El PP marca terreno frente a la «apropiación» cultural de la izquierda
Los consejeros populares lanzan un manifiesto para «reivindicar la cultura en libertad»
Se comprometen con «un ecosistema donde el creador no sea un rehén de intereses partidistas»
El PP acusa a Sumar de «congelar» las iniciativas culturales en el Congreso: «Es evidente el propósito de obstaculizar»

El Partido Popular convoca hoy en Santander a su poder territorial para reivindicar la «cultura en libertad», lejos «del dogmatismo y la apropiación ideológica que sobre ella ha pretendido la izquierda». Los once consejeros del ramo de las comunidades que gobierna el PP harán fuerza ... junto al portavoz nacional del partido y vicesecretario de Cultura, Borja Sémper, para rubricar un documento por «la creación artística en todas sus manifestaciones» y en favor del «libre desarrollo de la personalidad de los individuos». Este encuentro sectorial se celebra antes de la interparlamentaria que el último fin de semana reunirá a toda la cúpula del PP en Sevilla.
«La cultura no se impone: se impulsa», defiende el PP en el manifiesto, al que ha tenido acceso ABC. Y en esta labor son claves las instituciones locales. De las 1.522 instituciones museísticas presentes en España, el 50,5 por ciento son de titularidad local y solo un 10,9 por ciento de titularidad estatal. El PP gobierna en más de 3.000 municipios –más del 40 por ciento del total– y en casi 30 diputaciones provinciales. Las comunidades y ciudades populares aportaron en 2022, respectivamente, el 0,11 y el 0,32 por ciento al PIB en liquidaciones relacionadas con la cultura.
«El compromiso del PP con la cultura, en contra del mito, es acreditable», presume la formación conservadora. «El PP fue la primera fuerza política que promovió, a nivel nacional, el reconocimiento de la cultura como un bien básico y de primera necesidad». El partido trata así de dejar atrás las dudas de la campaña electoral de 2024, cuando cedió a Vox la cartera de Cultura en algunas comunidades y ayuntamientos bajo acusaciones de censura. La izquierda también criticó cierta ambivalencia de Feijóo sobre la permanencia del Ministerio de Cultura, aunque luego el PSOE la usó como moneda de cambio con Sumar para seguir en La Moncloa.
En el plan de gobierno alternativo que el PP quiere ir proponiendo mientras aguante la legislatura actual, la cultura ocupará un lugar preeminente. Y «frente al dirigismo cultural» del que acusa a Urtasun, el PP apuesta por «un ecosistema donde el creador sea protagonista y no un rehén de intereses partidistas». «La cultura en ningún caso puede ser un territorio de trincheras y exclusión, de polarización identitaria, ni mucho menos ser manoseada como sinónimo de propaganda». Tras casos como el de la actriz Karla Sofía Gascón, repudiada por el propio ministro, el PP se declara «enemigo de la cultura de la cancelación».
«Lejos del dogmatismo y la apropiación ideológica que sobre ella ha pretendido la izquierda», sobre todo desde que Sumar trata de emplearla como una herramienta de combate desde la plaza del Rey, la cultura «es el pilar que sostiene la identidad de España y el motor que une generaciones y territorios». En ese sentido, el PP defiende que en la gestión de la cultura debe valorarse que es «una herramienta crucial para fomentar la cohesión social, la creatividad y la innovación». Las consejerías populares se comprometen a «redoblar esfuerzos para seguir coordinando una gestión cultural eficaz».
Frente al dogmatismo, gestión, dice el partido que lidera Feijóo. «En el siglo XXI, la cultura no se impone: se impulsa. No se dirige: se deja ser. Y no se favorece con sesgo ideológico: se apoya con equidad y visión de futuro». El lema utilizado para el manifiesto –'Por una cultura en libertad'– va en línea con el discurso del partido contra el veto de Urtasun a la tauromaquia. En este caso, otra acción coordinada de las comunidades del PP con el Senado –con mayoría popular– y la Fundación Toro de Lidia ha permitido impulsar un premio paralelo.
Tras siete años de gobierno socialista –y cinco ministros distintos–, «el horizonte más inmediato del sector está dominado por la incertidumbre, el miedo y la imprevisibilidad», dice el PP. «Ni PSOE ni Sumar han abordado las cuestiones que acucian a la industria cultural y que abarcan toda la cadena de valor cultural: creación, producción, distribución, consumo y regulación». Los populares se comprometen a favorecer un marco legislativo «que facilite la producción cultural y reduzca las trabas burocráticas que soportan los creadores» en un sector que en 2024 empleó a 771.000 españoles, el 3,6 por ciento del empleo total.
El PP quiere desarrollar una política cultural para que España «disponga de un modelo claro» para sus agentes, y priorizará el desarrollo y expansión del idioma español, con un compromiso claro con Hispanoamérica. En un contexto en el que más de la mitad de los artistas declaran ganar menos de 1.500 euros mensuales procedentes de su actividad cultural, el PP recuerda la necesidad de terminar de aprobar el Estatuto del Artista. También promoverá una «inteligencia artificial ética», que respete los derechos de los agentes culturales. En el año que Barcelona acoge la cumbre de Mondiacult, el PP recuerda que «no hay mejor herramienta ética que una cultura española, libre, creativa, diversa, admirada y reconocible.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete