'Amnèsia': las familias de Nelson Valente
Crítica de Teatro
El autor consigue en 'Amnèsia' su obra familiar más redonda; el público reconoce al autor y sus personajes.
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Una escena de 'Amnèsia'
Crítica de teatro
'Amnèsia'
- Autoría y dirección Nelson Valente
- Traducción Joan Negrié
- Escenografía y vestuario Albert Pasqual
- Iluminación Ganecha Gil
- Espacio sonoro David Solans
- Intérpretes Mercè Arànega, Màrcia Cisteró, Míriam Iscla, Joan Negrié, Victòria Pagès, Biel Rossell
- Lugar TNC, Barcelona
Nelson Valente aporta matices al conocido aserto de Tolstoi. En su teatro todas las familias se parecen, más allá de su grado de felicidad o infelicidad. Lo supimos por primera vez con 'El loco y la camisa', hilarante tragicomedia de sofá con familia: ... entre los personajes, un locatis que recibe al novio de su hija el día de la petición de mano. El loco dice la verdad que la familia pretendía disimular y la cosa no acaba bien. En otra pieza, 'El declive', dos matrimonios maduros dedican una tarde dominical a intercambiar sus miserias. En 'Los perros' el comedor familiar vuelve a ser el escenario de la catarsis. Una joven celebra su cumpleaños junto a su marido en casa de los padres de este. El suegro acapara la conversación hablando de lo listos que son sus perros. La suegra, aburrida de oír unas historias que ya conoce, no para de beber. La caja de Pandora de la infelicidad conyugal vuelve a esparcir sus miasmas…
En 'Amnèsia', Valente da otra vuelta de tuerca a sus tragicomedias de la vida familiar. Tres hijos se reencuentran para cenar en casa de la madre de la que se cuida una de las dos hermanas. El hijo, un fantasmón cargado de deudas y de hipocondría, acude con su esposa, mujer vulgar de risa estentórea (convincente Màrcia Cisteró). La otra hija es una política que concurre acompañada de su jovencísimo amante. La madre -espléndida y ácida Mercè Arànega-, con la desinhibición propia de la demencia senil, los trata a patadas. La hija cuidadora pide un respiro para poder hacer todo lo que no ha podido hacer al dedicar todo su tiempo a la madre. Con ese estado mental algo habrá que hacer: ¿una residencia? ¿compartir el cuidado entre los tres hermanos? La hermana política, que visita la casa familiar de uvas a peras porque le deprime, aduce que está demasiado ocupada sirviendo a los demás. El hermano fantasmón pone como pretexto la insolvencia económica que le obliga a vivir en un piso demasiado pequeño para acoger a la madre.
Valente consigue en 'Amnèsia' su obra familiar más redonda. El público reconoce al autor y sus personajes.