Bolívar y Castella triunfan en el regreso de los toros a Cartagena de Indias
El banderillero José Valencia sufre una cornada «que penetró por el ano y llegó al intestino grueso»

Cartagena de Indias volvió a soñar este fin de semana. Después de tres años sin toros, diez mil personas vibraron con una corrida exitosa en lo numérico y rica en contenido, según informa mundotoro. La protagonizaron Luis Bolívar y Sebastián Castella, que dirimieron un tenso mano a mano y salieron a hombros. La nota sangrienta del festejo fue el percance del banderillero José Valencia , que sufrió « una cornada que penetró por el ano y llegó al intestino grueso».
Luis Bolívar supo aprovechar la buena condición del tercero, que tuvo nobleza y calidad. El colombiano alternó pasajes de toreo profundo sobre ambos pitones con bellos e inspirados adornos. Tras una faena completa y variada, se pidió el indulto para el toro. Cobró una buena estocada y cortó dos orejas. El astado fue premiado con la vuelta al ruedo.
Comenzó de rodillas su faena al quinto, que había herido al banderillero José Valencia. Bolívar firmó una faena valiente con un toro que transmitió pero que tuvo poca entrega y llegó a ser volteado en los compases finales. Metió la espada al segundo intento y paseó las dos orejas. Brindó su faena al séptimo a El Gino, organizador de la corrida. Fue un trasteo entonado y dispuesto, con un toro de menos opciones que los dos anteriores y que acabó rajándose.
Sebastián Castella hizo un esfuerzo con el segundo de la tarde, un toro complicado y a la defensiva, al que toreó con firmeza y disposición. Dejó algunos muletazos que, además de mucho mérito, tuvieron temple y largura. Su tesón fue recompensado y cortó una oreja. Consiguió meter en la muleta al segundo de su lote, que tuvo poco recorrido. El francés logró pasajes de mucho mérito en un trasteo serio. Cortó una oreja.
El sexto, que brindó al público, fue un toro manso al que Castella supo sostener. Lo hizo a base de dejarle la muleta en la cara y de ligarle los muletazos con mucha habilidad y temple. De ese modo logró muletazos de alta nota, antes de que el toro se viniera definitivamente a menos. Cortó una oreja.
Abrió plaza el rejoneador Andrés Chica, que obtuvo dos trofeos. En la corrida, de carácter goyesco, se lidiaron toros de Capiro de Sonsón, de juego variado.
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