Suscríbete a
ABC Cultural

'Los pálidos', la creación televisiva como espacio de poder y lucha de generaciones

Lucía Carballal ha escrito y dirige esta obra, que interpretan Israel Elejalde, Miki Esparbé, Natalia Huarte, Manuela Paso y Alba Planas

Israel Elejalde y Natalia Huarte Luz Soria
Julio Bravo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La dramaturga Lucía Carballal, aplaudida autora de obras como 'Las bárbaras', 'La resistencia' o 'Una vida americana', se inspiró en su experiencia como guionista televisiva para escribir su obra 'Los pálidos', en la que subyace, dice, su deseo de retratar de alguna manera este mundo de cambios cada vez más veloces, «en el que parece que tenemos que actualizar constantemente todo lo que pensamos».

La imagen de la mesa de guion como «un espacio de poder, de representación política y por tanto de responsabilidad; como un dispositivo para alcanzar el inconsciente colectivo», le dio la clave para la escritura de la obra, que acaba de estrenarse en el teatro Valle-Inclán, dentro de la programación del Centro Dramático Nacional, con dirección de ella misma (es su primera experiencia como directora).

Un plató de televisión en el interior de una gran productora, que recrea un gimnasio soviético, y que se ha convertido en una improvisado sala de guion, es el escenario de 'Los pálidos', aparentemente una obra sobre el mundo de la televisión, según dice la autora. «Quiza yo misma lo pensaba al principio. Pero ahora sé que habla de algo más amplio: nuestra relación con el sistema de producción, con la idea de progreso, con el dinero».

En esta sala, Jacobo, un guionista en su cincuentena (Israel Elejalde) afronta junto a su equipo, que forman su mano derecha, Gloria, más o menos de su edad (Manuela Paso), y su hermano Max, diez años más joven (Miki Esparbé). Afrontan la segunda temporada de una serie de éxito, 'Hijas del voleibol', cuyo final ha causado un gran revuelo en las redes, ha caído en las redes y ha sido defenestrada por sexista. Jacobo quiere incorporar a una joven guionista de poco más de treinta años, María (Natalia Huarte) para aportar puntos de vista más jóvenes y frescos, y ha de enfrentarse también a su hija, Miranda, de poco más de veinte años (Alba Planas).

«Parece que el miedo a quedarse fuera está calando en gente que antes se sentía segura, y eso ha recrudecido algunas cosas -dice Lucía Carballal-. Tener una voz propia, ser especial, marcar la diferencia… son obsesiones de los personajes de esta obra, pero también de nuestro tiempo, quizá como acto reflejo ante el terror a quedar obsoleto y por tanto al margen, sin que nadie venga a buscarnos».

Señala Miki Esparbé que hay en la obra dos generaciones de hombres y tres generaciones de mujeres -«no hay ni buenos ni malos, son todos víctimas del sistema, que llegan a un embudo del que no pueden escapar», dice-. Y es que precisamente las diferencias -y las luchas- generacionales son uno de los motores de la función.

«La idea del relevo está muy presente en la obra», reconoce Lucía Carballal. «Todos hemos relevado a alguien y todos seremos relevados. Todos tenemos terror a que nos echen del trabajo; en eso no hemos cambiado, lo que ocurre es que cada vez la fecha de caducidad llega antes». La autora asegura que ha querido sentir empatía por todos los personajes. «Como dramaturga es un ejercicio técnico que me interesa mucho. Para ello he buscado la parte de mí que se parece a cada personaje. Después, los actores han contribuido a componerlo, hasta crear una suerte de polífonía». Alba Planas, la más joven de los intérpretes, dice a este respecto que ella llegaba «con ideas muy sólidas sobre, por ejemplo, cuestiones como el feminismo, y se me han descolocado. Como generación tenemos que plantearnos que no está bien rechazar a otras generaciones por querer una renovación». «La vida es mestizaje: de ideas, de razas, de edades... El paso del tiempo es inevitable, pero el envejecimiento es opcional», concluye Manuela Paso. «Los debates son cada vez más enconados e inmediatos», aporta Israel Elejalde. «Hay contradicción en cada uno de los personajes, y se ha sembrado un camino que los hace más anchos», cierra Natalia Huarte.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación