Carlos Zúñiga: «Colgaremos el 'No hay billetes' este sábado en Valdemorillo, si Dios quiere»

Un cartel ha despertado especial interés: el del 10 de febrero, en el que trenzarán el paseíllo Alejandro Talavante y Ginés Marín, con Juan Ortega, torero excelso que ha estado en un foco mediático extrataurino estos últimos meses. «Las expectativas para ese cartel son muy buenas», nos cuenta Carlos Zúñiga, empresario de la plaza junto a Víctor Zabala. «Es un cartel redondo, de cualquier feria importante de España. Si seguimos este ritmo, podremos colgar el 'No hay billetes' el sábado, en el transcurso del día, si Dios quiere». Hecho que no ocurría en la Candelaria desde hace más de veinte años, quitando el debut de Morante en esta plaza hace un par de temporadas.

Al día siguiente, tomará la alternativa el novillero madrileño García Pulido, con Miguel Ángel Perera -que comenzará aquí la temporada de su vigésimo aniversario de alternativa, y volverá tras ser el triunfador de la pasada feria de esta localidad-, y Paco Ureña, un torero predilecto de la afición, con toros de Alcurrucén. «La demanda para el domingo va bien, algo más lenta que la del sábado, con pero un ritmo bueno», comenta Zúñiga, que se siente satisfecho con el conjunto de la feria: «Las tres tardes tienen muchos atractivos, y la gente va a responder. El público de Valdemorillo es un público muy fiel, ansioso de ver toros a principio de temporada, y creo que va a responder muy bien a los carteles confeccionados». Abrirá la feria una novillada de La Cercada, en la que torearán Ismael Martín, Nek Romero y Samuel Navalón, «tres novilleros punteros», con una ganadería que es una apuesta del empresario.

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«El que no está en Valdemorillo es porque no quiere», explica el empresario. «Le puedo decir que hemos llamado, por riguroso orden de categoría, a todos los diestros de los puestos superiores del escalafón al terminar la temporada 2023». La confección de los carteles no ha sido fácil, como nos cuenta Carlos: «Evidentemente, falta un plus todavía para consolidar la feria de Valdemorillo, aunque estamos trabajando a buen ritmo. Pero los que vienen son los mejores, porque son los que han querido estar en esta feria, y han sido acogidos con muchísimo gusto por esta empresa y, por supuesto, por el aficionado que está demandando entradas a un gran ritmo».

En los pocos más de dos años que lleva, la empresa actual está logrando afianzar la feria de San Blas como una de las más importantes de principio de temporada. Como ya lo logró Zúñiga con la Feria de Begoña en Gijón, plaza por la que ha luchado incansablemente durante la absurda prohibición de una alcaldesa socialista. Las nuevas elecciones hicieron que, el agosto pasado, se pudiera retomar la actividad normal en el Coso del Bibio, con Zúñiga al frente. Estos días, acaba de salir el nuevo pliego para los próximos tres años, prorrogables dos años más. Y Zúñiga lo tiene claro con la plaza que tanto ha cuidado y defendido: «Mi intención es presentarme. Llevo veintidós años, y mi idea es continuar».