'La tuerta', una tragicomedia sobre la imposibilidad de amar y perdonar
Jorge Usón se estrena como autor y director con esta función, que interpreta María Jáimez y abre la temporada del Teatro Fernán Gómez
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![María Jáimez, en 'La tuerta'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/09/06/TUERTA1-RmD15aOMU7re8IsPgppN3pJ-1200x840@abc.jpg)
Una doncella del Barroco español sufre un accidente que la deja tuerta de un ojo en su primer encuentro amoroso. Desahuciada y llena de rencor, jura vengarse del amor eternamente poseyendo las almas de las niñas que sufran en sus cuerpos las heridas de Cupido. «Si ella no puede amar nadie lo hará». Su maldición se hace patente en la vida de Lucía, una bailarina del siglo XXI.
Este es el hilo argumental de 'La tuerta', la función con la que abre temporada el Teatro Fernán Gómez. Se trata de una producción de la compañía Nueve de Nueve Teatro, escrita y dirigida por Jorge Usón (que se estrena en ambos cometidos) e interpretada por María Jáimez.
El encuentro entre la actriz y la compañía fue el germen de esta función, que se estrenó en 2020; la pandemia obligó a guardar la producción en un cajón, y no se ha podido rescatar hasta ahora. «Es una tragicomedia sobre la imposibilidad de amar y perdonar, contada con humor y sátira», esplica Usón.
Un verso de Anne Sexton: 'Vive o muere pero no lo envenenes todo' iluminó el camino a seguir en esta obra, escrita a pie de escenario. «María ha servido de canal para plasmar lo que el teatro nos estaba pidiendo», sigue Usón. «Hemos roto muchos folios antes de llegar al texto que firmo yo como autor, aunque simplemente he sido transcriptor de lo que ocurría en escena durante los ensayos».
«Quisimos ahondar en aquello que se esconde debajo de las palabras de Anne Sexton y se nos reveló la rabia como entidad -continúa-. Es ella la que nos obliga a renunciar de los placeres de la vida y nos pone a trabajar para que nadie los goce. La rabia se opone al amor pero también al perdón, a la compasión, a la risa e incluso a la tristeza. El abuso, la feminidad y el poder del perdón y del duelo son temas emergentes que completan esta historia. Si pensamos que la vida nos debe algo porque nos lo ha quitado injustamente, cuando el amor nos haga señas no las veremos. Tengamos un ojo o los dos».
«Nuestro cometido es que el público, cuando vea la obra, se ponga a imaginar... Es un cuento, un espacio vacío que invita al espectador a que termine la función».
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