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ABC Cultural

Reportaje

Los músicos que 'robaron' del flamenco

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Desde el siglo XIX, la historia está repleta de artistas que bebieron de esta música, desde Ravel a Miles Davis, como sucede hoy

El músico de jazz Miles Davis

Luis Ybarra

Se está produciendo un fenómeno en la escena musical española del todo interesante: hay una reivindicación de la raíz. De lo flamenco. Si atendemos a las propuestas de C. Tangana, Rosalía, Guitarricadelafuente, Silvia Pérez Cruz, Derby Motoretas Burrito Kachimba, Califato ¾,The Gardener, Fahmi Alqhai, Ara Malikian, María José Llergo, Mi Hermano y Yo, Dani Llamas, Las Migas, María Peláe, Fuel Fandango, La Plazuela o incluso, mucho antes, Los Planetas, vemos cómo de forma casi masiva se acude desde distintos géneros a tomar elementos de lo jondo: el indie, la electrónica, el trap, el rock, el pop… Esta tendencia al alza, que genera la ramificación de los estilos y la diferenciación del sonido español en el extranjero, tiene viejos antecedentes. No se calcan las fórmulas, sino que se incorporan atributos: palmas, ritmos, compases, quejas, estrofas… Y la historia, como acostumbra, se repite.

Se ha escrito mucho acerca de la influencia que han tenido otras culturas en el germen y el desarrollo hasta hoy del flamenco; está, sin ir más lejos, en la primera definición que podríamos leer en Wikipedia. Sin embargo, no se ha estudiado aún a fondo el impacto del flamenco, así como de la cultura andaluza, en otras escenas. Camarón, Lola Flores o El Torta son hoy iconos del trap. No se ha llegado rápido a este punto. Y todo gira, en el fondo, a una sentencia algo manida ya atribuida a Picasso: «Los malos artistas imitan, los genios roban».

Durante el Romanticismo se produjo una tendencia similar, de ahí que Bizet echara a andar a los personajes de 'Carmen' por el barrio de Santa Cruz. De ahí, también tanta pintura, literatura y música impresionada por el exotismo del Sur durante el XIX.

Otro precedente sería el nacionalismo musical que protagonizan Manuel de Falla, Isaac Albéniz, especialmente a través de la 'Iberia', Joaquín Turina, Granados y otros tantos compositores entre finales del siglo XIX y principios del XX. En la 'Procesión de la Virgen' de Turina, por ejemplo, escuchamos la melodía del garrotín. Pero es que desde el extranjero, además, Debussy componía 'La puerta del vino' mientras se carteaba con Falla. Ravel, entusiasmado con la rítmica de la soleá y otros palos, con el modo frigio de la música popular andaluza, lograba piezas como 'Alborada del gracioso' o el popular bolero.

Igual que los flamencos fueron mirando hacia América, al son cubano, la bosanova, el jazz…, a ellos los estaban contemplando desde otros vértices durante el pasado siglo. A finales de los 50 Miles Davis salió medio loco de una actuación de cante, baile y guitarra en Barcelona y fue directo a una tienda de discos a comprar una de las antologías de Hispavox. Más tardé creó 'Flamenco sketches', que cierra el mítico 'Kind of blue', uno de los álbumes más influyentes del jazz, y después su definitivo 'Sketches of Spain', donde incluye 'Saeta' y 'Soleá', una pieza que Grateful Dead han versionado en múltiples ocasiones. Es decir, antes de que el flamenco llegara al jazz, el jazz llegó al flamenco. Y a la estela de esos primeros pasos habría que citar a Chick Corea, Pet Metheny y otros músicos vinculados, en la mayoría de los casos, a Paco de Lucía.

Grace Slick, vocalista de Jefferson Airplanes, confesó su predilección por esta música. Por eso grabó en solitario la extraña y progresiva 'Manhole', un canto a la libertad que encontró en esta península en el que incluye estrofas en castellano. De ahí, también, esos giros en la voz que nos conducen a músicas del Mediterráneo y que inspiraron, en parte, a la cantante de The Cranberries: Dolores O'Riordan. ¡El melisma!

Por otro lado, aquellas décadas de los 60 y 70, el rock con raíces, que pasó a la historia con la etiqueta de rock andaluz, vino a hacer lo propio desde suelo patrio. El 'Abre la puerta' de Triana tiene compás de seguirilla. Pero es que los discos de Smash, Silvio, Gualberto, Alameda, Imán Califato Independiente, Cai, Pata Negra o Guadalquivir podrían entenderse como un precedente de lo que está ocurriendo hoy. El artista recurre a lo pretérito para encontrarse. Y a la contemporaneidad de hoy, más que nunca y dejando atrás el debate estéril sobre la apropiación cultural, le gustan los lunares, las batas de colas y otros atributos asociados al flamenco: ¡hasta el acento!

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