y tuvo que abreviar.
Cerró la tarde otro descastado animal, para seguir con la norma. También flojo, pero el presidente y todos los presentes queríamos llegar antes de las uvas a casa. Con buen juego de brazos lo recibió una vez más Molina. Juan de Castilla, que no perdonó un quite, realizó uno por chicuelinas ajustadísimas abrochado con una media llevando al toro hasta el final. Brillante brega de Caco Ramos. Poca historia tuvo a partir de ahí el animalito, a pesar de toda la voluntad y buen gusto toreando que puso el albaceteño. Lo mejor de su actuación, un estoconazo entrando recto como una vela.
Madrid
- Monumental de las Ventas. Domingo, 22 de septiembre de 2024. Entrada: 1/3. Toros de Antonio Bañuelos (2º sobrero de Montalvo, 4º sobrero de Las Ramblas, 5º de Couto de Fornilhos), de buena presentación, pero muy descastados.
- Juan de Castilla, de verde hoja y oro. Estocada (saludos). Estocada tendida y dos descabellos (vuelta tras petición).
- Isaac Fonseca, de gris plomo e hilo blanco. Pinchazo y estocada (silencio). Cuatro pinchazos (silencio).
- José Fernando Molina, de grana y oro. Dos pinchazos y tres descabellos (silencio). Estocada y descabello (palmas).
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