El título de Rey de Jerusalén que llega hasta Felipe VI y otros pretendientes reclaman
Los Habsburgo-Lorena en el exilio, los Saboya y los Borbón-Dos Sicilias se consideran legítimos herederos
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![Armas grandes de Alfonso XIII de 1931, que incluyen el reino de Jerusalén, con la reforma de Elías Tormo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/03/26/800px-Greater_Royal_Coat_of_Arms_of_Spain_(1931)_Version_with_Golden_Fleece_and_Charles_III_Orders.svg-RJzhYfftcKM7WY01vRC8A9I-1200x840@diario_abc.jpg)
A Felipe VI le une un largo hilo con el cruzado Godofredo de Bouillon, un lejano nexo que traspasa siglos, hasta el año 1099. En esa fecha el noble francés destacado en la Primera Cruzada fue elegido rey de Jerusalén, un título hoy honorífico que ... llega hasta el Rey de España, aunque otros monarcas europeos o casas reales en el exilio se lo disputan.
Godofredo de Bouillon, que se negó a ceñir corona de oro donde Cristo llevara de espinas, murió apenas un año después sin descendencia, por lo que el título pasó a su hermano Balduino, de este a otro de sus parientes y por conflictos sucesorios tras la muerte sin descendencia de Balduino IV, el 'rey leproso', acabó asociado a la herencia de los reyes de Sicilia.
«Al vincularse el reino de Sicilia a la Corona de Aragón (con Fernando el Católico), se considera que sus descendientes mantienen este título honorífico hasta llegar a Felipe VI«, explica Rocío Martínez, profesora de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Madrid.
Sin embargo, existen otros pretendientes al título, como el actual jefe de la casa de los Habsburgo-Lorena en el exilio, Carlos de Habsburgo. El último príncipe heredero del Imperio Austro-Húngaro, Otto de Habsburgo, lo utilizó y en su ceremonial entierro, así como en su esquela, se menciona. Martínez relata que su reclamo se vincula a varios factores, pero «en particular a su relación con la casa de Lorena». Los Habsburgo se convirtieron en Habsburgo-Lorena con el matrimonio de la emperatriz María Teresa con Francisco I Esteban de Lorena y los Lorena reclamaron la herencia de la corona de Jerusalén a través de María de Antioquía, como única nieta superviviente de la reina Isabel I de Jerusalén por línea directa. La profesora de la UAM apunta que «aunque no fue reconocida como tal, acabó vendiendo sus derechos a Carlos de Anjou, conquistador del reino de Sicilia, con bendición papal» y «a través de él y sus descendientes, el título habría llegado hasta Francisco I Esteban de Lorena y, a través de él, se vincularía a los Habsburgo».
Los Saboya, destronados reyes de Italia, también reclaman el título como descendientes de la reina Carlota de Chipre. También conocida como Carlota de Lusignan, fue la única hija y heredera de Juan II de Chipre, pero fue finalmente expulsada del trono por su medio hermano Jacobo. «Ella no tuvo hijos legítimos y acabó vendiendo sus derechos a Carlos I de Saboya«, añade Martínez.
Además, los Borbón-Dos Sicilias consideran que el título les pertenece tras la recuperación por parte de los Borbones de los territorios de Nápoles y Sicilia en la Guerra de Sucesión Española. Recayó en Carlos de Borbón, que al suceder a su hermano mayor Fernando VI y convertirse en Carlos III de España, dejó sus territorios italianos a su hijo Fernando IV. A partir de ahí surgen los Borbón-Dos Sicilias, una rama independiente de la dinastía que sería, según este criterio, la heredera del reino de Jerusalén.
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