Una nueva cámara en la pirámide de Guiza… y aún quedan más

Quién nos iba a decir que detrás de esos bloques se iba a introducir una cámara endoscópica, como la empleada en las complejas operaciones quirúrgicas de hoy, para confirmar lo que realmente ya se sabía desde 2016, que allí había una habitación de gran tamaño.

En los últimos años, desde que el equipo de Scan Pyramids publicó el hallazgo de una cámara gigantesca de unos 30 metros de largo sobre la Gran Galería de la pirámide, muchos arqueólogos no les tomaron en serio. Prefirieron llamar a estos espacios «anomalías» y no cámaras secretas como todo el mundo empezaba a llamarlas. Ahora la evidencia física ha llegado por medio de un vídeo en el que se ve cómo la cámara endoscópica atraviesa la junta de varios bloques de caliza y va a dar a un espacio en el que ningún ser humano había puesto la mirada en los últimos 4.500 años.

Tenemos la habitación, pero no sabemos para qué servía. Dicen los expertos que puede ser una cámara que alivie el peso que hay sobre ese lugar, o puede ser la antesala a otra estancia. Realmente, el aspecto es idéntico al que tiene la última de las llamadas cámaras de descarga descubierta por Howard Vyse en la década de 1830 sobre la Cámara del Rey: una techumbre a dos aguas y un largo pasillo de piedra apenas trabajadas que va a dar a un escalón sobre el que la oscuridad de la estancia no deja ver qué hay. Además, el aspecto del fondo de esta habitación es muy parecido al que tiene la propia entrada original de la pirámide, justo delante de esta habitación y situada unos metros por encima de la que utilizamos hoy los turistas para visitarla. En ella podemos ver unos bloques a dos aguas que enmarcan una extraña forma similar al jeroglífico del horizonte de la escritura egipcia y que hoy cuenta con una misteriosa inscripción, seguramente moderna.

Zahi Hawass, que hasta ayer tenía poca fe en el método de trabajo del equipo Scan Pyramids, ahora se suma al hallazgo y dice que es un descubrimiento extraordinario. Incluso que podría llevarnos a encontrar en otro punto de la pirámide el verdadero enterramiento de Keops. No lo sabemos, pero soñar es gratis.