San Miguel
Emilio de Justo roza el cielo de Sevilla
Corta dos orejas a un gran toro de Victorino y se queda al borde de la Puerta del Príncipe
![Emilio de Justo pasea feliz las dos orejas del cuarto](https://s3.abcstatics.com/media/cultura/2021/09/23/_ARJ6760-kUaE--1248x698@abc.jpg)
A punto está Emilio de Justo de abrir la Puerta del Príncipe [así lo vivimos en directo] , después de cortar las orejas al cuarto, un gran toro de Victorino Martín, para el que algunos pidieron la vuelta al ruedo. En el último, todo ... el público ha empujado para que lograra la oreja que le hacía falta para el triunfo definitivo pero el fallo con la espada lo ha impedido. De todos modos, vive una tarde muy feliz, ha entrado plenamente en Sevilla. Antonio Ferrera , que tan rotundamente ha triunfado aquí con esta divisa, luce muchos detalles de buen lidiador pero se queda en una petición de oreja.
Por la mañana, se reúnen en Sevilla los representantes de la Asociación Nacional de Clubs Taurinos de los Estados Unidos y comunican la creación de un Premio Internacional dedicado a la excepcional dedicación a la Fiesta Brava, que, en esta primera edición, se otorga a Victorino Martín . Me informa Muriel Feiner que existen peñas taurinas en Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Arizona..., que está creciendo la afición, allí, y que hay ya una nueva ganadería de toros bravos, en Tejas. Teniendo en cuenta la distancia y las diferencias culturales, tiene mérito...
No somos conscientes los españoles de que, en el mundo entero -no sólo en Francia, Portugal y el mundo hispano- hay aficionados a las corridas de toros, que las ven como una seña de identidad española , por supuesto, pero que también quieren participar en su amor a este arte: los suecos, los italianos, los alemanes...
Por la tarde, los toros de Victorino Martín, excelentemente presentados, dan un juego variado pero siempre con el atractivo y las dificultades propias de la casta brava ; también, con el mérito añadido que supone lidiar este tipo de toros. En el atractivo cartel, como diría don Pedro Muñoz Seca, «dos extremeños se tocan». Y casi tres, porque las reses de Victorino también pastan en Extremadura. He escuchado, al entrar a la Plaza: «Con Antonio Ferrera, seguro que no nos aburrimos». Este diestro ha evolucionado muchísimo, queda lejos ya su primera etapa de toreo populista y acelerado. Ahora, es garantía de profesionalidad y también de dar espectáculo, con la espontaneidad de lo sentimental. Más de una vez le he visto concluir una faena con lágrimas en los ojos. Esta tarde, ofrece su versión más clásica, sin los adornos al estilo mexicano.
En el primero, que embiste con fiereza pero flaquea, Joao Ferreira y Fernando Sánchez protagonizan un tercio memorable de verdad. Con gran oficio, Antonio Ferrera le va sacando naturales de mérito; por la derecha, el toro se queda muy corto. Es una faena de torero maduro, sereno y seguro. Así se mostrará toda la tarde. Mata de una estocada corta de efecto fulminante; antes, sólo eso hubiera valido ya una vuelta al ruedo. El tercero sale huido hacia chiqueros, mansea en varas, espera en banderillas, se orienta por los dos lados. Pronto se ve que no tiene ni un pase lucido. Lo caza rápido. Después del triunfo de su compañero, no quiere quedarse atrás en el quinto, que sale rápido, tobillero. (Saludan Montoliú y Sánchez). Parecía que sólo valía para machetarlo, sin más, pero Antonio brinda al público, lo somete y el toro va a mejor. Una faena de mérito de un gran profesional. En el mismo platillo, deja media trasera y el Presidente no accede a la petición de oreja.
Em ilio de Justo lleva una temporada de una gran regularidad en los éxitos. Forjado en las corridas duras, torea con la verdad por delante. Sólo le falta que el gran público se entere, ese ‘glamour’ que, por desgracia, también ha llegado al mundo de los toros.
El segundo, de salida, se rompe el pitón al chocar con dos burladeros. (Los banderilleros deberían evitarlo). Al sobrero, muy alto, le planta cara en seguida pero se resbala y sufre una voltereta. Bajándole mucho la mano, logra derechazos lentos y templados. de mérito, con un toro que es bueno pero no tonto, se acuerda de lo que deja atrás. Acaba a cámara lenta, con preciosos muletazos, pero pincha antes de la estocada. La gran faena llega en el cuarto, banderilleado con riesgo por Morenito de Arles. Tragando mucho, Emilio le saca emocionantes derechazos. Al natural, mandando y exponiendo, pone al público de pie, entre clamorosos olés: lo trae toreado, se lo enrosca a la cintura, lo lleva lejos. Una gran estocada hasta la mano le otorga las dos orejas. Al útimo, bien armado, sale a recibirlo al centro con emocionantes verónicas. Lo saca bien del caballo Ferrera y replica Emilio por chicuelinas . Es el momento decisivo: le falta un solo trofeo para abrir la Puerta del Príncipe, todo el público está con él. Obligándole, lo va metiendo en el canasto; con la izquierda, la gente brama. Concluye con naturales a pies juntos, de escuela sevillana, y ayudados a dos manos, pero cargando la suerte, no limitándose a dejar pasar al toro. Por desgracia, no acierta con la espada y se desvanecen el trofeo y la Puerta del Príncipe. Otra vez será. Ha toreado de verdad y ha sido una tarde decisiva, en su carrera.
En Nueva York y en Chicago, viendo la corrida por televisión, los aficionados norteamericanos habrá vivido esta tarde emocionante. Es la prueba de la universalidad de un arte nacido en España.
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