El programa cultural del PP: un Cervantes reforzado, leyes de Patrimonio y Mecenazgo, reforma del Inaem y Estatuto del Artista

El PP se compromete a impulsar políticas culturales que proyecten el patrimonio histórico-artístico de España. Y para ello fomentarán la creación y desarrollo de las industrias culturales, y reforzarán la proyección internacional de las instituciones culturales y artistas españoles. Son «factores esenciales de la construcción de la Marca España».

El PP considera necesario «reforzar» el Instituto Cervantes, dependiente de Exteriores, «como el mayor organismo cultural del mundo en lengua española y la casa común del español, incrementando la participación de los de países hispanohablantes». Los populares prometen que ampliarán sus sedes en el exterior «para promover la cultura española en todas sus manifestaciones» y reforzarán el español «como lengua de comunicación internacional, así como vehículo de comunicación en el ámbito tecnológico y en la inteligencia artificial». Esta legislatura, el Grupo Parlamentario Popular ha sido muy crítico con Luis García Montero, actual director del Cervantes, por su cercanía con el Gobierno de coalición: ha pedido el voto para ellos en algunas de sus columnas de opinión e incluso participó en un acto de campaña del PSOE andaluz.

Fue uno de los proyectos del PSOE que se quedaron a medias. El exministro Uribes promovió una nueva ley de Patrimonio e Iceta, nada más llegar a Cultura, la metió en un cajón. Había nacido «muerta», dijo, porque no contaba con el respaldo de las comunidades autónomas. El PP quiere «modernizar y refundir la legislación vigente», que data de 1985, y agilizará la convocatoria y ejecución del 2 por ciento cultural destinado a la conservación y protección del patrimonio español, reservando una partida específica para obras de rehabilitación destinadas a municipios rurales, y otra al fomento de la creatividad artística contemporánea. El Gobierno no lanza estas ayudas del 2 por ciento desde 2020. El PP también quiere proteger el patrimonio subacuático.

El adelanto electoral de Pedro Sánchez impidió la aprobación definitiva de una tímida reforma de la ley de incentivos fiscales al Mecenazgo. El PP pretende abordar en la próxima legislatura una nueva ley ambiciosa «para impulsar las industrias e instituciones culturales». La ley aspira a eliminar el exceso de burocracia, a favorecer la creación de nuevas empresas culturales y a formar gestores especializados. «Dotaremos de mayor objetividad, transparencia y agilidad al procedimiento de concesión de subvenciones culturales», señala el programa.

El punto quinto del programa cultural del PP propone el impulso y promoción de «proyectos en red que proporcionen actividades culturales de calidad a municipios rurales y pequeños municipios, y que contribuyan a poner en valor su patrimonio histórico-artístico, así como su patrimonio gastronómico y artesanal». De este modo, se contribuirá al desarrollo local sostenible y al impulso del turismo cultural.

«Crearemos programas de apoyo a la cultura para jóvenes hecha por jóvenes», promete el PP, «en colaboración con instituciones y organizaciones educativas y culturales». Es una de las grandes reivindicaciones del sector: llevar la cultura a las edades de formación. Los populares aspiran también a «propiciar que los jóvenes creadores puedan iniciar sus carreras artísticas en libertad y con vocación de futuro».

Es el cuento de nunca acabar. En 2018, el Congreso aprobó por unanimidad este 'traje a medida' para el sector, un conjunto de medidas fiscales o laborales reclamadas por los creadores. Iceta se comprometió a completarlas durante su mandato, pero el proyecto se ha quedado a medias. Según el sector, no ha llegado ni a la mitad; según el Gobierno, van por los dos tercios. Sea como fuere, el PP promete que completará y mejorará el Estatuto del Artista con las siguientes medidas: simplificación del nuevo régimen de prestación de desempleo, modernización del sistema de jubilación, incentivos fiscales para la creación artística, diálogo permanente con las asociaciones...

Todos en el mundo del teatro coincide en que el Inaem, el organismo encargado de de gestionar el teatro, la danza y la música de producción estatal, está obsoleto. Su estructura apenas ha sido mejorada desde 1985, pero en cambio ningún Gobierno ha abordado su reforma de una manera decidida. Iceta hizo un amago, pero en cuanto surgieron las primeras voces discordantes el proyecto volvió a quedar en el olvido. El PP, si gana, quiere reformarlo, adaptando el régimen jurídico y los sistemas de gestión y control económico-financiero del Inaem a las peculiaridades de su actividad. Impulsará también las giras nacionales e internacionales de sus unidades artísticas y fortalecerá el programa Platea de circulación de espectáculos en recintos de ámbito local.

El PP asegura que desarrollará nuevas líneas de financiación para promover y proteger el patrimonio audiovisual español, «como un medio de preservar nuestra identidad y diversidad cultural». La idea de los populares es, además, atraer talento e inversión a España con los rodajes de proyectos audiovisuales y cinematográficos. El Gobierno actual ya destinó parte de los fondos europeos a la creación de un hub audiovisual, con idénticos objetivos. El PP quiere apoyar también la industria del videojuego.

El PP propone habilitar fórmulas de mecenazgo para la creación de un Centro Nacional de la Danza, proyecto que el PSOE tuvo sobre la mesa y terminó descartando, entre las amagas quejas del sector. Fue en 2008 cuando se prometió por primera vez esta iniciativa... Este centro serviría como lugar estable de representación tanto de las compañías nacionales (Compañía Nacional de Danza y Ballet Nacional de España), como para compañías nacionales e internacionales. También serviría como »laboratorio de creación y punto de encuentro para bailarines, coreógrafos y todos los implicados en el arte de la danza».

El PP pretende impulsar los planes de fomento de la lectura, «especialmente a los programas específicos de lectura infantil y juvenil, en colaboración con el sector editorial». Los populares aspiran igualmente a desarrollar un plan de mejora de bibliotecas, museos y archivos, «con la mejora de sus infraestructuras y herramientas digitales y con la dotación de recursos humanos». Tanto los museos estatales, como la Biblioteca Nacional de España o los archivos estatales llevan desde la pandemia con sus servicios limitados por falta de personal.

El último punto centrado del programa cultural del PP hace referencia al apoyo de las nuevas expresiones artísticas y los jóvenes creadores, así como a la reivindicación de los referentes culturales más reconocidos, «en centenarios como los de Ana María Matute (2025), Gaudí (2026), Buero Vallejo (2026) y, de forma muy especial, el de la Generación del 27».

Los populares, a modo de resumen, señalan en su programa que «la cultura es el mejor reflejo de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo queremos ser los españoles». Aspiran a convertir España en una potencia cultural, con la lengua como herramienta principal. «Es un patrimonio que compartimos más de 500 millones de personas en el mundo, sobre el que edificar sólidos vínculos políticos, culturales, económicos y sociales. La promoción, la defensa y el respeto al español y a la cultura e historia de España serán elementos esenciales de nuestra proyección exterior en cualquier ámbito geográfico o político», sostiene el PP.