La epifanía que llevó a Bono de U2 a abrazar el capitalismo
El cantante irlandés publica 'Surrender: 40 canciones, una historia', 700 páginas de jugosas memorias
La autobiografía será presentada en Madrid el 28 de noviembre en el Teatro Coliseum, con concierto incluido

Bono e Isabel Díaz Ayuso, ¿emoji de abrazo? El cantante de U2 ha publicado recientemente en España sus memorias ('Surrender: 40 canciones, una historia', ed. Reservoir Books) en donde, a través de una estructura-playlist en 700 páginas, recorre una vida ... de ambición artística y comercial, catolicismo, algún trauma y, por supuesto, su intenso activismo en favor de la condonación de la deuda a los países pobres (se trabajó a Bill Clinton) y la lucha por el alivio del SIDA en África (negociada con George W. Bush). Ambos, recordemos, 'amados' líderes por los movimientos antiglobalización. ¿El ultramillonario Warren Buffet? Un faro para el cantante de 'With or Without You'. ¿Y Ayuso? Hermana en materia impositiva, aunque ni se conozcan y exploten algunas cabezas.
En una entrevista en el 'New York Times', Bono se ha declarado muy a favor del capitalismo, quizá para sorpresa de quien le asocie en contra del libre mercado, la izquierda, el Hollywood progre o los sectores que más se movilizan contra la miseria mundial, con los que se codeaba. «Terminé como activista en un lugar muy diferente de donde empecé. Pensaba que si solo redistribuíamos los recursos, podríamos resolver todos los problemas. Ahora sé que no. Hay un momento divertido cuando te das cuenta de eso como activista: la rampa de salida de la pobreza extrema es el comercio, el capitalismo empresarial. Paso mucho tiempo en países de toda África, y dicen: 'No nos importaría más de globalización'».
En su autobiografía, el compositor de 'Sunday Bloody Sunday' encumbra también la política de competitividad fiscal de Irlanda, algo similar a lo que le achacan a Ayuso en Madrid, o sea la estrategia (des)calificada como 'dumping' (competencia desleal) contra otros países. «¿Cómo se deshizo nuestro país de su historia de pobreza? A partir de la década de 1970, pudimos cablear de nuevo nuestro hardware gracias a la ayuda y al comercio que nos aportó el ingreso en la Unión Europea. Se ideó un clima alternativo para atraer el interés y las inversiones en nuestra población joven y culta. La competitividad fiscal se convirtió en el principal trampolín de la política industrial, un modo de atraer a las empresas al país y de aumentar su base impositiva para incrementar el gasto en educación, salud o carreteras. Y en vez de emigrar, empezó a llegar gente de fuera y contó una nueva historia irlandesa. Una historia de éxito».
Al igual que muchos 'youtubers' en Andorra, pagar pocos impuestos le atrae tanto a Bono que los mismos U2 incluso trasladaron una de sus empresas a Países Bajos para pagar menos aún que en su elogiada tierra natal. «Tal vez fuésemos demasiado lejos. A algunos les pareció poco patriótico. Respondimos que, si Irlanda podía ser competitiva en cuestiones fiscales, nuestra banda también. Nos mantuvimos en nuestras trece. Al recordarlo, veo una vena obcecada. Es posible que haya discusiones que se pierden solo por el hecho de participar en ellas».
En la entrevista con el 'Times', Bono cree que «el capitalismo es una bestia salvaje. Tenemos que domarlo. Pero la globalización ha sacado a más gente de la pobreza que cualquier otro 'ismo'. Si alguien se le ocurre con una idea mejor, me inscribo. Crecí sin que me gustara la idea de convertir a los empresarios en héroes, pero si traes empleos a una comunidad y tratas bien a las personas, eres un héroe. Ahí es donde he terminado».
El artista dublinés estuvo muy involucrado en las conciertos de Live Aid y las canciones de Band Aid, a mediados de los 80, con lo que se recaudó 250 millones de dólares para Etiopía y Somalia. Y descubrió también años después que África pagaba semanalmente la misma cantidad a los países ricos «para pagar antiguos préstamos que les habían obligado a aceptar durante la Guerra Fría». Y reflexiona: «La injusticia se estaba disfrazando de fatalidad». Eso le llevó a Etiopía 15 años después de nuevo, a cambiar «caridad por justicia», a promover la campaña de 'Anulad la Deuda' y a desaprender sobre la pobreza.
«Dimos por supuesto que, como los problemas de desigualdad global se habían creado en su mayoría en el hemisferio norte, solucionarlos era nuestra responsabilidad. Ahora veo lo arrogante de ello». Sin embargo, también cita, aquel movimiento con millones de partidarios logró la cancelación de más de cien mil millones de dólares de deuda contraída por los países pobres: «El Banco Mundial calculó que 50 millones de niños fueron a las escuela con lo que los gobiernos ahorraron».
Entre Jesucristo y Johnny Rotten
Nacido en Dublín en 1960, hijo de un tenor católico y una protestante, el joven Paul David Hewson sufrió el peor guadañazo con solo 14 años con la muerte de su madre, Iris, herida ahogada que no salió a la luz artísticamente hasta 2014 con la canción 'Iris (Hold Me Close)': «La estrella que nos da luz. Se ha ido un tiempo. Pero no es una ilusión. El dolor en mi corazón. Es tan parte de lo que soy».
El apodo de Bono, que le puso Guggi, su mejor amigo de la infancia, viene de la abreviatura de Bono Vox of O'Connell Street, una tienda de audífonos. Ambos formaron sendos grupos, los Prunes y U2, nombre que, por cierto, no convencía a nuestro protagonista y no lo votó («Si pienso en el nombre de un avión de espionaje, como el U-2, me gusta. Pero si pienso en la broma fácil, 'You too', la verdad es que no»).
La nueva banda era un extraño cóctel de afición al punk y entrega al catolicismo. Iban a misa los domingos, formaban parte de un grupo religioso, rezaban tras los conciertos y compaginaban la práctica religiosa con su fervor por Johnny Rotten, líder de los Sex Pistols. «¿Pero no decía que era el Anticristo?», le preguntaron a Bono: «Iba en broma. Es cosa de irlandeses. Mi madre también me llamaba muchas veces 'pequeño Anticristo'». Cabalgando contradicciones, que es gerundio...
La fe incluso casi disuelve la banda a punto del segundo disco. En un momento dado, a punto de sacar su segundo disco, The Edge planteó: «En el mundo, hay muchos problemas graves y complicados, y quizá huir con el circo no sea a lo que estamos llamados. Me voy de la banda, Bono. Va en serio. Lo siento».
Finalmente le convencieron de que Dios no estaría de acuerdo en que incumpliera un contrato legal de gira, y U2 continuó hasta convertirse en un monstruo con 140 millones de discos vendidos. Lo que permitió a Bono anotar en su autobiografía: «Cuando escribí mi primera canción no pensaba en el dinero, solo en el arte. Nunca he ocultado el secreto de esta vida paradójica que he acabado viviendo, en la que una estrella del rock demasiado bien pagada se dedica a dar la lata con lo mal que lo pasan los pobres».
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