Olga Pericet, la heterodoxia y el arraigo
La artista cordobesa presenta la segunda parte de su trilogía sobre las guitarras de Antonio de Torres
Olga Pericet, una artista que baila pintura o pinta baile
![Olga Pericet, en una escena de 'La materia'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/01/17/01_LaMateria_PacoVillalta-R700EN9VBoFt2bij3SB8FdO-1200x840@abc.jpg)
Crítica de danza
'La materia'
- Idea original Olga Pericet
- Artista invitado Daniel Abreu
- Dirección, creación, coreografía y baile Olga Pericet y Daniel Abreu
- Música original y arreglos José Manuel León y Juanfe Pérez
- Músicos José Manuel León (guitarra), Juanfe Pérez (bajo) y Javier Rabadán (percusión)
- Iluminación Alfredo Díez
- Espacio sonoro Ángel Olalla
- Diseño de vestuario Olga Pericet
- Lugar Teatros del Canal, Madrid
Olga Pericet es una de las grandes protagonistas de la zambullida del baile flamenco en el lenguaje de la danza contemporánea que varios artistas -Israel Galván, Rocío Molina, Manuel Liñán, Daniel Doña, Marco Flores, Patricia Guerrero...- están llevando a cabo en los últimos años, ... y que está consolidando al flamenco como la locomotora de la creación coreográfica en España.
La bailarina cordobesa ha puesto en pie el segundo capítulo de la trilogía que empezó con 'La leona' y con el que rinde memoria a las guitarras de Antonio de Torres, padre del primer prototipo de guitarra flamenca y española. En el espectáculo, Olga Pericet vuelve a mostrar las dos armas principales con las que ingresa en el escenario: talento y atrevimiento. A lomos de las dos, y con la colaboración de sus tres músicos -José Manuel León, Juanfe Pérez y Javier Rabadán- y de su compañero en esta aventura, el magnífico Daniel Abreu, la creadora juega con imágenes y conceptos para crear un espectáculo magnético, personalísimo, seductor.
Nace 'La materia' de unos listones de madera que Abreu va depositando en el suelo y con los que Olga Pericet juega, sobre los que baila... La madera es el origen sobre el que va construyendo el espectáculo, esencial pero hermoso en su plástica, con momentos de gran belleza, como cuando la propia bailarina se convierte en guitarra al colocarse un simple mástil en la espalda.
El baile de Olga Pericet -siempre flamenca aunque se escape, como hace frecuentemente, por territorios contemporáneos-, es suntuoso, punzante, hiedra que envuelve a los espectadores. De aspecto frágil, la bailarina muestra sus garras con movimientos juncales, tan decididos como atrevidos, tan heterodoxos como auténticos y arraigados. En ella, no se sabe si admirar más a la intérprete o a la creadora... Aunque, probablemente, la una sea consecuencia de la otra.
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