Cincuenta años de la huelga que cerró los teatros de España
El 4 de febrero de 1975, los actores iniciaron un paro para exigir tener sus propios representantes sindicales
La huelga de actores que puso en jaque al franquismo

La cartelera teatral madrileña anunciaba, el 4 de febrero de 1975 -en unos días se cumplirán cincuenta años de esa fecha- las funciones de las salas para ese día, la mayoría de ellas a las siete y a las diez y media: 'Los ... peces rojos' en el Bellas Artes, 'Las cítaras colgadas de los árboles' en la Comedia, 'Tirano Banderas' en el Español, 'La muchacha sin retorno' en el Fígaro, 'El círculo de tiza caucasiano' en el María Guerrero... Pero ninguna de ellas levantó esa tarde el telón. Los actores se habían declarado en huelga, la primera que se llevaba a cabo en España (el derecho a la huelga no se aprobaría en nuestro país hasta el 10 de mayo de ese año). «Por incomparecencia de los actores, se lamenta informar que la sesión de hoy queda suspendida», se comunicaba a los espectadores en las puertas de los teatros.
«Fue una situación totalmente insólita», recuerda Emilio Gutiérrez Caba, que entonces interpretaba 'Una rosa en el desayuno', de Barillet y Gredy, junto a María José Goyanes, Mercedes Sampietro y Joaquín Kremel, entre otros. «Recuerdo que vino al teatro un piquete informativo y nos explicó que el Sindicato Nacional del Espectáculo no aceptaba la inclusión de la comisión votada por los propios actores, que por eso se había decidido ir a la huelga y que los que trabajábamos en los teatros debíamos parar».
La chispa del histórico paro se encendió dos meses antes. El 15 de diciembre de 1974 los actores -había en Madrid aproximadamente unos 2.700 sindicados, condición inexcusable para trabajar- se reunieron en asamblea y crearon una lista alternativa a la oficial para las elecciones que habían de celebrarse el mes siguiente para elegir a los representantes de los actores. Aquella lista, conocida como la 'comisión de los once' estaba formada por José María Escuer, Jesús Sastre, Alberto Alonso, Gloria Berrocal, Lola Gaos, Vicente Cuesta, Juan Margallo, Luis Prendes, Jaime Blanch, Pedro del Río y José María Rodero.
Gloria Berrocal denunciaba en aquellos días en ABC «las dificultades burocráticas con que los actores se encuentran cuando el Sindicato del Espectáculo tramita la defensa de unos intereses -los nuestros, los de los actores-. que no son los suyos». Otro de los miembros de la comisión, Juan Margallo, denunciaba en las páginas de este periódico «el incumplimiento por parte de la mayoría de los empresarios de la Ordenanza de Trabajo de Teatro, Circo y Variedades de 28 de julio de 1972». Las peticiones, seguía Margallo, eran «las mejoras que por la subida del coste de la vida los actores reclamamos, así como aquellas reivindicaciones que, aunque no recogidas en la Ordenanza Laboral, los actores consideramos justas».
Comisión de los once
El logro de un nuevo convenio colectivo que recogiera esas mejoras, desde la función única -entonces se llevaban a cabo dos funciones diarias, doce semanales, y solo se había conseguido el día de descanso un par de años antes- hasta el pago de las dietas o de los ensayos era el fondo de la cuestión. Pero fue el rechazo del Sindicato a la 'comisión de los once' «y a la alternativa de integrar a sus componentes en la lista oficial», recuerda Emilio Gutiérrez Caba, lo que desencadenó la protesta y la huelga. «Buscábamos una defensa profesional -sigue-, porque el sindicato no defendía a la profesión. «Aquella fue la ocasión para reivindicarnos como trabajadores de pleno derecho y no esos meros 'comediantes' o 'titiriteros' con los que las élites y las clases dirigentes querían caricaturizarnos y minusvalorarnos».



El paro fue un dominó. Los quince teatros que cerraron en la función de tarde se convirtieron en veintiuno en la función de noche. «Todos los días íbamos al teatro, pero no hacíamos la representación», dice Gutiérrez Caba. Al día siguiente se sumaron (también en la segunda función) los teatros de Barcelona. Hubo adhesiones de directores de escena, cantantes, artistas plásticos, directores de cine, escritores, actores y realizadores de televisión... Se paralizaron rodajes y ensayos; los autores prohibieron la representación de sus obras... «Hubo también una gran repercusión internacional -añade Gutiérrez Caba-. Recibimos el apoyo de figuras como Vittorio Gassman, Yves Montand...»
Se sucedieron esos días las reuniones entre los representantes de los actores, los empresarios y el Sindicato Nacional del Espectáculo, que seguían firmes en su postura de no admitir el voto de la 'comisión de los once' -sí admitían su presencia y su voz- en las deliberaciones del convenio colectivo».
Detenciones
Hasta que llegó la tarde del 8 de febrero. Esa tarde, en el Teatro Bellas Artes -estaba en cartel 'Los peces rojos', de Anouilh-, la Policía detuvo a ocho actores, miembros de una comisión informativa: Antonio Malonda, Yolanda Monreal, Tina Sainz Rubio, José Carlos Plaza, Enriqueta Carballeira, Rocío Dúrcal, Flora María Álvaro y Pedro Mari Sánchez. Este actor, que formaba parte del reparto del musical 'Rocky Horror Show', en la Sala Cerebro, recuerda aquellos momentos: «Nos pidieron los carnés y se nos llevaron a los ocho. Carlos Larrañaga quiso intervenir pero no le dejaron. Tina Sainz lloraba y un policía le dijo: 'No les vamos a hacer nada'. Según salíamos por los camerinos veíamos policías armados con metralletas: nos llevaron escoltados hasta las 'lecheras' y en la calle había cientos de personas que nos apoyaban: fue un momento emocionante, en el que la fragilidad se mezclaba con el apoyo».
«Nos llevaron -sigue el relato- a la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol, y nos encerraron sin decirnos nada durante horas. Cuando me llevaron delante de lo que creo que era el juez de guardia, me hizo preguntas surrealistas como: '¿Usted de qué tiene que quejarse?' y después otras tremendas como de qué conocía a los Grapo, al FRAP [dos grupos terroristas de la época]. Ahí ya sí que me asusté y también cuando llamaron a mi entonces mujer, Flora María Álvaro». Pero, añade, «que yo viera, no hubo violencia con ninguno; nos dieron hasta de cenar».
«Yo soy la Lola de España»
Recuerda Pedro Mari Sánchez que «a algunos nos fueron soltando con cuentagotas, pero a otros -Plaza, Malonda, Sainz y Yolanda Monreal- los llevaron a Carabanchel y a Yeserías; los debían identificar con el Partido Comunista o alguna organización. Pero todos tuvimos que pagar multas de entre 100.000 y 500.000 pesetas. Se refiere el actor también a un célebre episodio. «Al día siguiente de nuestra detención se presentó en la DGS Lola Flores gritando: 'Yo soy la Lola de España y está mi comadre aquí'». Se refería a Rocío Dúrcal, que fue liberada gracias a su intervención.
El 12 de febrero se decidió poner fin a la huelga a cambio de la liberación de todos los encarcelados. Ese mismo día, los teatros volvieron a levantar el telón y los platós volvieron a la normalidad. No se logró ninguno de los objetivos de la huelga inmediatamente, «pero las cosas empezaron a cambiar pronto», dice Emilio Gutiérrez Caba. «La estructura sindical se modificó en 1976, y tras la huelga se nos empezó a tomar en serio. Empezamos a tomar las decisiones por nosotros mismos y poco después llegaron los logros, como la función única o el pago de ensayos».
«Empezó un camino imparable -refuerza Pedro Mari Sánchez-; el país estaba evolucionando y nosotros con él». «Pero conviene también -recuerda Emilio Gutiérrez Caba-, más allá del homenaje y la memoria histórica, seguir apretando puños y dientes para que nunca demos un solo paso atrás».
Cronología
15 de diciembre de 1974
Una asamblea de actores se reúne para proponer un conflicto colectivo. Se constituye la llamada 'comisión de los once', formada como lista alternativa a la lista oficial para las elecciones sindicales que han de celebrarse en enero de 1975.
3 de febrero de 1975
Tras la negativa por parte del Ministerio de Relaciones Sindicales a que la 'comisión de los once' tenga voto –sí tienen voz– en la negociación del convenio colectivo, los actores se constituyen en asamblea permanente y acuerdan iniciar un paro.
4 de febrero
Primer día de huelga. Quince teatros en Madrid no pueden levantar el telón en la sesión de tarde, y en la sesión de noche son veintiuno los que no pueden hacerlo (en Madrid había un total de treinta y nueve salas, incluidos los cafés-teatro).
6 de febrero
Sobre las siete de la tarde, y durante una asamblea informativa en el Teatro Bellas Artes, son detenidos Antonio Malonda, Yolanda Monreal, Tina Sainz, José Carlos Plaza, Enriqueta Carballeira, Rocío Dúrcal, Flora María Álvaro y Pedro Mari Sánchez.
9 de febrero
Lola Flores se persona en la Dirección General de Seguridad, donde se encuentran los detenidos, y logra la liberación de Rocío Dúrcal. También se libera a Flora María Álvaro, Enriqueta Carballeira y Pedro Mari Sánchez. Los demás son encarcelados.
12 de febrero
Los actores deciden «por unanimidad» en una reunión celebrada en la sede del Sindicato Provincial del Espectáculo poner fin a la huelga a cambio de la liberación de sus compañeros encarcelados. La mediación de Adolfo Marsillach o Fernán Gómez impulsa la medida.
Se les impone fuertes multas a los ocho detenidos. 500.000 pesetas a Antonio Malonda, Yolanda Monreal, Tina Saiz y José Carlos Plaza. 250.000 a Enriqueta Carballeira. 200.000 a Rocío Dúrcal y 100.000 a Flora María Álvaro y Pedro Mari Sánchez.
Los teatros vuelven a levantar el telón y regresa la normalidad a los platós de televisión y cine y a los estudios de radio. Se acuerda la disolución de la 'comisión de los once' y se allana el camino para que se reúna la comisión deliberadora del convenio.
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