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El renacer de Notre Dame: la catedral de París muestra por primera vez su interior cinco años después del incendio

El presidente francés Emmanuel Macron ha visitado el templo, que reabrirá sus puertas el próximo 7 de diciembre

Francia en el purgatorio, Macron en Notre Dame

AFP

ABC

Cinco años después del devastador incendio, la catedral de Notre Dame de París ha desvelado este viernes su nuevo «esplendor» mostrando un templo diáfano de muros blanqueados y resplandecientes.

El primer vistazo al nuevo aspecto del interior de la catedral parisina quedó a la vista pública durante la visita final del presidente francés, Emmanuel Macron, a las obras de reconstrucción ocho días antes antes de la gran reapertura, el 7 de diciembre.

«Sublime», dijo Macron visiblemente satisfecho, acompañado por el arzobispo de París, Laurent Ulrich, el ministro de Cultura, el alcalde de París y otros funcionarios, durante el recorrido retransmitido por televisión.

«Es mucho más acogedor», añadió, elogiando las piedras de color claro de Notre Dame y diciendo que todos los involucrados en la reconstrucción deberían «estar orgullosos».

Acompañado por su esposa Brigitte, Macron recorrió las áreas clave de la catedral, incluida la nave, el coro y la capilla, y habló con expertos. «Esta última visita al lugar es una oportunidad para darles las gracias en particular: a los artesanos de la madera, a los del metal y la piedra, a los montadores de andamios, a los techadores, a los fabricantes de campanas, a los restauradores de arte, a los doradores, a los albañiles y escultores, a los carpinteros, a los constructores de órganos, a los arquitectos, arqueólogos, ingenieros, planificadores, logísticos y administrativos», dijo el presidente francés.

Los trabajos de restauración han permitido limpiar la suciedad acumulada durante décadas y la pureza «inmaculada» del edificio católico que se anuncia deslumbrante «como nunca», según su entorno.

Hasta ahora, sólo circularon imágenes no autentificadas en la red social X, que incluso su multimillonario propietario Elon Musk republicó.

La presidencia francesa no ahorró en calificativos para presentar esta visita: «resplandor», «fascinación», vista «impactante», «fuegos artificiales de colores», etc. Y prometió un espectáculo sobrecogedor y un contraste sorprendente con la «bóveda abierta», la «basura carbonizada» y el olor «insoportable» que Macron descubrió la noche del incendio, el 15 de abril de 2019.

Las llamas arrasaron el tejado y el armazón de la catedral, uno de los monumentos más visitados de Europa. Su icónica aguja, construida por Viollet-le-Duc en el siglo XIX, se derrumbó y se reconstruyó de forma idéntica. El incendio, cuyas causas todavía no se han identificado, dio la vuelta al mundo.

Macron se comprometió a reabrir el edificio en un plazo de cinco años, lo que suscitó cierto escepticismo en su momento. Ahora presenta su reapertura como el colofón de un año de «orgullo francés», tras el éxito de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París-2024, y en un momento en el que está debilitado políticamente.

El proyecto ha costado unos 700 millones de euros y se ha financiado exclusivamente con donaciones.

El público deberá esperar todavía poco más de una semana para acceder a la catedral. Las ceremonias religiosas y laicas de reapertura están previstas el próximo 7 y 8 de diciembre, antes de que las puertas se abran al mundo.

Francia invitó a numerosos dirigentes extranjeros, aunque todavía se desconoce quién asistirá. El papa Francisco ya anunció por su parte que no estará presente.

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