Celso Albelo recupera su espíritu de tuno y canta 'Una serenata española'
El tenor canario presenta el proyecto este viernes en el Teatro de la Zarzuela junto a la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense
Celso Albelo: «La ópera, al fin y al cabo, es un mercado, y uno debe tratar de ser interesante para ese mercado»
![Celso Albelo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/03/30/Celso(2)-RF8c0d9UwzlEPiym3hR3hAI-1200x840@abc.jpg)
«Un tuno lo es toda la vida». Lo dice Celso Albelo (Santa Cruz de Tenerife, 1976), que este viernes va a vestir de nuevo (siquiera figuradamente) el jubón, las calzas, los bombachos y la capa para presentar en el Teatro de la Zarzuela su nuevo trabajo discográfico, 'Una serenata española', junto a la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid y bajo la dirección de Enrique García Requena.
Pasodobles, habaneras, rancheras, jotas, canciones mexicanas y romanzas de zarzuela se reúnen en este trabajo, subtitulado 'Amores, alegrías y nostalgias de las dos orillas', y que incluye obras de compositores como Falla, Padilla, Serrano, Esperón, Giménez, Francis López o Sorozábal.
La Asociación de Antiguos Tunos de la Universidad de Madrid es el germen de la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid, de quien parte el proyecto. «Yo fui tuno en la Facultad de Filología de la Universidad de La Laguna, en Tenerife, y cuando me gustó mucho el proyecto, que fue interrumpido por la pandemia, como tantos otros. Solo puse tres condiciones: no cobrar, que el productor fuera alguien de mi confianza, e incluir una habanera del propio García Requena que a mí me gustaba mucho».
Las tunas no gozan por lo regular de muy buena fama. A sus integrantes se les ha tachado habitualmente de 'vagos y golfos'. «A pesar de esa mala fama, las tunas son una manifestación artística española con una gran tradición, que está presente en todas las ciudades universitarias. Yo reivindico la tuna seria, siempre la defenderé; no solo porque en ella descubrí mi voz, sino porque aprendí a tocar instrumentos y me formé en valores fundamentales como el trabajo en equipo. Uno es tuno hasta que deja de existir».
Le hace especial ilusión a Celso Albelo presentar este trabajo en el Teatro de la Zarzuela, donde no hace demasiado cosechó un gran éxito en 'Don Gil de Alcalá', donde bisó la romanza '¡Tente! Detén tu alado paso'. «Se dieron varias circunstancias en esa producción y tuve la fortuna de bisarla. El público estaba 'on fire'», ríe.
Los bises también han estado mal vistos por el sector más 'purista' de la ópera, y de hecho hay teatros como la Scala de Milán que lo han tenido prohibido. «Las prohibiciones no me gustan, y estamos en un mundo más reprimido cada vez. Yo soy partidario de los bises mientras sean espontáneos y un hecho excepcional».
No ha llegado al bis, pero sí ha tenido un gran éxito Celso Albelo con su encarnación de Macduff en la ópera 'Macbeth', de Verdi, en el Liceo barcelonés, hace solo unas semanas. Especializado en el repertorio belcantista, el salto hacia un repertorio más 'pesado' es producto de ´su evolución musical, artística e incluso humana. «Tengo 48 años; no me veo ya cantando el Elvino de 'La sonnambula'», dice el tenor. No solo es la voz, argumenta, sino también la manera de entender las cosas. «Mi primer Duque de Mantua en 'Rigoletto' no tiene nada que ver con el que canto ahora», y anuncia que es el momento de cantar óperas como 'Les contes d'Hoffmann' o 'Il trovatore», que interpretará por primera vez en Bilbao en mayo.
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Antes, Celso Albelo tiene una cita en su tierra natal, Tenerife, en cuyo Teatro Guimerá ofrecerá el 8 de abril un concierto benéfico, junto a la soprano Carmen Acosta y el pianista Juan Francisco Parra, para contribuir a la creación de un banco de leche; y participará en el concurso de canto 'María Orán', que organiza Cajacanarias.
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