Lucas Vidal: «Me encanta lo que hago, me voy a dormir todos los días pensando en música»
El compositor, uno de los referentes actuales de la música cinematográfica, presenta el 4 de agosto en el Festival de Peralada su proyecto 'Karma'
A finales de mes se estrena un ballet sobre Picasso con música suya y en 2023 la zarzuela 'Trato de favor', escrita sobre un libreto de Boris Izaguirre
![Lucas Vidal, en su casa de Madrid](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/07/19/LucasVidal-RxpbiBlTFAJtOmyUSb7azFP-1240x768@abc.jpg)
Sea lo que sea lo que desayuna Lucas Vidal (Madrid, 1984), funciona. El compositor, instalado ya en la élite internacional de ese universo que es la música para cine, exhibe una enérgica, contagiosa y feliz vitalidad. No puede decirse que la partitura de su ... vida sea un adagio. Todo lo contrario; es un agitato continuo -bebé incluído- pero no parece alterar el pulso de su batuta. Con el horizonte del estreno en abril de 2023 de 'Trato de favor', una zarzuela que ha escrito junto a Boris Izaguirrre, lo que le ilumina ahora la mirada es el concierto que, con el título de 'Karma', va a ofrecer el 4 de agosto en el Festival Castell de Peralada. «Estoy también ahora -explica Vidal- con un ballet sobre Picasso», que se estrenará el 28 de agosto en San Lorenzo de El Escorial.
«Me gusta ser lo más ecléctico posible», cuenta el músico. «Es lo que mueve mi manera de vivir. He tenido la suerte de formarme bien. Me encanta estudiar e intento siempre encontrar huecos para seguir estudiando Armonía, viendo videos de los nuevos patrones electrónicos, sea trap, reguetón o lo que sea, analizando partituras orquestales... Me gusta cambiar, es lo que me da la vida».
Ese deseo de cambio es el origen de 'Karma'. «2016 fue un buen año para mí, y decidí salir de mi zona de confort y parar un poco mi trabajo en el cine para dedicarme al estudio y a otros ámbitos. Quería probar cosas, como si estuviera creando un perfume y probando aromas e ingredientes... Lo que quería era integrar el mundo orquestal con la electrónica, y para ello colaboré con varios músicos en EE.UU. Pero tardé como dos o tres años en dar con esa sonoridad más inmersiva que reflejara un poco mi estado emocional». El resultado de esta investigación, concluye, no podía llamarse más que 'Karma' «Todo en la vida tiene su retorno».
Mientras Lucas Vidal habla, su niño le observa mientras juguetea con unas baquetas que su padre le ha puesto en las manos. Reconoce el músico que la paternidad le ha cambiado la perspectiva vital, pero que lo que más le hace disfrutar de un proyecto como 'Karma' es el reto que supone para él. «Ya estoy preparando un segundo álbum y conciertos como el de Peralada dan sentido a mi carrera».
'Karma', explica Lucas Vidal, «es muy inmersivo. El protagonista no soy yo, es lo que cada espectador considere que tiene que ser. La electrónica es muy elegante, equilibrada, y creo que incluso el público al que no le guste la música electrónica lo puede disfrutar. Hay también un violín, viola, chelo, clarinete y trompeta, además de piano, flauta y saxo, que toco yo. Pero es más una una inmersión audiovisual para que la gente pueda relajarse, bailar o hacer lo que quiera. Yo no quiero imponerles nada, al contrario que con el cine, donde buscamos una emoción que acompañe el guion narrativo. En este caso quería todo lo contrario, quería dejar al público una libertad de reacción total; por eso no hay letras, no hay voces...»
Sobre el papel, no parece el Festival de Peralada un lugar propicio para que el público se ponga a bailar. «Es una apuesta un poco diferente también. Yo adoro a los clásicos, me he criado con Bach, Wagner, Shostakovich, Prokofiev... Hasta los 14 años escuchaba casi exclusivamente música clásica. Pero creo que es interesante que que haya apuestas diferentes, al igual que pasa en otros géneros, donde además enseguida te pasas de moda; del dubstep al reguetón, al moombahton o a cualquier otro 'ton',,, En la música clásica, o en la música orquestal, me parece interesante que haya proyectos diferentes».
![Lucas Vidal, en el pequeño estudio que tiene en su casa](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2022/07/19/Vidal-estudio-U40620567065VBd-624x350@abc.jpg)
Uno de los objetivos de Lucas Vidal con este trabajo es interesar a públicos con gustos diferentes: «atraer a un auditorio a una persona aficionada a la música electrónica y lograr que le interese la música orquestal; ojalá le enganchemos para que escuche una ópera o una sinfonía de Mozart o de Beethoven, eso para mí sería un gran éxito».
Lucas Vidal se confiesa más partidario de la evolución que de la ruptura. La música, sostiene el compositor, es integración. «Lo vemos con Rosalía, que es muy evidente, y con otros estilos. Creo que es bueno hacerlo también con la música clásica y no reducir la música contemporánea al dodecafonismo o a una tonalidad, que es tal vez un nicho y que no a todo el mundo le pueda interesar. Hace poco estuve analizando a Honegger, el autor de 'Juana de Arco en la Hoguera', que presentó el Teatro Real. Utilizó tres saxofones y las Ondas Martenot, y no deja de ser una obra clásica maravillosa. Yo apuesto por lo nuevo, sí, pero no tiene por qué estar asociado a lo atonal. Max Richter, por ejemplo, hace una música preciosa que es tonal y que a la gente le gusta».
La principal ocupación de Lucas Vidal es la música aplicada, en su caso fundamentalmente al cine. Las bandas sonoras tienen unos condicionantes que el público no va a encontrar en 'Karma'. «Digamos que el guion está por hacer todavía. Las películas, el ballet, la zarzuela... siguen una historia. En 'Karma' es el público quien escribe el guion».
¿Y se siente igual de libre cuando compone la música de una película que cuando ha compuesto 'Karma'? «Yo creo que sí, pero es otro tipo de libertad -asegura-. La cuestión es: ¿qué es la libertad? ¿Es hacer lo que uno quiera? Bueno... Sí, pero para convivir ha de ir acompañada de unos requisitos para ejercerla... Yo me siento libre cuando hago películas... Dentro de la limitación que implica tener una historia. Pero dentro de esa historia tengo la libertad de poder gestionar la emoción de la manera que yo considere. A lo mejor no tengo que ir con orquesta, puedo hacerlo con electrónica. Aquí no hago un acorde menor, sino uno mayor. Siempre me planteo la música como un puzle en el que juego y voy poniendo las fichas; tengo la libertad de hacer el puzle a mi manera. Es un juego muy loco, pero me gusta».
Y es que Vidal conserva, asegura, la capacidad de juego que supone su profesión. «Me encanta lo que hago. Yo me voy a dormir todos los días pensando en música, y realmente disfruto mucho, precisamente porque me lo tomo como un juego».
Para un músico del siglo XXI no es fácil 'jugar a la zarzuela'. A él le han dado esa oportunidad; Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela, le encargó una obra y el resultado es 'Trato de favor'. «El ofrecimiento me generó mucho respeto. He tenido la suerte de escuchar desde pequeño zarzuelas y música española. De hecho, en casa de mis padres había un organillo, y yo estaba desde niño obsesionado con él. Tenía, creo recordar, ocho canciones. Y cuando Daniel Bianco me hizo la propuesta resurgió ese mundo. Dije que sí enseguida; tenía ganas ya de meterme en el mundo del directo: zarzuela, ópera, musical... Y es un proyecto grande, con Ainhoa Arteta, Nancy Fabiola Herrera, las direcciones de Emilio Sagi y Andrés Salado...»
El planteamiento a la hora de escribir ha sido simple. «Es hacer teatro musical. Cien por cien. Y una obra hecha para todos los públicos; mi intención es que venga un chaval de quince años y no le suene a chino; y que venga un abonado de la Zarzuela y disfrute. Esa es la intención y creo que lo hemos conseguido. Es música tonal; respetamos el género, pero... Es teatro musical con el estilo de la zarzuela y palabras de hoy en día y un guion de hoy en día. Pero muy divertida».
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