Palacios y Pacheco derraman su sangre en Las Ventas
El extremeño corta una oreja tras sufrir una cornada de 20 centímetros en el muslo izquierdo; el gaditano es operado de una herida de 25 centímetros en el muslo derecho

En menos de media hora, dos toreros se encontraban en la enfermería heridos de gravedad. Mediada la aseada faena al potable cuarto, Mario Palacios era prendido de fea manera, pero se mantuvo con dignidad en el ruedo hasta pasaportarlo y arrancar una oreja, de tinte pueblerino , en medio de las protestas.
Mientras operaban al extremeño –que sorteó el mejor lote (al noble primero, con opciones de triunfo, le planteó una labor carente de alma)– de «una cornada grave en el muslo izquierdo , con una trayectoria de veinte centímetros que contornea el fémur y con destrozos en el vasto interno», el quinto metía en el hule al debutante Miguel Ángel Pacheco . Y eso que la desigual y complicada novillada de Los Chospes era «a modo» (feotes algunos), incluso con algunos ejemplares por debajo de la seriedad de Madrid: ni el toro, ni eso...

En los tendidos se recordaron entonces con cierta sorna las palabras de Simón Casas contra las novilladas de la era Taurodelta: «Rozan el concepto de crimen contra la humanidad». Con estos dos percances, ya van cuatro en la temporada... Pacheco , que mostró disposición y también su lógico verdor –además, a su primero, con mucho nervio, le faltó quizá un puyazo más enérgico–, fue intervenido de «una cornada en el muslo derecho, de 25 centímetros , que provoca destrozos en el vasto interno y contusiona el paqueste vásculo-nervioso».
Por las cogidas de sus compañeros, el francés Adrien Salenc , que se había presentado con un protestón animal ante el que dejó algún detalle, se quedó solo ante el destino. Tras dar matarile al desclasado quinto, resolvió con momentos emotivos su faena al geniudo sexto.
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