'Sun & Sea', una playa para espectadores indiscretos
El Teatre Lliure abre su temporada en Montjuïc con esta singular propuesta escénico-artística
La pieza, presentada en el Pabellón de Lituania, obtuvo el León de Oro en la Bienal de Venecia de 2019
![Un momento de 'Sun & Sea' en el Teatre Lliure](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/10/13/Sun-Sea-RStEvXTG2gagbFXgO1TwHUI-1240x768@abc.jpg)
Algo hay de 'voyeurismo' en asistir a una representación teatral. Pero en el caso de 'Sun & Sea' ('Sol y mar'), la sorprendente propuesta con la que el Teatre Lliure ha levantado el telón de su sede de Montjuïc, la sensación se multiplica. Y es que la versión escénica de la 'instalación-ópera-performance' que se presentó en el pabellón de Lituania de la Bienal de Venecia de 2019 (y que obtuvo el León de Oro) permite al espectador asomarse (literalmente) y observar a una treintena de personas en la playa artificial en que se ha convertido la sala Fabià Puigserver (estará en cartel hasta el 23 de octubre).
La obra se presenta como un bucle en el que los intérpretes deambulan en bañador por la playa, donde toman el sol, juegan a la pelota, comen, leen, hacen punto, juegan a las cartas, acarician a su perro... Son veinticuatro intérpretes, dieciséis de los cuales cantan la veintena larga de canciones que componen 'Sun & Sea' -cada ciclo dura unos cincuenta minutos, y se repite durante tres horas, con el público entrando cada treinta minutos-, y que hablan de cosas aparentemente frívolas (como ponerse crema solar para no quemarse o no perder de vista a los niños).
Aparentes nimiedades
Pero detrás de estas aparentes nimiedades subyace una preocupación por los efectos del cambio climático, el verdadero leitmotiv de esta pieza creada por Vaiva Grainyte (libreto), Rugile Barzdžiukaite (dirección) y Lina Lapelyte (dirección musical). «Buscábamos una situación que permitiese convivir a diferentes individuos -dice ésta última-, un lugar donde poder reflejar a la sociedad. La playa es el sitio donde todo el mundo es igual bajo el sol. Los bañadores unifican a las personas, se exponen al cuerpo planetario que cura y que al mismo tiempo es peligroso... En la playa la gente se mezcla, puedes encontrarte varias generaciones, tipos de cuerpo, identidades culturales y de género. La playa de 'Sun & Sea' es un sitio donde también podemos encontrar los pensamientos de estas personalidades diferentes».
«La playa es un lugar muy caliente, de manera que resuena muy bien con el tema del cambio climático -completa la directora de 'Sun & Sea'-. Por un lado, es un lugar para divertirse. Por otro lado, la playa es una potencial zona desértica y, al mismo tiempo, una zona inundable, situaciones extremas que no paran de expandirse globalmente».
Particular ópera
Las canciones de esta particular ópera (interpretadas en inglés) fluyen con placidez. Al espectador le cuesta identificar quién o quiénes están interpretándolas, porque no cambian de actitud. «Las pestañas me pesan. / La cabeza me da vueltas. / Cuerpo ligero y vacío. / No me queda agua en la botella», dice la letra de una de las canciones del golpe de calor. La pieza, explica Vaiva Grainyte, «es ligera, brillante, alegre y profundamente triste. Corresponde al público recoger ciertos aspectos. Por tanto, 'Sun & Sea' se basa en una disonancia: la sensación de catástrofe que flota en el aire se mezcla con una superficie soleada contrastada; las letras más oscuras e irónicas lucen melodías alegres».
No es 'Sun & Sea' un espectáculo agresivo con el espectador, sino todo lo contrario. Corresponde a éste navegar por la superficie, escuchar las melodías y observar desde su atalaya a los diferentes tipos que pueblan la playa, o sumergirse en las letras de las canciones -de la 'Bossa nova de la crema solar' a la 'Canción de la pareja a distancia', pasando por el 'Aria de la sirena' o la 'Canción del agotamiento y del adicto al trabajo'- y en su significado escondido.
Versatilidad y sostenibilidad
El montaje ha puesto una vez más a prueba la versatilidad del Teatre Lliure y sus salas, imaginada ya hace casi cincuenta años por uno de sus creadores, el fallecido Fabià Puigserver. La sala que lleva su nombre está preparada casi para cualquier disposición que requiera el montaje. De hecho, cuenta Juan Carlos Martel, actual director del Teatre Lliure, con 'Sun & Sea' son cincuenta y tres las diferentes disposiciones de escenario y público que se han realizado en esta sala.
La propuesta es perfectamente coherente con uno de los principales empeños del Teatre Lliure como institución pública (otro de ellos, fascinante, es la digitalización de su archivo): su plan de sostenibilidad, emprendido en 2020. «Entendíamos -dicen sus responsables- que trabajar para ser más sostenibles es también una forma de mejorar y enriquecer nuestro impacto positivo en la sociedad a la que servimos, demostrando, a través de nuestro ejemplo, cómo las artes y la cultura pueden asumir un papel relevante en la lucha contra el cambio climático y la degradación del medio ambiente».
'Sun & Sea' es la primera piedra de una temporada que seguirá con 'Yerma', de García Lorca, con dirección de Juan Carlos Martel, espacio escénico de Frederic Amat y un reparto encabezado por María Hervás en el papel protagonista. Entre las propuestas de la sede de Montjuïc, obras como 'Todos eran mis hijos', de Arthur Miller, o 'Las amistades peligrosas', de Pierre Choderlos de Laclos.
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