Florent, el debut en solitario del guitarrista de Los Planetas: «Nunca he tenido ego de estrella del rock»
El guitarrista de Los Planetas debuta en solitario a los 54 años con 'Florent y yo', un intenso viaje de psicodelia pop que presenta este jueves en Madrid
Jota: «La influencia de Battiato en Los Planetas es enorme, con todos esos acordes sencillos y repetitivos»

Su curiosidad y su inquietud artística le han llevado a meterse en mil y un berenjenales musicales al margen de su trabajo como guitarrista de Los Planetas, pero no ha sido hasta ahora, a sus 54 años, cuando se ha armado de valor para ... debutar en solitario. 'Florent y yo', un intenso viaje de psicodelia pop en diez actos, es el primer disco en que el susodicho toma todo el protagonismo, sin menospreciar ni muchísimo menos la labor de su elenco de acompañantes, formado por los aclamados músicos de la extinta banda Melange.
«Desde el principio de Los Planetas siempre he tenido la vocación compositiva, pero nunca he tenido el ego de la estrella del rock'n'roll que quiere estar al frente de una banda», explica desde su estudio de grabación en Granada. «Es cierto que ha habido fases donde he compuesto más música y otras menos, como en la etapa flamenca del grupo, que fueron cuatro años en los que yo no me veía ahí, me aparté y tiramos más del trabajo de Jota. Pero en casa siempre he tenido instrumentos, canciones y equipo para grabarlas, ya fuera para otros proyectos como Los Pilotos, o para guardármelas para mí. Y claro, cuando llegó la pandemia, me vi con muchísimo tiempo para desarrollar ideas».
Todo lo que compuso y grabó en maquetas durante el confinamiento estaba pensado para Los Planetas, pero cuando se reencontró con el resto de la banda, Jota ya tenía un disco entero diseñado y lo que dijo el líder del grupo fue a misa. Entonces Florent pensó, y ahora ¿qué hago yo con esto? «Vi que había mucho potencial, demasiado para dejarlo pudriéndose en un cajón, y me animé a escribir las letras y a cantarlas».
Ahí se produjo el verdadero punto de inflexión, el paso definitivo en su metamorfosis para convertirse en front-man, pues nunca había hecho ninguna de las dos cosas. «Siempre que escribía letras, o no me convencían a mí mismo o pensaba que no les iban a gustar a mis compañeros. Pero al verme solo ante ese cambio de paradigma, ante ese precipicio, sentí una sensación de desafío muy potente que me animó a seguir adelante. También me animé al escuchar detenidamente a otros grupos españoles que escriben sus letras en castellano, y ver que no se les caía la cara de vergüenza a pesar de cantar auténticas infantiladas (risas)».
En su forma de cantar, Florent deja que resuenen ecos melancólicos de Décima Víctima entre pasajes de enorme carga poética a lo Nick Cave, «siempre con un toque de optimismo porque no soy un amargado», comenta entre risas; y en su escritura, ha combinado la cercanía y la sencillez callejera de Lou Reed con la profundidad lírica de Arthur Lee, un personaje maldito del rock del que se declara «ultra-fan» y al que rinde homenaje de forma sibilina en una de las canciones de 'Florent y yo', título que alude a esa pequeña dosis de trastorno de personalidad múltiple que necesita todo artista enemigo del estatismo. «Sí, este disco va mucho de esa búsqueda personal para descubrir cuántos Florents hay en mi interior», asiente. «De ahí la portada del álbum: en ella se ve una silueta con sombras detrás, que en realidad no son sombras sino espectros del mismo personaje que forman parte del todo, simbolizando las distintas facetas de ese personaje. Eso me interesa mucho».
Queda por saber si, después de debutar en solitario a sus 54 años, y de recibir muy buenas críticas con el resultado, se le habrá inflado el ego a Florent. Pero más que eso, lo que siente el músico granadino es que ha descubierto «que se puede tener la valentía de disfrutar del momento» cuando uno se sumerge en aguas desconocidas. «Pueden surgir nervios, miedos, bloqueos, pero la primera vez que toqué las canciones con Melange, lo disfruté mucho y me sentí muy cómodo. Esto podía salir muy bien o muy mal, y me he quedado con un sabor de boca magnífico. Fue como decir, 'que son sólo canciones, coño, que esto es para disfrutar'. Como volver a recordar por qué me metí en este mundo hace tantos años. Eso me llevó a pensar que si no creía en el proyecto, nadie iba a creer en él. Y creo que ha quedado un resultado bastante sobresaliente». Sí reconoce Florent que, cuando llegó el momento de leer las primeras reseñas del disco, dudó de si volarían dardos o no por el mero hecho de ser uno de Los Planetas. «Y nada tío, no me han criticado ni las letras, ni las melodías, ni nada. Y eso que lo tenían muy a huevo para darme por todos lados por ser quien soy».
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Este jueves Florent y su grupo pasan por Madrid (El Sol a las 22h, 15 euros), plaza determinante en la consolidación de todo proyecto musical. Y todo apunta a que será una velada histórica. Tiene unos musicazos como acompañantes, un disco excitante entre manos, y toda la expectación planetaria a su servicio.
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