'Bernice': redescubrimiento de una autora
Crítica de teatro
'Bernice' es una obra en la que los silencios son más elocuentes que las propias palabras y las ausencias tan protagonistas como las presencias
El Teatro Español rescata del olvido a Susan Glaspell, la 'madre' del teatro estadounidense contemporáneo
![Eva Rufo y Esperanza Elipe, en una escena de 'Bernice'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/11/07/bernice_escena_javiernaval_48-RzRwrlhw9wTxIUJ5QCITHNK-1200x840@diario_abc.jpg)
Crítica de teatro
'Bernice'
- Autora Susan Glaspell
- Traducción y versión Ignacio García May
- Dirección Paula Paz
- Espacio escénico Mónica Boromello
- Iluminación David Picazo
- Vestuario Blas Ledoïc
- Música y espacio sonoro Yaiza Varona
- Intérpretes Esperanza Elipe, Eva Rufo, Javier Lago, Jesús Noguero y Rebeca Hernando
- Lugar Teatro Español, Madrid
A pesar de su relevancia en la historia del teatro del siglo XX, puede hablarse de Susan Glaspell (1876-1948) –se le ha llamado «la madre del teatro estadounidense moderno»– como una dramaturga prácticamente desconocida e inédita (salvo en montajes semiprofesionales o aficionados) en ... los escenarios españoles. La autora creó en 1915 junto a su marido, George Cram Cook, una compañía teatral, los Princetown Players, que tomó como modelo el Teatro de Arte de Moscú de Konstantin Stanislavski, y cuya fundación ha sido calificada como «el momento innovador más importante del teatro americano». Para los Princetown Players, donde veló sus primeras armas Eugene O'Neill, escribió Susan Glaspell varias de sus obras, entre ellas 'Trifles' (1916), 'The Verge' (1921), 'Inheritors' (1921) o 'Bernice' (1919), el texto con el que el Teatro Español ha querido rescatar a la autora (a finales de mes presentará 'Deseos reprimidos', una obra en un acto, la primera que escribió para los Princetown Players).
'Bernice' es una obra en la que los silencios son más elocuentes que las propias palabras y las ausencias tan protagonistas como las presencias. La inesperada muerte de una mujer –la Bernice del título– es el desencadenante de la acción, que enfrenta especialmente al marido de la fallecida, Craig Norris, y a su mejor amiga, Margaret Pierce. Remordimientos, reproches, rencores, deseos incumplidos, frustraciones... Los sentimientos de los personajes, todos ellos envueltos en sombras y con secretos en los bolsillos, van enrareciendo el frágil ambiente de una casa que parece haberse roto tras el fallecimiento de Bernice. Como ha señalado el autor de la versión, Ignacio García May, presenta estructuras dramáticas que suponían una novedad en su época y que han seguido muchos autores, como la de 'la noche decisiva' –que convierte el escenario en una suerte de olla a presión que ha de estallar sí o sí–.
La dirección de Paula Paz –tradicional, en el mejor sentido de la palabra– sabe trasladar esta espesa atmósfera, pero la función (y especialmente varias de sus transiciones) se contagia de la pastosidad de las situaciones y no consigue levantar el vuelo. Lo mejor, sin duda, el trabajo interpretativo de Eva Rufo, que lleva en su rostro y su voz la angustia y la zozobra de su personaje, Margaret.
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