Isamay Benavente, la primera mujer que dirige el Teatro de la Zarzuela: «Es el género que mejor nos cuenta»
La gestora andaluza, que se incorporará a su nuevo puesto en noviembre, presenta las líneas maestras de su programación
Isamay Benavente, primera mujer que dirige el Teatro de la Zarzuela
![Isamay Benavente, en el Teatro de la Zarzuela](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/27/Isamay-RmygNPR4zcEwtplFP8mNeGJ-1200x840@abc.jpg)
Fue nombrada a finales de marzo y se incorporará a su puesto a principios de noviembre, pero Isamay Benavente, la nueva directora del Teatro de la Zarzuela, ha querido desvelar las líneas maestras de su etapa al frente de este teatro de «repertorio ... singular», según sus propias palabras. «Mis líneas de programación -dice Benavente a ABC- van a ser muy parecidas a las que ha tenido Daniel Bianco estos últimos años; por supuesto, tendrán mi impronta. Lo que sí quiero, y así estaba en el proyecto que presenté, es darle un poquito más de protagonismo a la danza».
Isamay Benavente, la primera mujer que dirige la Zarzuela en sus 167 años de historia, no vendrá sola; se traerá con ella, como director musical, al madrileño José Miguel Pérez Sierra; sucede en el cargo a Guillermo García Calvo, que ocupaba el cargo desde 2020. «Seguiré contando con Guillermo, que me parece un director maravilloso -dice la nueva directora del coliseo madrileño-. Pero quería refrescar un poco el puesto. José Miguel Pérez Sierra es un director que tiene mucha vinculación con la casa y que trabaja mucho este repertorio. De hecho, no ha podido estar en la presentación porque está dirigiendo zarzuela por primera vez en Polonia. Ya he tenido un par de reuniones con él y, con su carrera internacional y sus relaciones, me va a ayudar mucho, seguro, en mi empeño por mover la zarzuela fuera de nuestras fronteras».
Isabel María (Isamay) Benavente Ferreras nació en La Línea de la Concepción (Cádiz) en 1965; es licenciada en Derecho por la Universidad de Sevilla y gestora cultural. Desde el año 2008 ha estado al frente del Teatro Villamarta de Jerez -al que se encuentra vinculada desde el año 1996- como directora artística, cargo que ha compatibilizado con la dirección del Festival Flamenco de Jerez, una de las citas más destacadas dentro de este género. Antes, trabajó como técnica de producción y distribución en la Exposición Universal de Sevilla de 1992, coordinando las producciones y giras de Espectáculos de la Consejería de Cultura durante aquel año. Posteriormente trabajó como jefa de producción del Ballet Flamenco de Andalucía, antes de incorporarse a la dirección de producción artística del Villamarta.
Casa de la danza y las voces españolas
Enfrentarse al reto de dirigir un teatro como el de la Zarzuela, con un repertorio tan singular, es lo que le llevó a presentarse al concurso abierto por Cultura para suceder a Daniel Bianco. «En el Villamarta hemos tenido dos proyectos especiales: el Centro Lírico del Sur, que ha apostado mucho por los cantantes españoles, y el Festival de Jerez, con la danza española y el flamenco. La Zarzuela es la casa natural de ambas cosas; este teatro y este género está fundamentalmente interpretado por cantantes nacionales... Creo que puedo desarrollar un buen trabajo aquí. Además -concluye- es un teatro que me encanta, que adoro».
Los mismos sentimientos le despierta a Isamay Benavente el género. «Soy una loca de la zarzuela; es el género que mejor nos cuenta, el que hemos inventado para hablar de nosotros mismos. Y me apetece mucho revisitar los títulos para ver qué queda de nosotros en ese género chico, qué queda de esa España rural que contaban las zarzuelas. Creo que es un género maravilloso y que hay grandísimas composiciones musicales y muy buenos libretos; otros que hay que revisitar, claro... Pero la zarzuela es un género estupendo».
Compara Isamay Benavente la zarzuela con el flamenco en el sentido de que «como es un género autóctono, como es un género nuestro, no le damos el valor que tiene. Pues bien; yo estoy empeñada, igual que ha pasado con el flamenco, en difundir la zarzuela por todas partes, a todas las generaciones, dentro y fuera de nuestro país; porque hay maravillas».
Con los ojos de hoy
Parece poco discutible que el flamenco ya tiene la etiqueta de contemporáneo. Pero dársela a la zarzuela parece una tarea imposible. «Imposible no hay nada -gallardea Benavente-. Actualizar el género es uno de los principales desafíos que tenemos por delante. Y creo que Daniel Bianco ha hecho mucho en este sentido. Hay que abordar la zarzuela como se aborda ya la ópera: con los ojos de hoy. Preguntarse qué nos cuenta esa zarzuela hoy en día, lo mismo que hacemos con el teatro clásico, por ejemplo».
Y vuelve al flamenco: «Es en realidad un lenguaje y cuando lo interpreta gente de hoy cuenta cosas de hoy... Y con técnicas de hoy. Actualmente los artistas están contaminados, en el buen sentido, por otras disciplinas. Hace 70 años los flamencos no veían nada que no fuese flamenco. Pero hoy en día, la gente que baila o canta está en las redes, viaja, ve otras cosas... Y lógicamente cuenta con todo ese bagaje».
«Tenemos el desafío de hacerle llegar a las nuevas generaciones esa potencialidad que tiene la zarzuela para hablar de nosotros y hacerlo desde ahora; con esa música y esos textos -que pueden revisitarse-, pero para hablar de nosotros, de nuestro tiempo».
No cree Isamay Benavente de que todo pase por la creación de nuevos títulos. «Por supuesto que hay que seguir potenciando la nueva creación en la zarzuela, pero tenemos que mirar y poner en valor -como se está haciendo ya- nuestro patrimonio musical. Por ejemplo, a mí 'Doña Francisquita' me parece una obra muy feminista: una mujer que elige y decide con quién quiere estar, y arma todo un enredo para conseguirlo. Viene de Lope de Vega, sí, pero hay cosas muy interesantes en La zarzuela. Y nuestro desafío es mostrárselo a las nuevas generaciones porque no la conocen. Incluso si hablas con profesores jóvenes de institutos no tienen en su memoria la zarzuela. Se han acercado a la ópera, pero mucho menos a la zarzuela. Así que, como decimos en el sur, me voy a remangar para que la zarzuela llegue a todas partes, y lo haga con la mirada de los creadores de algo».
Borrar prejuicios y complejos
Una de las tareas clave es borrar prejuicios y complejos. Y para ello, repite, va a seguir en muchas cosas la estela de Daniel Bianco. «Daniel ha hecho muchas cosas buenas, muy buenas», asegura la nueva directora. El Proyecto Zarza, estrella de su antecesor, va a tener continuidad. «¿Cómo no voy a mantener un proyecto que ha bajado la edad del público, y que está llevando la música y el repertorio de la zarzuela a las nuevas generaciones? Por supuesto que lo voy a mantener y, si puedo, lo voy a enriquecer... Ya veré cómo, tengo algunas ideas».
Califica Isamay Benavente el Proyecto Zarza como «una joyita», pero no es el único que va a mantener. «También van a seguir los programas que se desarrollan en el Ambigú, y que nos permiten contar muchas lineas transversales sobre la temporada».
Su apuesta distintiva es la danza -«fundamentalmente la danza española y el flamenco, que son las dos especialidades que creo que tienen más relación histórica con este teatro»-, y la Zarzuela va a abrise más si cabe a las dos compañías nacionales. «Ésta es la casa del Ballet Nacional de España y de la Compañía Nacional de Danza, y voy a reunirme con sus directores para ver cómo puedo ampliar un poquito su presencia aquí o crear un abono con sus actuaciones para que este teatro se convierta en un escaparate... Pero también quiero abrir el teatro cada año a tres o cuatro compañías».
La Zarzuela vivió hace apenas cinco años un maremoto cuando el Gobierno aprobó la unión de este teatro y del Teatro Real en una misma fundación; la derogación del Real Decreto puso fin a la zozobra. «Soy presidenta de Ópera XXI y mantengo muy buenas relaciones ahora mismo con los todos los teatros líricos de España. Me llevo muy bien con Ignacio García Belenguer, Joan Matabosch me felicitó nada más saberse mi nombramiento... Ahora vamos a ser vecinos, y por supuesto que tendremos buenísimas relaciones, espero, de vecindad y de colaboración, claro».
«Un patrimonio que hay que cuidar y preservar»
«Es una gran alegría y un orgullo anunciaros que tendré el honor de ser director musical del Teatro de La Zarzuela de Madrid a partir de la próxima temporada -escribió ayer en sus redes sociales José Miguel Pérez Sierra-; considero que es una gran responsabilidad, ya que se trata de un escenario de gran proyección internacional. A título personal, por otra parte, me emociona especialmente la confianza que han depositado en mí desde un escenario que me ha visto crecer y que ha sido fundamental en mi trayectoria. Guardo recuerdos imborrables vividos en este teatro, porque aquí crecí como músico, pero también como melómano; cuando era un niño asistía con mis padres a óperas y zarzuelas; más tarde me sentía como en casa siendo un adolescente apasionado de la lírica; después, ya como director de orquesta, he tenido la suerte de dirigir más de 120 funciones... Con este nombramiento se inicia una etapa ilusionante –que combinaré con mis compromisos en teatros y orquestas nacionales e internacionales– que me permitirá trabajar para ayudar a dar forma a la línea artística planteada por el nuevo equipo que dirige Isamay Benavente. Entre nuestros objetivos destaca continuar consolidando el posicionamiento que el Teatro de La Zarzuela ha conseguido a nivel nacional e internacional. La danza, las diversas formas musicales del país y el inmenso repertorio lírico hispano son géneros cuya calidad ha sido reconocida en todo el mundo, un patrimonio que hay que cuidar y preservar. Desde el Teatro de La Zarzuela sabremos llevar a cabo esta labor con rigor y pasión.
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