Rovira, el torero argentino que asombró con sus estocadas y se hizo el amo de Barcelona
Hace 101 años nacía en Buenos Aires Raúl Acha Sanz, que llegó a actuar ocho veces en tan solo dos meses en el ruedo catalán

Su asombrosa forma de ejecutar la suerte suprema cautivó a los públicos de este y el otro lado del Atlántico. Su nombre era Raúl Acha Sanz , Rovira en los carteles, un argentino que se enamoró de la Fiesta de los toros , tomó ... la alternativa y protagonizó sonados triunfos.
Había nacido en Buenos Aires el 3 de marzo de 1920, aunque adoptó la nacionalidad peruana. En la década de los cuarenta, según cuenta López Izquierdo en 'Los toros del nuevo mundo' , «Rovira trató de resucitar las corridas en la nación que le viera nacer, para lo cual efectuó numerosas gestiones. El momento no era propicio además, pues el público estaba inmerso en las competiciones hípicas y futbolísticas».
Según se cuenta en el 'Diccionario de Toreros ' de Espasa, tenía ascendencia vasca y frecuentó las capeas de los pueblos de nuestra piel de toro. Después hizo sus pinitos por los cosos americanos.

Tomó la alternativa el 24 de junio de 1946 en Barcelona, con toros de Manuel González y Arturo Sánchez. 'Mochuelo' se llamó el astado de la ceremonia, en una tarde en la que compartió cartel con Manolo Escudero, Julián Marín y Luis Briones. Tal fue el entusiasmo que desató en el ruedo catalán que llegó a hacer siete paseíllos más entre los meses de junio (29 y 39) y julio (7, 14, 21, 25 y 28). «Se hizo el amo de esta plaza, gracias a su valor y sus estocadas», escribiría José Luis Suárez-Guanes en ABC.
Gitanillo de Triana fue su padrino en la confirmación de alternativa en Madrid en octubre de 1946, con Parrita de testigo. Su impresionante modo de matar fue toda una sorpresa para el aficionado. Así se define en el citado diccionario su modo de estoquear: «Era muy espectacular su manera de entrar a matar a los toros, haciendo un triple balanceo antes de arrancar la estocada, y logrando muchas veces darlas excelentes».
Dos graves cornadas
Y Suárez-Guanes añadía: «En 1948 abrió la Puerta Grande, el 12 de mayo. En 1949 volvió a triunfar en San Isidro y se encerró con seis toros el 3 de julio, con gran éxito, saliendo a hombros hasta el hotel. En 1952 sufrió dos graves cornadas . Torero valeroso, quedan en el recuerdo sus gaoneras, sus estatuarios por alto, sus parones 'a lo Villalta' y su entrega como estoqueador».
Después de un largo paréntesis sin pisar los escenarios de España, regresó en 1962 y en 1963 hizo triplete en la Monumental catalana. Aunque su toreo generaba controversias, Rovira -que murió en 2007 en Cuernavaca- tenía una acusada personalidad que cautivó a muchos espectadores. Su hijo, el cantante Emmanue l, intentó ser torero.
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