Hazte premium Hazte premium

Shakira lanza 'Las mujeres ya no lloran': mueren más por desamor, que decía Saul Bellow

La de Barranquilla se lanza al barranco del abordaje de su Titanic sentimental en su duodécimo disco, desde diversos frentes, como una entomóloga obsesiva de su propia relación y renacer

Shakira compara a Piqué con Voldemort y asegura que el premio recibido a manos de Ramos fue «una broma cósmica»

La portada del nuevo disco de Shakira ABC
Javier Villuendas

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El protagonista de una novela de Saul Bellow, un eminente botánico llamado Ben Crader, sostenía que muere más gente por desamor que por radioctividad. Y el ansiado nuevo disco de Shakira, 'Las mujeres ya no lloran', empieza con bomba y 'Puntería', en colaboración con Cardi B, tema de pop sintético-sexual en donde canta sobre amantes de culete inmemorial, la locura de los bíceps del otro y el éxtasis de los que no pueden ni quieren dejar de estar dándole al waka-waka. La portada es ella llorando diamantes («Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan», recuerden). Comienza poco subliminal, vamos. Un renacer como el nacer: «Tú tiene' buena puntería. Sabe' por dónde darme pa' que quede rendía', rendía'».

La de Barranquilla se lanza al barranco del abordaje de su Titanic sentimental en su duodécimo disco, desde diversos frentes, como una entomóloga de su propia relación. En 'La Fuerte' sorprende, ya por su contraste con el nombre de la misma, con otra canción de synth-pop pero nostálgica, en la que confiesa echar de menos a alguien quizá Gerard Piqué. ¿Os suena? Dio que hablar en su día esta pareja, pero ahora ella le llama Voldemort y hasta puso una bruja en el balcón durante meses mirando a la casa de su suegra…

La tercera, de nuevo, es pura añoranza, con mensajes directos tipo: «Te creía mi amigo y ahora eres un desconocido», y habla de sueños en donde sigue imaginando el sol brillando en su piel y preguntando a los amigos «si volverás conmigo. Llevo tiempo sin verte». Descolocan un poco estas muescas de blandura dado el tono de los adelantos y el título del disco, y esta sorpresa es grata artísticamente.

Después viene 'Cohete', la más poética de este comienzo muy homogéneo primando lo confesional de su testimonio sobre el brillo musical, más soterrado en la búsqueda de la primacía de la lírica, pobretona, sin imágenes llamativas y un cotexto de arreglos musicales discretos y en variados estilos en su búsqueda de la comercialidad. Aquí, junto a Rauw Alejandro, se marcan una de dos amantes enamorados que les queda bonita. En suma, lo valioso, parece, es una estrella como Shakira dando vueltas y vueltas neuróticamente acerca del tema por excelencia del pop que es el amor adolescente.

«Se nota cuando se quieren pero, cuando no, se nota más», entona en '(Entre paréntesis)', quizá la mejor canción junto a los jovenzolanos de Grupo Frontera, un tema de regional mexicana, el género más pujante hoy en día. Y la siguiente es directamente de autoayuda, con guitarra acústica cantautoril: «Por cada flor marchita una vuelve ya a nacer». Tono íntimo y llamado a agarrar la toalla y el traje de baño para olvidarse «por un micro segundo de lo malo del mundo». Desvío al susurro, desnuda en lo emocional, como en el resto, no obstante.

«Dime qué paso, ya no eres el de antes» y cosas así, todo el rato en todas las canciones. Mueren más por desamor, recuerden a Bellow. Y las obsesiones. En 'Nassau' amplía paleta reveladora con una perogrullada de toda persona destruida: 'Yo que me había prometido nunca volver a querer, pero volviste tú a sanar las heridas que dejó aquel'. ¿Un nuevo amor? Dios lo quiera. Pero no hay más palabras señoría al lugar común, el testimonio aplasta el relato, aunque esta tiene un toque singular en la manera muy nasal de cantar que la hace refrescante.

Luego llega 'Última', una balada en la que habla de estar sola, como mujer fuerte y empoderada, y de otro que igual se arrepiente y regresa a tocar la puerta. Toc toc, ¿Gerard, el King de mi League? Al solitario piano. Su intimismo promete ser plato fuerte en los conciertos. Con melancolía y volantazo empancipador para la autollamada loba: «Ahora he decidido estar sola. Se me perdió el amor a mitad de camino, cómo es que ya te cansaste de algo tan genuino. No trates de convencerme que ya está decidido, nos queda lo aprendido».

La duda también es: ¿saturará o no el sobrefoco 'gerardpiqueiano'? La apuesta, en un sentido de hacer historia del pop, es obvia: no. Escuchar el disco entero ya es otra cosa...

Después arriba 'Te felicito', un funk tipo 'Get Lucky' de Daft Punk poco original sobre el dolorido asunto de marras. Es un disco conceptual, queda clarísimo, y de nuevo con Rauw Alejandro ahí, que también se ha licenciado recientemente en la lidia desamorosa. «No me cuentes más historias, como he sido tan ciega». Canción formularia aunque la música no es el centro de este largo cantar de los cantares sobre la muerte en vida y el volver a nacer.

Después llega la muy conocida 'Monotonía', adelanto de hace casi dos años en donde ataca frontalmente a su ex: «Ya no eras el mismo, me dejaste por tu narcisismo». Ríos de tinta virtual han corrido sobre ella y, sobre todo, sobre la sesión con Bizarrap famosa, que viene a continuación, bomba nuclear y la canción más mediática del 2023, emblemática colección de pullas contra Piqué y Clara Chía que supera en destellos letrísticos a casi a cualquiera del resto de las aquí convocadas. Después continúa el otro adelanto bien bailado ya con la reina del mambo urbano Karol G, 'TQG', del que también se ha hablado largo y tendido.

'Acróstico - Milan y Sasha' es una carta de amor a sus hijos, rara, con voces de niños, sobre aprender a perdonar. Y también hay otra de regional mexicana junto a Fuerza Regida, la única que se sale del conflicto amoroso. Antes otra con Manuel Turizo, tonada pegadiza al amor tóxico: «Hace rato tengo sed, de ti. Yo no sé por qué. Quedo con ganas de más, queriendo beber de una copa vacía».

Por último, un remix de DJ Tiësto de la famosa sesión con Biza que promete petarlo en las discotecas. Y cierra repitiendo 'Puntería' en una 'vinyl version' (pero en Spotify, no entiendo) que, lo ya dicho, es un festival sensual entre dos amantes y la puntería de encontrarse, en este álbum que es arte y, sobre todo, ensayo (pero para participar en el premio Anagrama de Ensayo y perder) sobre el fin del amor, los dolores que conlleva y el gradual renacer en una montaña rusa llena de 'loopings' de nostalgia y/o excitación.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación