'La rosa del azafrán': estampas manchegas
Todo en la puesta en escena de Ignacio García está colocado sin estridencias, como un delicado telón de fondo que se admira sin molestar
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![Una escena de 'La rosa del azafrán'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/01/26/LaRosaDelAzafran(2)-RSm5JfmlKfYUnnjZGQwztaN-1200x840@abc.jpg)
Crítica de zarzuela
'La rosa del azafrán'
- Autores Jacinto Guerrero (música), Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw (libreto)
- Dirección musical José María Moreno
- Dirección escénica Ignacio García
- Escenografía Nicolás Boni
- Iluminación Albert Faura
- Vestuario Rosa García Andújar
- Coreografía Sara Cano
- Intérpretes Yolanda Auyanet, Juan Jesús Rodríguez, Carolina Moncada, Ángel Ruiz, Vicky Peña, Juan Carlos Talavera, Mario Gas, Pep Molina, Emilio Gavira, Chema León, Elena Aranoa, Javier Alonso, Orquesta de la Comunidad de Madrid, Coro del Teatro de la Zarzuela
- Lugar Teatro de la Zarzuela, Madrid
La piedra filosofal de la zarzuela, un género apasionadamente querido y despreciado a partes iguales, es encontrar la manera de ponerla hoy en pie. En el Teatro de la Zarzuela se han visto muchos montajes tan bienintencionados como fallidos, No puede decirse lo mismo ... de 'La rosa del azafrán', puesta en escena con mimo, exquisitez y buen gusto por Ignacio García, que es, en sus propias palabras, «una declaración de amor al género y a La Mancha».
'La rosa del azafrán' se estrenó en el Teatro Calderón de Madrid el 14 de marzo de 1930. Lejanamente basada en 'El perro del hortelano', de Lope de Vega, está ambientada en un pueblo de La Mancha, con la labranza como eje, y segadores, espigadoras, gañanes, hacendados, y otros personajes del mundo rural de entonces como protagonistas. También lo es la música popular, que salpica toda la partitura de Jacinto Guerrero: seguidillas manchegas, pasacalles, canciones de ronda, una jota castellana... Todo ello le confiere a la obra un sabor muy particular, que rodea la historia de amor interclasista entre un jornalero, Juan Pedro, y el ama Sagrario.
El libreto, confiesa el propio Ignacio García, ha sido cercenado y solo ha quedado una cuarta parte del original. La versión mantiene la esencia y permite contar perfectamente la historia, aunque el desarrollo de personajes y de situaciones quede algo cojo, como es natural (los solemnes finales de acto quedan un poco fuera de lugar en una puesta en escena breve: algo más de hora y media sin descanso).
Ignacio García demuestra su amor por La Mancha, acrecentado durante su reciente etapa al frente del Festival de Teatro Clásico de Almagro. Los colores, los sonidos, las costumbres de esa tierra están en este montaje luminoso. Una excelente cantante de música popular, Elena Aranoa, salpimenta la música de Jacinto Guerrero con sutiles intervenciones, mientras Sara Cano une en sus coreografías el folclore que ella tanto ha investigado con los movimientos contemporáneos.
Todo en la puesta en escena de Ignacio García está colocado sin estridencias, como un delicado telón de fondo que se admira sin molestar. La escenografía de Nicolás Boni, el vestuario de Rosa García Andújar y la luz de Albert Faura forman en realidad una poética postal del campo que han traído hasta la Zarzuela y son un lecho perfecto para la historia, en la que asoma muy levemente Lope de Vega y donde no faltan, claro, las referencias al Quijote.
La partitura de Jacinto Guerrero está llena de fragmentos populares; alguno de ellos, incluso, ha traspasado el ámbito teatral y se ha convertido en cotidiano: 'Ay, ay, ay, ay, qué trabajo nos manda el señor' o 'Aunque soy de La Mancha no mancho a nadie' son frases escuchadas durante años en la calle. Pero además hay piezas como la 'Canción del Sembrador' o la jota 'Bisturí, bisturí' que todo el mundo ha escuchado alguna vez y retiene en su memoria. A Guerrero se le ha negado a menudo el pan y la sal, pero nadie puede negar a su música corazón, calor, inspiración y aliento popular.
El espectáculo de la Zarzuela es también ejemplar desde el punto de vista musical, con una dirección justa de José María Moreno y un más que destacado protagonista masculino, Juan Jesús Rodríguez, de canto franco y soleado, que brilló sobre todo en la emblemática 'Canción del sembrador'. Interpretativamente, por otra parte, hay mucho que admirar en el reparto, con la presencia de Mario Gas y Vicky Peña, en primer lugar, y con nombres como Ángel Ruiz, Juan Carlos Talavera o Emilio Gavira otorgando categoría actoral a este montaje que demuestra que se puede hacer zarzuela en el siglo XXI de calidad y sin perder la esencia del género.
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