Lester Bangs, el bombero pirómano de la crítica musical
Libros del Kultrum profundiza en la obra del subversivo periodista con 'Venas a'l frente, festines de sangre y mal gusto', nueva recopilación de artículos y diatribas para 'Creem' y Rolling Stone'
Lester Bangs, tal vez el mejor crítico de rock del mundo
![Lester Bangs, crítico de críticos](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/02/lester1-RzKsCcSjUmo6q072rLTNBVO-1200x840@abc.jpg)
Si esto es un museo, eso de ahí, eso que se esconde entre el esqueleto del Patagotitan mayorum y los restos de un australopithecus, es un crítico. Peor aún. ¡Un crítico de rock! Una reliquia polvorienta. Un teléfono con cable en el país de lo inalámbrico. Una especie en peligro de extinción a la que la revolución tecnológica primero y la precariedad después han atropellado y (casi) erradicado. Los restos de un naufragio periodístico cuyo nivel de exposición, atomizado en blogs, podcast, hilos de Twitter, revistas digitales y secciones de Cultura congeladas en la Edad de Piedra, es inversamente proporcional a su influencia. No digamos ya a su poder de transformación.
«La mayoría de los intentos por examinar el rock en términos academicistas parecen irremediablemente pretenciosos, carentes de las mismas cosas que hacen que la música sea emocionante: su franqueza emocional y su impertinente sentido del humor», vaticinaba hace décadas Lester Bangs (1948-1982), periodista subversivo y crítico torrencial que, además de estrella de rock involuntaria, fue el molde que definiría la profesión durante décadas.
Sí, su crítico musical favorito, si es que tal cosa existe, siempre quiso ser Lester Bangs. Alberto Olmos, aunque no lo sepa, también. Verlo interpretado por Philip Seymour Hoffman en 'Casi famosos' mientras jugaba al frisbee con un elepé de los Doors y se recetaba el 'Raw Power' de los Stooges para desayunar, sin duda, ayudó. «No son pocos los críticos de rock que suelen, aún hoy en día, mentar a Lester y elevarlo al altar de sus idolatrías y añorados ejemplos, aunque suele ser tarea ardua dar con los ecos de su influencia en los respectivos trabajos de esos presuntos iluminados y depositario de su acana fórmula», dejó escrito el periodista y editor de 'Rolling Stone', John Mortland, en el prólogo de 'Venas al frente, festines de sangre y mal gusto', nueva recopilación de artículos y textos con los que Bangs incendió la crítica musical en los años setenta.
El bombero pirómano de la prensa cultural, clamando contra la mercantilización del rock and roll y penando por la pérdida de sus superpoderes contraculturales mientras se inventa una entrevista con Jimi Hendrix, explora la cara más oscura de Black Sabbath y elogia la metamorfosis de John Lydon al frente de P.I.L. «Lo conseguiste, pequeño bastardo sarcástico», le dice.
Se trata del segundo volumen que Libros del Kultrum dedica a Bangs, fallecido en 1982 con apenas 33 años e inédito en España hasta que se publicó a finales de 2018 'Reacciones psicóticas y mierda de carburador', su primera colección de prosas reunidas. «Dio forma al paradigma de hombre salvaje del rocanrol, una orgía individual de desenfado, exceso, sabiduría, sátira, parodia», celebró entonces el periodista y eminencia de la literatura rockGreil Marcus, responsable de aquella primera selección que, vaya, dejó fuera de forma voluntaria casi todo lo que rastrilló años más tarde Mortland, albacea literario de Bangs. Así que 'Venas al frente, festines de sangre y mal gusto' viene a completar el rompecabezas con nuevos y vitriólicos textos, inflamadas azotainas a las estrellas del momento y textos autobiográficos inéditos escritos durante la adolescencia. «Es un manuscrito endiabladamente errático, pero es Lester en estado puro», apuntó Mortland sobre 'Drug Punk', páginas que cierran este bis de delirios enciclopédicos y atropellos faltones.
Bautismo de mugre y furia
Un festival de de elefantes arrasando cacharrerías, dardos escupidos con cerbatana y críticas que desbordan sus propios límites para desparramarse por la autobiografía, la crónica cultural, la diatriba de fan furioso y, en fin, por esos festines de sangre y mal gusto a los que hace el referencia el título. Ahí está, iluminando el camino, el Sant Grial, el comienzo de todo: la crítica que redactó en 1969 para arremeter contra el 'Kick Out The Jams' de MC5. Una de sus bandas favoritas y, sin embargo, una decepción colosal. «Mi dinero ya se ha ido a una copia de este álbum ridículo, pretencioso y prepotente», escribió en su bautismo de mugre y furia, abril de 1969, en las páginas de 'Rolling Stone'. Un estreno sin duda prometedor. «Lester se creyó la exagerada publicidad, compró el álbum, se sintió utilizado y estafado y devolvió el golpe: un buen inicio para cualquier crítico», explicaba Marcus.
![Lester Bangs, fotografiado en 1978](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/11/02/bangs4-U85763240467ouk-624x350@abc.jpg)
En 'Rolling Stone' no tardaron en despedirlo por «su trato poco respetuoso con los artistas, pero la corrosiva pluma de Bangs encontró acomodo en otras publicaciones como 'Creem' y 'The Village Voice'. «Le dio a Lester cancha para las más extremadas muestras de invectiva, desdén, fantasía y júbilo», diría Marcus. Y si de algo anda sobrado 'Venas al frente, festines de sangre y mal gusto' es precisamente de desdén y fantasía. 'Solo me despeloto para chingar cuando estoy soñando: ¿así que dices que tú también echas de menos a los Stones? Ánimo, ¡somos mayoría!', titula Bangs un artículo de 1973 en el que, algo es algo, se desdice de su destructiva crítica de 'Exile On Main St'.«¡Miles, cabronazo inmundo!», escribe a modo de arranque de 'Música para los muertos vivientes', perfil del Miles Davis de 'The Man With The Horn'.
El trompetista, es, igual que Lou Reed, una de las obsesiones recurrentes de un Bangs crecido en la mitología beat de Kerouac y Burroughs. De su primer encuentro con el líder de la Velvet Underground en 1973 surge 'Sordomudo en una cabina telefónica: un día perfecto con Lou Reed'. «Miente sobre su música y las portadas de sus discos. Sobre todo, miente sobre sí mismo», escribe Bangs. Al rato, intentará provocarle (sin éxito) para que despotrique de Judy Garland, de David Bowie. ¿Su misión? «Hacerlo estallar todo y empezar de nuevo».
The Rolling Stones, Captain Beefheart, el punk, Jim Morrison, Dead Boys, Patti Smith, Stevie Nicks y Grace Jones son algunos de los protagonistas de un libro que, a diferencia de 'Reacciones psicóticas y mierda de carburador', sí que escarba en los archivos de 'Rolling Stone' y recupera su último texto publicado: 'Si oi fuera un carpintero', una reflexión sobre el oi y el hardocore que apareció en 'The Village Voice' el 27 de abril de 1982. Sólo tres días después, el 30 de abril, fallecía accidentalmente a causa de complicaciones respiratorias y pulmonares fruto de una gripe y de la elevada ingesta de jarabe.
Tenía 33 años y unos cuatro o cinco millones de palabras escritas de las que 'Reacciones psicóticas y mierda de carburador' y 'Venas al frente, festines de sangre y mal gusto' son solo la punta del iceberg. «Que la historia quedase interrumpida no la hace ser menos historia; no la convierte en un relato empobrecido», defiende Marcus. Lástima no tenerlo a mano para conocer su opinión sobre las montañas de nostalgia y retromanía que han sepultado al pop en los últimos años. Aunque, leyendo lo que escribía en 1975 de los Beatles y los Rolling Stones («nombra una sola superestrella de los sesenta que no se haya convertido en un zombi», dice; «ya están muertos, disfrutad de los Rolling Stones mientras se mueven por nuestra comunidad bajo palio», brama), no cuesta demasiado imaginar por dónde irían los tiros.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete