'1936': Discursos para que dance la muerte
Crítica de teatro
Aunque todo aquí sea fiel a su medida histórica, el espectador no está delante de un retablo arqueológico, sino ante un fresco que intenta retratar una memoria aún viva, un shock aún no superado
Andrés Lima vuelve a la guerra civil en '1936': «Se ha contado mal»
![Alba Flores y Paco Ochoa, en '1936'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2024/12/05/CDN1936BSP_32A6995-RTLNhnR4igtgl4kbrM9ryBP-1200x840@diario_abc.jpg)
Crítica de teatro
'1936'
- Texto Albert Boronat, Juan Cavestany, Andrés Lima y Juan Mayorga
- Dramaturgia A. Boronat y A. Lima
- Dirección Andrés Lima
- Escenografía y vestuario Beatriz San Juan
- Iluminación Pedro Yagüe
- Videocreación Miquel Àngel Raió
- Composición musical Jaume Manresa
- Espacio sonoro Kike Mingo
- Intérpretes Antonio Durán «Morris» (Queipo de Llano, Obispo Antonio Montero, Nicolás Franco), Alba Flores (La Pasionaria, General Rojo, Mika Etchebéhère), Natalia Hernández (Yangüas Messía, Cardenal Gomá, Señora Guerra), María Morales (Manuel Azaña, Largo Caballero, Clara Campoamor), Paco Ochoa (Pau Casals, George Orwell, General Mola), Blanca Portillo (José Antonio Primo de Rivera, Von Richthofen, Rosario La Dinamitera), Guillermo Toledo (General Yagüe, Alfonso XIII, General Miaja), Juan Vinuesa (Francisco Franco, Norman Bethune, Ramiro de Maeztu) y Coro de Jóvenes de Madrid
- Lugar Teatro Valle-Inclán, Madrid
Tras el montaje de 'Shock 1 ( El Cóndor y el Puma)' en 2019 y 'Shock 2 ( La Tormenta y la Guerra)' en 2021, que tomaban pie teórico en el ensayo 'La doctrina del shock' de Naomi Klein, Juan Mayorga, Juan ... Cavestany, Alberto Boronat y Andrés Lima, cuatro de nuestros más eminentes hombres de teatro, ponen sobre las tablas este '1936', una obra de dimensiones monumentales que, basándose en fuentes historiográficas, se propone reconstruir de manera documental nuestra guerra civil. Aunque todo aquí sea fiel a su medida histórica (la cronología de los hechos, los hechos mismos, los políticos o militares que las llevaron a cabo) el espectador no está delante de un retablo arqueológico, sino ante un fresco que intenta retratar una memoria aún viva, un shock aún no superado. Es, en cualquier caso, una obra sobre el horror, un descenso a los infiernos al paso del avance de las tropas franquistas: aquí está el horror y el infierno de los fusilamientos en la Plaza de Toros de Badajoz, la Desbandá de los malagueños y la masacre posterior en Almería, el bombardeo de Guernica, Madrid, Barcelona…
Con un señalado carácter expresionista, este triunfo de muerte deja un paisaje humano desolador. A golpe de bombardeos y fusilamientos, a golpe de psicopatologías envueltas en ideologías, estamos ante un expresionismo de carácter moral, ante una danza macabra que intenta describir esa peste de la violencia y del asesinato en frío bajo la excusa de una guerra.
Es cierto que, en una obra de aliento coral, que desea mostrar una mirada poliédrica, se insiste más en el terror azul que en el terror rojo, que Paracuellos o las checas de la España republicana merecían ser destacadas, que la visión de algunos de nuestros intelectuales quizá nos acercara a la complejidad de todo aquello (por ejemplo la de Juan Ramón Jiménez y su 'Guerra en España', editados por Ángel Crespo), pero ese desfile de militares y de milicianos, de políticos grandes y de políticos a pie de calle que terminan bañando de sangre su ideología pone los pelos de punta.
Sin embargo hay algo que, como montaje teatral, para mí lastra este '1936' y es la repetición incansable del mismo recurso: el de la sucesión de discursos. Aquí están los de Franco, Mola, Queipo de Llano, Calvo Sotelo, José Antonio, Azaña, La Pasionaria, los escritos de Orwell o los de Chaves Nogales, discursos, arengas, reflexiones que, en algún momento, llegan a restar intensidad y acaban resultando un procedimiento tan previsible como mecánico. Solo las entradas del diario de Pilar Duaigües dinamizan la obra, mantienen la tensión y añaden una mirada de riqueza sentimental, inocencia y sentido del humor.
El esfuerzo de la puesta en escena, en cualquier caso, es descomunal en tanto todo el aparato visual, de emisiones radiofónicas de la época ayuda no solo a contextualizar el conflicto dramático sino a subrayarlo. En el plano interpretativo hay que destacar ese Franco que Juan Vinuesa clava en nuestra retina, sin desmerecer por supuesto al resto del elenco, incluida la participación del Coro de Jóvenes de Madrid.
A este '1936' no le faltan méritos, pero no es una gran obra, quizá le sobra tanto relato historiográfico y le hace falta el retrato, el teatro humilde de las víctimas, el documento de su dolor.
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